Secuestradores cambian modus operandi: sacan a sus víctimas del Estado y despistan a la policía
Los extorsionadores evolucionaron su modo de operar. A las víctimas de secuestro virtual, de mantenerlas retenidas en hoteles de la localidad, ahora les depositan dinero para que salgan del estado.
Los delincuentes pasaron de enviar mensajes de texto con supuestos premios que recibirían tras depositar una cantidad de dinero, al secuestro virtual.
Está modalidad es las que se ha mantenido vigente por más tiempo y ha evolucionado, pues en un inicio mandaban a las víctimas a iglesias o parques, después cambiaron y las enviaban a hoteles en la misma ciudad donde viven, y este año empezaron a sacar a las víctimas del estado mediante tortura sicológica vía telefónica.
Un agente de la Unidad Especializada Antisecuestros, que funge como negociador, explicó que los extorsionadores cambian sus métodos para complicar a las autoridades la búsqueda de las víctimas y poder consumar el delito.
“Ahorita estos delincuentes están utilizando esta nueva modalidad de depositar él una cantidad de dinero a la víctima en caso de que ella no traiga, para que inmediatamente se salga de la ciudad, ya no lo manda aquí a un hotel, la nueva modalidad es sacarlo del estado”.
“Le deposita mediante Saldazo de las tiendas OXXO y al mismo tiempo le pide toda la información a la víctima de sus familiares, números telefónicos, en qué trabajan, cuántos carros tiene y esa información la utilizan con familiares, pidiéndoles una determinada cantidad por la supuesta liberación”, indicó.
Con esta nueva forma de operar, después de sacarlas del estado, los delincuentes juntan a dos víctimas en el mismo cuarto de hotel pero les prohíben hablar entre ellas.
A cada una le dicen que la otra persona que está con ella es un miembro del cartel que está encargada de vigilarla y que por ningún motivo puede dirigirle la palabra, con la finalidad de hacer parecer real el secuestro.
Además, a estas personas las mandan a recoger dinero que van a pagar familiares de otras víctimas originarias de la ciudad, pero que tienen retenida en otro hotel.
La víctima que recoge el dinero lo deposita a los números de cuentas que los delincuentes les dan, por lo general de Bancomer y Banamex.
“El objetivo del delincuente, como nosotros ya sabemos que los mandan a los hoteles, el nuevo modo de operar es sacarlos del estado para que sea más difícil para las autoridades, puesto que la familia ya no tiene contacto con la víctima y no hay un medio para poderla localizar”, detalló.
En este año, reveló, se han cometido 24 extorsiones, de las cuales 15 fueron en la zona centro del estado y nueve en el norte.
Evolución del modus operandi
Las extorsiones telefónicas iniciaron hace alrededor de 15 años con mensajes a través de los celulares, en los que decían que habían ganado una camioneta o un equipo celular y dinero y que para recibirlo había que depositar una cantidad de efectivo.
De acuerdo con el agente de la UEA, encargado de hacer las negociaciones con los secuestradores, mucha gente cayó en este engaño pues era un tipo de fraude desconocido.
Después surgieron las llamadas en las que el delincuente se hacía pasar por un familiar que venía del extranjero, haciéndole creer a la familia que tuvo algún percance durante su traslado y que necesita pagar una cantidad de dinero para que lo liberaran, porque fue detenido por alguna autoridad.
“Las autoridades se fueron dando cuenta de este modo de operar, la gente se dio cuenta que era falso y dejó de caer”, señaló.
Posteriormente pasaron a las llamadas: les decían a la persona que venían a secuestrarla pero como vieron que es una persona buena, le pedían que nada más les diera para los viáticos y así regresar a sus lugares de origen.
Después de ese modo cambiaron a las llamadas en las que se escuchaba la voz de una mujer o un hombre que se hace pasar por familiar de la persona que contestó y le dice que lo tienen secuestrado, que lo subieron a una camioneta y que lo tienen vendado y lo están golpeando.
El siguiente modus operandi fue el secuestro virtual y es el que actualmente mantiene.
Se toman su tiempo
Cuando empezaron los secuestros virtuales, los delincuentes querían el dinero rápido y mandaban a las víctimas a iglesias, parques o baños de centros de comerciales, donde los mantenían mientras los familiares depositaban el dinero.
Estos secuestros duraban solo horas, pues exigían a los familiares que hicieran los depósitos rápido.
Después los mandaban a hoteles en la misma ciudad y ahí duraban un día, pero después los retenían hasta seis días debido a que la gente tenía más conocimiento de este delito y no era tan fácil lograr que hicieran el depósito y tardaban más tiempo en las negociaciones. “Ahora las sacan del estado”, indicó.
Las cantidades que piden por el supuesto rescate, detalló, han disminuido y de 500 mil pesos que pedían hace algunos años bajaron a 300 mil pesos y actualmente piden 200 mil pesos en casi todos los casos. Algunos familiares han hecho depósitos de 50 u 80 mil pesos, debido a que no denuncian ante las autoridades.
Los secuestros virtuales que se tienen en el estado son cometidos por presos del penal de Altamira, Tamaulipas.
“Los delincuentes realizan llamadas al azar y se hacen pasar por comandantes de alguna corporación policiaca de algún Cártel, los mecanismos de presión son la violencia verbal y amenazas de matar a sus familiares si no siguen sus indicaciones; a la víctima les invade el miedo, la desesperación, la angustia, y siguen las indicaciones del delincuente que muy astuto lo extrae del lugar donde se encuentre”, informa el agente.
“Siempre es vía telefónica, mediante ese engaño, le indica que agarre un cargador y que se salga, lo hacen que compre un chip u otro teléfono y que apague su teléfono personal y le de su nuevo número porque si no lo hace va matar a su familia que ya tiene vigilada”, dijo.
El tiempo que la persona dura retenida siempre está en contacto telefónico con los extorsionadores, quienes le hacen creer que están vigilándola.
El agente recomendó no contestar llamadas de números que no conozca, pero si contesta y recibe amenazas, abundó, solo hay que escuchar y colgar sin llegar a algún acuerdo.
En caso de que la llamada sea para pedir rescate por un familiar hay que colgar y tratar de localizar al familiar y si no puede, pidió denunciar en la Unidad Especializada Antisecuestros, al teléfono 01 800 221 58 03. Las extorsiones recientes se han cometido desde los números 6731430802, 6731430796, 6731430799 y 6731430791.
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