La epidemia de obesidad en el mundo le cuesta a la humanidad unos 2 billones de dólares anuales, casi lo mismo que el fumar o el equivalente a la suma de los costos de la violencia, la guerra y el terrorismo, determinó un estudio difundido esta semana.
La averiguación del Instituto Global McKinsey determinó que la obesidad es uno de los tres peores problemas causados por la raza humana y su impacto representa hasta 2.8 por ciento de la producción económica mundial.
“La obesidad no es sólo un problema de salud”, dijo en un podcast Richard Dobbs, uno de los autores del estudio, “sino un gran reto económico y financiero también”.
La empresa determinó que 2 mil 100 millones de personas —casi 30 por ciento de la población mundial— están excedidas de peso o sufren de obesidad, y que la epidemia abarca alrededor del 15 por ciento de los costos de salud de los países desarrollados.
En los mercados emergentes, a medida que un país se hace más próspero, aumenta su tasa de obesidad al mismo nivel que los países desarrollados, determinó el estudio, agregando el sombrío pronóstico de que, de continuar las tendencias actuales, casi la mitad de la población adulta mundial sufrirá de obesidad para el año 2030.
Los autores del estudio argumentan que los esfuerzos para lidiar con esa enfermedad han sido hasta ahora demasiado graduales, y que se necesita una respuesta sistemática.
No hay una solución simple al problema, determina el texto, pero las discrepancias alrededor del mundo sobre cómo enfrentarlo están impidiendo el progreso. El análisis fue ofrecido como un punto de partida.
“Nuestro trabajo es como los mapas de los navegantes del siglo XVI”, dice el reporte. “En esos mapas faltaban algunas islas y algunos continentes estaban mal dibujados, pero sin embargo fueron de ayuda a los navegantes de esa época”.
Junio de 2011
De acuerdo con estimaciones de la Cámara de Diputados, el gobierno federal gasta 5.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano en programas para abatir el problema de la obesidad y el sobrepeso.
En México existen cinco millones de niños que ya tienen problemas de obesidad y sobrepeso, y 7 de cada 10 adultos están en la misma condición.
Durante su participación en los trabajos del XXXI Congreso Nacional de Pediatría que se realiza en el puerto de Acapulco, el secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Eladio Berber y Vargas, advirtió que de no atenderse las enfermedades relacionadas con este mal —diabetes, corazón y tumores—, en 20 años el gobierno podría estar gastando 30 por ciento del PIB.
“Esa sería una cuestión catastrófica que colapsaría el sistema de salud; por lo que es prioridad atender este problema, el cual se ha agudizado en México desde 1999. Se estima, dijo el secretario de la Comisión de Salud, que en el país existen 5 millones de niños que ya tienen problemas de obesidad y sobrepeso, y 7 de cada 10 adultos están en esa misma dinámica tan complicada”.
“Las tres principales causas de muerte son relacionadas con la Diabetes y sus complicaciones, corazón y tumores vinculados a la obesidad; el problema se reduce a que el mexicano come más de lo que gasta (en calorías)”.
A la ciudadanía, refirió el legislador federal, le preocupa más el problema de obesidad que la reforma del estado, la laboral y la ley de competencia.
“Asimismo, 7 de cada 10 niños pasan más de cuatro horas frente a la televisión o jugando con un video juego. Y en los 32 estados del país sólo se han aprobado la iniciativa para prohibir la venta de comida chatarra en 22; al resto no le interesa”, concluyó.
En México la diabetes le costó al país 778 millones 427 mil 475 dólares, tan sólo en 2010, afirmó el doctor Armando Arredondo, investigador titular del Instituto Nacional de Salud Pública de México, autor del estudio Costos de la diabetes en América Latina, publicado en la revista Value in Health (vol 14, junio 2011).
