Debatieron… y escandalizaron

Debatieron… y escandalizaron

 
debate mochis 1
El encuentro de candidatos a la alcaldía de Ahome: acusaciones, porras y algunas ideas
Paraditos sobre la tarima, frente a un público real e imaginario, porque el auditorio no se llenó, los candidatos a alcalde de Ahome esperaban turno para lanzar su perorata. Era el debate político  organizado por el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa (IEES).
Sólo unos cuantos de los 11 candidatos tuvieron la certeza de lanzar chispazos verbales como para despertar a la audiencia; el resto, soso, pero todos prestos a declararse ganadores, aunque no hubiese árbitro ni anotadores de escore, aunque sí una variopinta porra.
Juntos, pero no revueltos, vestidos para la ocasión, y en orden para hablar, estaban, el de derecha y militante de Partido Acción Nacional, Miguel Ángel Camacho Sánchez; los de izquierda Carlos Jesús Armenta Perea, del Partido de la Revolución de Democrática (PRD); Lucio Tarín Espinoza, del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y Mario Hilario Flores, del Partido del Trabajo (PT). También los de centro, Álvaro Ruelas Echave, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Lagarda Verduzco, del Partido Encuentro Social (PES), Patricia López de García, del Partido Sinaloense (PAS) , Rubén Benjamín Félix Hays, Partido Nueva Alianza (Panal) y, los independientes Luis Felipe Villegas y Gerardo Peña Avilés.
Los minutos previos al debate, nueve de los once políticos afinaban sus discursos; solo dos parecían estar en la chorcha: Francisco Lagarda Verduzco, del Partido Encuentro Social (PES) y Mario Hilario Flores, del Partido del Trabajo (PT), cuyas actuaciones fueron improvisadas, sin argumento, sin costos, sin inversión. Nada nuevo ofrecieron.
De los once, sólo ella demostró haber sido aleccionada. Abrió el combate verbal con poses de oradora, tan falsas que denotaban esfuerzo y horas de estudio. Cuando improvisó, terminó tartamudeando. Carlos Jesús Armenta Perea, del Partido de la Revolución de Democrática (PRD) repentizó y se desconectó, pese a tener horas de vuelo en la política y hasta en la función pública, como lo presumió.
Todos coincidieron en que impulsarán un gobierno cercano a la gente, de solución de problemas, apegado al estado de derecho, respetuoso de las garantías individuales, transparente, con rendición de cuentas y manejo eficiente de los recursos, y que nunca, nunca, nunca olvidarían a sus electores, parafraseando la canción del “Divo de Juárez” y refriteada por Jaguares.
Con imaginarios golpes de pecho, y autoconvertidos en justicieros, ofrecieron luchar en contra de la impunidad y del cobro del “diezmo” en la asignación de obra pública, amarrar las manos y cortar las uñas a sus funcionarios con las declaraciones patrimoniales, y hasta cerrarles la reja de la cárcel en caso de sorprenderlos robando el erario.
Magnánimos con los recursos públicos, ofrecieron dar becas de transporte a escolares, incorporar a personas de la tercera edad y a jóvenes al gobierno, despensas, créditos para la apertura de negocios y a jóvenes, ser eficiente con los servicios públicos.
Al mejor estilo del comandante Matute, de la caricatura de Don Gato y su pandilla, los candidatos  aceptaron que en seguridad pública falta mucho por hacer, y reconocieron que en la corporación  se anida la corrupción y que se requiere hacerla más eficiente y más humana. Aumentarán el sueldo a los agentes y los someterían a escrutinio de una contraloría con “dientes” para sancionar, y que sacarían la escoba para limpiar de malos elementos.
Ninguno explicó cómo aumentarían el presupuesto, excepto el de realizar gestiones, tocar puertas y demás propuestas repetidas por candidatos ante electores pasados.
El candidato más golpeado fue el oficial, Álvaro Ruelas Echave a quien sus detractores le echaron en cara el haber utilizado el erario para beneficiar a sus amigos con contratos de servicios: Peña le soltó la triangulación del consumo de combustible, Camacho el cobro de impuesto, Tarín el empleo a junios y condicionales y Félix el pago de 35 millones de pesos para la recolección de basura.
El oficial contraatacó, pero enfocó sus baterías sobre Camacho, quien le pisa los talones —sino es que ya lo rebasó en la preferencia electoral—, y lo llamó diputado gris, incumplido, mentiroso y hasta perdedor, porque lo tendría como regidor una vez que él fuese el alcalde.
Rubén Félix Hays también fue vapuleado por sus detractores, quienes lo acusaron de haberse robado centenares de hectáreas para construir su emporio inmobiliario. Éste hizo mutis y dejó pasar los señalamientos. “Cínico”, se escuchó entre los asistentes.
Luis Felipe Villegas, el independiente, tuvo más declinaciones a favor y hasta ofertas de trabajo pues sería incorporado al gabinete de algunos candidatos, pero este rechazó todo pues dijo que él sería el alcalde, y no ellos.
Lagarda, se mostró irónico y dijo que los políticos locales lo sorprenden porque hablan muy bonito y con tanta propuesta, pero se preguntó: entonces ¿por qué estamos tan jodidos?
Y así, el debate terminó, para dar rienda suelta a las porras.
Todos tomaron las calles, y el caos vehicular se formó.
Todos los candidatos que instantes antes se decían respetuosos de leyes y reglamentos, pasaron sobre toda regla de urbanidad y vialidad, embistieron a peatones, taparon calles, gritaron, insultaron, y demostraron que la gente poco les importa. Lo importante es ganar, a cualquier precio, incluso, pasando sobre el elector. Sus marchas así lo confirmaron.
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ENGARZADA… NOTA DE NELDA DEBATE MAZATLÁN…. UNA PLANA…
 
 

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