Ilse Deneht “Q” disfrutaba de la flor de la juventud, en esa madrugada del templado noviembre del 2018, cuando su vida terminó abruptamente.

Un joven desconocido para ella que se ofreció a llevarlas a su hogar después de conocerse en un antro de esta ciudad decidió jugar con sus vidas, y terminó con la de ella divirtiéndose con el “paso de la muerte”.

Este es un juego que practica la juventud y consiste en pasarse un alto a toda velocidad sin esperar un impacto por otro vehículo.
Hace unos días, el joven, Mario Alberto “R” fue vinculado a proceso por homicidio culposo en el expediente 433/2019 que se desahoga en el Juzgado de Primera Instancia de Control y enjuiciamiento Penal de la Zona Norte.

Hermanos y padres de Ilse Deneth “Q” afirmaron que ella no conocía a ninguno de los dos conductores, y que viajaba en una vagoneta Nissan, línea Rouge, modelo 2007 con engomado. Era parte de un grupo de amigas a las que el ahora procesado se ofreció a llevarlas a sus casas.

En el trayecto, el muchacho comenzó a jugar al “paso de la muerte”, lo que puso histéricas a las jóvenes. Él sólo se detuvo cuando otro auto lo impactó, y terminaron destrozados los vehículos. Desde ese momento, la jovencita perdió el sentido cuando su cabeza se fracturó al golpear el medallón delantero. Tres meses después del choque, el 25 de febrero del 2019, ella murió en la sala de terapia intensiva del Seguro Social. El juego del “paso de la muerte” le había arrebatado la vida en forma temprana.

En la continuación de la audiencia inicial solicitada durante la primera semana de junio por la defensa de Mario Alberto “R” para tratar de reducir la presunta culpabilidad de este en el choque mortal y culpar a Jesús Raymundo “L”, el otro muchacho que transitaba en un compacto por vía distinta, el ministerio público de tramitación común acusó que Ilse Deneht “Q” murió por la negligente manera de conducir del indiciado.

El domingo 4 de noviembre, contó el ministerio público reseñando meses de investigación, de recopilación de declaraciones y pruebas periciales, Mario Alberto “R” llevaba a la joven y a su grupo de amigas. En el trayecto, paró en un expendio, compró cerveza y continuó el viaje. Durante el viaje varias veces se cruzó los altos sin respetar la preferencia de paso. Eso puso histéricas a las muchachas que pedían detenerse. Él nunca lo hizo, y continuó en el juego del “paso de la muerte”.

En la esquina de 20 de Noviembre y Alfonso Cano, el auto conducido por Jesús Raymundo “L” chocó a la vagoneta, girando ésta para estrellarse contra dos maceteros.

Jesús Raymundo contó que eran las 3:00 horas del domingo cuando ocurrió el accidente, y que él llamó a los cuerpos de emergencia porque el otro conductor no reaccionaba y había varias muchachas heridas.

“Jugaba al paso de la muerte, es lo que decían las muchachas cuando lloraban por el accidente. El no respetó el alto y lo choqué. Por las lesiones, la muchacha murió. Hoy sus abogados pretenden culparme, pero yo no tuve la culpa”.

La misma versión fue confirmada por el juez de la causa que escuchó los alegatos de ambas partes, restándole validez a la defensa, y resolviendo vincular a proceso al joven, otorgando una restricción para salir del estado y ofreciendo dos meses para la investigación complementaria.

La familia de la joven fallecida aún permanece en duelo, y critica que madres jóvenes suelten vehículos a muchachos inexpertos que briagos les da por practicar el “juego de la muerte”.

Juan de Dios Quintero Gastélum, coordinador de Programas Preventivos de la Dirección de Policía y Tránsito Municipal del Municipio de Ahome informó que no se tenían datos de fallecimiento de jóvenes en juegos mortales y sádicos, excepto algunos intentos de suicidios, autoflagelación y ahora la desaparición espontánea.

Sin embargo, consideró que las muertes asociadas a juegos de retos sucederán si las familias no encienden la alerta y ponen atención especial a los hijos y los programas que observan en internet.

“La gran mayoría de retos que se lanzan en la red global son suicidios progresivos. Nosotros tenemos documentos el caso de una jovencita de secundaria que se autoflagela y poco a poco las heridas van con mayor profundidad en la piel. Se va a cortar una vena o una arteria si no se atiende con prontitud. Hay otros casos de jóvenes que se lanzan desde escaleras sin meter las manos, golpeándose las cabezas. Y el más reciente que se trata de simplemente desaparecer. En todos los retos, los jugadores ganan puntos mientras más alarman a sus padres, pero la trama oculta es el suicidio”.

Quintero Gastélum pidió a los padres de familia supervisar lo que sus hijos ven en internet, antes de que sea muy tarde y terminen lamentandolo.

Artículo publicado el 30 de junio de 2019 en la edición 857 del semanario Ríodoce.