Hay muchas razones para dejar de tomar refrescos, la excesiva cantidad de azúcar que contienen es una de ellas. Solo para que lo sepa: una Fanta de fresa contiene 15.6 cucharadas de azúcar. Y está comprobado científicamente que el habitual consumo de refrescos es nocivo para la salud. Y algo que hasta hace poco no se sabía: adelantan el envejecimiento de las personas.
GULA/ Redacción
El 13 de octubre pasado, la Alianza por la Salud Alimentaria hizo pública parte de la Encuesta Nacional de Obesidad, relacionada con consumo de refrescos y la percepción que existe en la población sobre el impuesto con que es gravado desde que, este año, se aprobó en el Congreso.
Los resultados principales, de acuerdo a la información presentada, es que el 82 por ciento de los encuestados considera que la obesidad es grave, 85 por ciento piensa que el problema de la diabetes es muy serio y el 77 por ciento opina lo mismo sobre la desnutrición.
Según la Alianza por la Salud Alimentaria, que agrupa un conjunto de asociaciones civiles, organizaciones sociales y profesionistas preocupados por la epidemia de sobrepeso y obesidad en México, los consumidores mexicanos están tomando consciencia que beber refrescos y bebidas azucaradas es un riesgo.
En relación a la pregunta sobre cuál es la principal causa de la obesidad, el tercer lugar lo ocupó el consumo de estas bebidas, avanzando dos puntos con respecto a 2013, en donde quedó en quinto lugar.
Según la misma encuesta, el 52 por ciento de los entrevistados considera que consume menos refresco y bebidas azucaradas y para el 98 por ciento, ingerir refrescos aumenta el riesgo de padecer diabetes.
En cuanto a la cantidad, el 17 por ciento aseguró beber más de tres litros a la semana en 2014, cuando en 2013 el número de encuestados que bebía esta cantidad fue de 25 por ciento. De acuerdo al estudio, el 49 por ciento afirma que casi nunca toma jugos industrializados, lo que equivale al 13 por ciento más que el año pasado.
En lo referente a la percepción de la población sobre el Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS), 53 por ciento mostró su apoyo al impuesto a las bebidas azucaradas, 7 por ciento más que el año pasado. El 74 por ciento conocía sobre la aprobación del impuesto al refresco y 90 por ciento de los encuestados está de acuerdo con que los recursos del impuesto al refresco se destinen a la instalación de bebederos en las escuelas, 19 por ciento más que en 2013.
Coinciden otros estudios
Por su parte, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Centro de Población de la Universidad de Carolina del Norte, realizaron un estudio para estimar el efecto del impuesto de un peso por litro a bebidas con azúcares y muestran como resultados preliminares que existe una reducción de aproximadamente 10 por ciento en su compra en el primer trimestre del 2014, en comparación con el primer trimestre del 2013.
Los resultados también muestran un aumento de alrededor de 7 por ciento en las compras de bebidas sin impuesto (como bebidas con edulcorantes artificiales, agua mineral carbonatada, agua simple, jugos sin azúcares adicionadas y leche sin azúcares adicionados) y, dentro de esta categoría, un incremento de aproximadamente 13 por ciento en la compra de agua simple.
El 7 de mayo de este año, se aprobaron las modificaciones a los artículos 7, 11 y 19 de la Ley General de Infraestructura Educativa, en donde se marca que las escuelas del país deberán otorgar oferta suficiente de agua potable para consumo humano y que se garantizará la existencia de bebederos suficientes y con suministro continuo de agua potable en cada inmueble de uso escolar.
La propia Cámara de Diputados estimó una inversión a tres años, considerando 3 mil 546 millones de pesos (mdp) para el primero, y eso sólo comprendía la instalación de los bebederos, y no los sistemas para llevar o captar agua para los planteles que no cuentan con el líquido, ni los esfuerzos que deben realizarse para la conservación del agua misma.
A pesar de ello, en el Proyecto de Egresos, el Ejecutivo sólo asignó 1 mil 350 mdp para el primer año, volviendo inviable el objetivo de establecer el acceso al agua potable en todas las escuelas.”
La recaudación esperada para el gobierno por el impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos calóricos durante 2014 asciende a 12 mil 400 mdp y para el 2015 se calcula conseguir 18 mil 271 mdp.
Nota técnica: La Encuesta Nacional de Obesidad reúne la opinión de 1 mil 500 personas mayores de edad, que fueron encuestadas en sus viviendas en la los primeros días de agosto del año en curso.
Dice la OMS:
La OMS y sus estados miembros han expresado de manera concluyente que el consumo de bebidas con elevado contenido de azúcar es nocivo a la salud, que el consumo de azúcares en exceso en cualquiera de sus formas (sacarosa, fructosa, glucosa, etc.) brinda sólo calorías vacías, lo que contribuye al aumento de peso y al desequilibrio hormonal.
Para enfrentar esta epidemia de obesidad y sobrepeso, la evidencia científica muestra la importancia de un abordaje integral.
En 2013, durante la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), los estados miembros aprobaron El Plan de Acción para la Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles. Este Plan de Acción propuso un menú de opciones políticas, incluyendo políticas fiscales.
México es el primer consumidor de refrescos a nivel mundial con 163 litros por persona al año, consumo 40 por ciento mayor que el de un estadounidense promedio con 118 litros al año y de conformidad con un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de julio 2013, México ocupa la tasa más alta de obesidad en adultos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Los refrescos te hacen viejo
Si no fueran suficientes las consecuencias del consumo de refrescos en materia de obesidad, debes saber que las bebidas azucaradas promueven el envejecimiento prematuro y, con ello, el desarrollo de enfermedades crónicas.
De acuerdo a un estudio encabezado por la Universidad de California, en San Francisco (UCSF), el consumo regular de las bebidas azucaradas se asocia con el envejecimiento celular prematuro, lo que hace al organismo más susceptible a desarrollar enfermedades crónicas.
“El consumo regular de bebidas gaseosas azucaradas podría influir en el desarrollo de enfermedades no solo mediante el esfuerzo de control metabólico del cuerpo de los azúcares, sino también a través de la aceleración del envejecimiento celular de los tejidos”, dijo en un comunicado la profesora Elissa Epel, una de las autoras de la investigación.
En el estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica American Journal of Public Health, los expertos analizaron el ADN de las células blancas de la sangre de más de 5 mil personas con edades de entre 20 y 65 años, y sin antecedentes de diabetes o enfermedades cardiovasculares.
A los participantes se les solicitó que reportaran la frecuencia con la que consumían bebidas azucaradas.
Se encontró que el consumo diario de un refresco azucarado de 350 mililitros (ml) se asociaba con un envejecimiento biológico adicional de 4.6 años.
(Nota tomada de Alianza por la Salud Alimentaria. Fuente original: Reporte Índigo).
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