Estos debieran ser tiempos de silencio, de reflexión diría el lugar común. En el preludio de las celebraciones navideñas y de fin de año, no es placentero ser el encargado, otra vez, de aguar la fiesta.
Hoy, mientras muchos ya están degustando las muchas cenas y posadas, hay otros que se empeñan en molestar, en incomodar, especialmente a los muchos que detestan en Sinaloa la diversidad y el disentir.
El año está por cerrar con grandes incógnitas públicas, en su mayoría de gran importancia, y el papel de quien opina en la prensa es ese: aguar la fiesta.
MARGEN DE ERROR
(La sordera) Así como Ayotzinapa, no solo es Ayotzinapa y los estudiantes desaparecidos y/o asesinados por narcos envueltos con policías. Así los hospitales generales de Culiacán y Mazatlán no son solo los hospitales, sino la sordera de los involucrados, la transparencia, la corrupción. Pero esta clase política sinaloense y mexicana no relaciona nada, aunque se lo griten al oído.
Una simple revisión de los episodios que han pasado en los últimos dos años sobre los hospitales llevan a una conclusión también simple: la orquestación para favorecer a quienes desde un principio ya estaban en la tabla de juego.
Los empresarios involucrados ahora, que como cuña han tratado de frenar la aprobación de los dos decretos debieran estar no solo en los hospitales, sino en muchos otros actos de vigilancia pública. Hay entre ellos, hay que decirlo, muchos públicamente comprometidos aun a costa de aguarle la fiesta al gobierno.
Tal como en Ayotzinapa, la clase política se muestra sorda en el tema, cerrada.
MIRILLA
(Indulto) Si la amenaza de Malova sobre las marchas era una frase para enmarcarse, la del Procurador Marco Antonio Higuera de esta semana está para colocarla con letras gruesas en la entrada de la sede del edificio de la PGJE. Fácilmente podría suplir a la Dama de la Justicia —ciega y siempre en balance perfecto—.
Se le preguntó a Higuera cómo iba la Averiguación Previa que supuestamente habían abierto contra los pediatras por el bloqueo del bulevar Constitución en una protesta. Más allá de que se interrumpió —¿si había delito por qué se desisten?—, lo que ya ni siquiera sorprende es lo que siguió y que podrían colocar en lugar de la Dama: “vamos a respetar y hacer cumplir la palabra del Gobernador”. Subrayado, “la palabra del Gobernador”.
Lo que se cumple y respeta en Sinaloa es la palabra del Gobernador, no la ley.
Pero aun hay más, diría el clásico. El Gobernador y el Alcalde bloquearon una calle del centro, esa sí principal para el tráfico diario, ahí sí con una fuerte afectación a terceros —y cuartos y quintos—, pero para ellos vallas y tránsitos. Cuándo se le preguntó, la respuesta en el mismo sentido: “A ver, no se confundan…”
Paradojas de la vida, Malova premió esta semana como Sinaloense ejemplar a Gilberto Guevara Niebla, uno de los cabecillas del Movimiento del 68 y autor del libro La democracia en la calle: crónica del movimiento estudiantil mexicano.
En el Sinaloa de Malova, Gilberto Guevara Niebla lejos de ser premiado hubiera sido detenido, o mínimo con muchas averiguaciones previas, no hubiera escrito el libro que no requiere explicación, el título lo dice todo: La democracia en la calle.
En un buen ejercicio de sinaloenses, hubiera sido interesante escuchar al premiado y al que premia en un diálogo sobre el derecho de manifestación y la represión, sobre dañar a terceros y la democracia.
PRIMERA CITA
(El Chan Chan) Compay Segundo, uno más de los hechizantes cantantes cubanos —Silvio Rodríguez, Pablo Milanés— cuenta que él no compuso el Chan Chan, una de sus célebres composiciones, sino que la soñó.
Sus palabras son casi como música: “Sueño con la música. A veces me despierto con una melodía en la cabeza, oigo los instrumentos, todo muy clarito. Me asomo al balcón y no veo a nadie, pero la escucho como si estuvieran tocando en la calle. No sé lo que será. Un día me levanté escuchando esas cuatro noticas sensibles, les puse una letra inspirándome en un cuento infantil de cuando yo era niño, Juanica y Chan Chan, y ya ves, ahora se canta en todo el mundo”.
El Son del Chan Chan es tan simple que su música solo son cuatro notas y sus versos la repetición de apenas cuatro estrofas, pero en ellas hay un fuerte erotismo, velado pero perfecto, hay además nostalgia y amor.
Así, con la simpleza del Chan Chan puede explicarse mucho de la historia de esa pequeñísima isla, que es capaz de tanto amor y odio al mismo tiempo.
Y hablando de mensajes cifrados como los de Chan Chan, detrás del reinicio de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos lo que podría surgir en realidad son los intereses económicos del Imperio Yanqui, como diría Fidel. Grandes consorcios empresariales han presionado por la imposibilidad de entrar a Cuba, cuando China y Rusia se llevan todo el pastel.
DEATRASALANTE
(No está libre) Un oaxaqueño, Darío Castillejos; un croata, a Damjan Roce; y un iraní, Abbas Riazi, fueron los ganadores del Tercer Concurso Internacional del Cartón Sinaloa 2014, una iniciativa del también monero e ilustrador Sergio Navarro con apoyo del Instituto Sinaloense de Cultura.
Como acto de adivinación, Navarro propuso a los moneros del mundo el tema de “Corrupción”. Participaron dibujantes de 68 países (quien quiera verlos completos están montados en una de las salas del ISIC).
El cartón premiado muestra a una regordeta Dama de la justicia de espaldas, y entre las piernas una puerta por donde sale una mujer galante. El segundo lugar a un San Pedro corrupto, que acepta billetes a cambio de entrar al cielo por una barda, mientras otros muchos hacen cola. Y el tercer lugar, un dragón que deja el paso libre a un caballero que busca a la bella durmiente del castillo. La corrupción no tiene fronteras(PUNTO)
- Autor | Andrés Villarreal
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