Los Mochis, Sinaloa.- El Ayuntamiento de Ahome cedió una cancha de futbol uruguayo a “coyotes” para que estos comercialicen sin problema sus vehículos importados y carentes de placas de circulación.
La cancha que ahora es estacionamiento de “coyotes” se ubica a espaldas de la Dirección de Tránsito Municipal. El terreno es propiedad de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Ahome, y es en donde se proyectaba construir el polígono de la Policía Ministerial del Estado. Esto es en bulevar Centenario, al oriente de la ciudad.
Los vendedores de carros tenían años posesionados de la alameda Mochis-Topolobampo, sin que autoridd municipal los sometiera al orden.
Incluso se dieron el lujo de enfrentar y anular cualquier intento de reubicación, con cierre de calles y carreteras. Y fueron más allá. Y es que trienio atrás, el cabildo aprobó el retiro de los tianguis callejeros de vehículos de procedencia extranjera y promulgó un reglamento con el que los confinaba a un predio, ubicado en el “Trébol”. Y aún así lo rechazaron, y doblegaron al gobierno, que entonces no opuso la ley para hacerla cumplir, sino que cedió al chantaje de las movilizaciones.
Esta mañana de jueves, los “coyotes” se posesionaron del predio en tanto que dompes y motoconformadoras esparcieron por la cancha metros cúbicos de balastre. Esto para impedir que los autos “chocolates” se ensucien con el polvo, puesto que la cancha nunca contó con pasto, y únicamente crecía zacate cuando la humedad de las lluvias lo permitia.
Conocida como la “canchita de Tránsito”, el campo era el único en la ciudad que funcionaba con la aportación de futbolistas.
Durante años, estos aportaron lámparas, cableado y cooperaron para la compra de los postes.
Así la cancha podría ser ocupada las 24 horas del día, y no solamente en horarios diurnos.
El futbol nocturno floreció en esa cancha, cuyo costo de acceso nunca nadie pagó porque era inexistente. Bastaba con llegar con un balón para que el lugar cobrara vida, y para que se armaran los equipos, iniciándose un juego fraterno que terminaba en camaradería.
Hoy, el ayuntamiento clausuró el lugar y lo entregó a los “coyotes”.
Hoy los futbolistas perdieron un campo deportivo nocturno, el primero en la administración de Arturo Duarte García que favoreció a comerciantes ilegales.
