Uber ha recibido una sentencia judicial en Reino Unido, donde un tribunal ha considerado que sus trabajadores no son autónomos y, por lo tanto, tienen derecho a recibir el salario mínimo, descansos pagados y periodo de vacaciones retribuidos. La compañía de transporte apelará la decisión.
Esta sentencia, que da la razón al sindicato GMB, podría afectar a los 30.000 conductores que tiene la compañía en Inglaterra y Gales. Al tiempo que podría poner en apuros a otras compañías como Deliveroo, empresa que entrega alimentos a domicilio, basada en el mismo modelo de actuación con sus repartidores.
“Esta sentencia reconoce la contribución fundamental que los conductores de Uber han hecho para el éxito de la misma (…) confirmando que no son autónomos, sino que trabajan para Uber como parte del negocio de la compañía” ha explicado, el abogado que representó a los conductores, Nigel Mackay.
No es la primera vez que la compañía norteamericana recibe una sentencia en este sentido. El pasado mes de septiembre el Departamento para el Desarrollo del Empleo de California estableció que los conductores que operan en Uber pertenecen a la compañía ya que sustentan su servicio.
El fallo recordaba que es Uber es quien decide las tarifas, puede penalizarles por no acudir a un servicio o incluso puede desconectarles de la app para ‘darles de baja’ de su servicio.