“El 92 por ciento de ese dinero se destina a tratar a pacientes no controlados y sólo el 8 por ciento para pacientes controlados”, explica el doctor Arredondo. Además, de América Latina, México es el país donde es más cara la enfermedad, pues al año, un paciente cuesta al sistema de salud 708 dólares en promedio.
En México hay nueve millones de personas que padecen esta enfermedad, de acuerdo a la Federación Mexicana de Diabetes.
Pacientes: los que más pagan
México gasta 15 por ciento del presupuesto total de salud en la diabetes. Es el país que más porcentaje destina en el mundo, tan sólo después de Sri Lanka, quien consigna el 16 por ciento.
Sin embargo, lo más grave es que la enfermedad representa un gasto catastrófico para las familias. “Los pacientes invierten más del 30 por ciento de sus ingresos en resolver el problema de la diabetes”, explica el Doctor Arredondo.
Números peligrosos
De todo el gasto en diabetes, 35 por ciento corresponde a las complicaciones que desarrollan los pacientes, generalmente no controlados. Y es que del 30 al 55 por ciento de los diabéticos no sabe que padece la enfermedad hasta que llegan las complicaciones. “Si se invirtiera más en prevención y promoción, no tendríamos ese gasto tan grande”, menciona el doctor Arredondo.
“Se debe duplicar lo que se invierte en prevención y promoción; y crear un programa de rendición de cuentas para monitorear cuánto gasta el IMSS, la Secretaría de Salud y el ISSSTE en los 10 principales problemas nacionales de salud, y evaluar así, el impacto directo de cada gasto”, concluye.
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La Alianza por la Salud Alimentaria denunció que los legisladores en vez de aumentar significativamente los recursos destinados a las prevención la obesidad y la diabetes, que se consideran son causantes de alrededor de 200 mil muertes anuales, los están reduciendo en 16.25 por ciento.
A lo anterior se suma el hecho de que los legisladores, a pesar de que han establecido por ley que todas las escuelas del país de manera obligatoria cuenten con bebederos/dispensarios de agua, están destinando una cantidad totalmente insuficiente.
La Alianza por la Salud Alimentaria señaló que los recursos asignados a los bebederos/dispensarios de agua equivalen a 1 mil 360 millones 87 mil 240 pesos, lo cual no es suficiente, ya que faltarían más de 2 mil 186 mdp tan sólo para iniciar la operación, ya que de acuerdo con el estudio “Valoración de impacto presupuestario”, elaborado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, se estima una inversión total de más de $11 mil mdp para la instalación de bebederos, dividido en tres años.
En relación con lo asignado para la prevención y el control de sobrepeso, obesidad y diabetes que ha pasado de 336 millones en la propuesta enviada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a 282 millones en la propuesta que se discute en el Congreso, lo que representa una reducción de 16.25 por ciento, el director de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, señaló: “Existe una profunda responsabilidad del Ejecutivo y del Legislativo en no asignar los recursos necesarios para combatir la catástrofe de salud que vivimos por la epidemia de obesidad y diabetes, de no seguir las recomendaciones de la OMS y de otros organismos internacionales y nacionales que señalan la necesidad de invertir en la prevención y modificar las prácticas de salud pública, que han estado basadas en la atención. Lo que están haciendo es sacrificar la salud de la población y el futuro del país. La cantidad asignada es totalmente ridícula, no representa ni el 0.30 por ciento de los destinado al sector Salud”.
El pasado 11 de noviembre, integrantes de Alianza por la Salud Alimentaria entregaron a los legisladores federales un contenedor para agua acompañado de una tarjeta con la leyenda: “Legisladores de ustedes depende… Bebederos de agua en todas las escuelas. El refresco es dulce, la diabetes no”.
“De esta forma, pedimos a los legisladores que cumplan su palabra y en el presupuesto de ingresos 2015 asignen recursos suficientes para la prevención de la obesidad y la diabetes, y para la instalación de bebederos y dispensarios de agua en todas las escuelas con las acciones complementarias para lograr una verdadera cultura del agua entre los escolares”.
