Guillermo Bojórquez
Al hablar de la relación entre vino y salud nos podríamos dejar llevar por los tabúes y la unión que existe entre el vino y las bebidas alcohólicas en general y no llegar a nada positivo. Hay muchas cuestiones en torno a esta bebida, de las cuales a veces no conocemos la respuesta y preferimos pasar de largo con el tema.
El vino, en sí, es la bebida producto de una serie de procesos por los que atraviesa la uva, que abarcan desde la recolección del fruto hasta el embotellamiento del vino. El tequila, vodka, whisky y este tipo de bebidas de alto grado alcohólico son denominados como destilados, ya sea agave, papa o cual sea su origen. Por lo tanto, vino es sólo aquel que se obtiene de la uva, y puede ser tinto, blanco o rosado.
Algunos de los beneficios que se obtienen del consumo moderado de vino fueron poniéndose de manifiesto por sí solos, pues la gente que lo consumía de manera regular, presentaba menos índice de mortalidad por enfermedades cardiovasculares que la que no lo hacía, esto principalmente en los países que rodean el mediterráneo, ya que su dieta es fiel al consumo frecuente de vino.
A partir de allí se empezaron a realizar estudios que, aún en la actualidad, siguen otorgándole crédito a la bebida.
En 1991, la cadena CBS, a través de su programa 60 minutos que se tituló “La paradoja francesa”, presentó un estudio en el que se reveló que aunque los franceses comían una gran cantidad de grasas saturadas, similar a la que consumían los estadounidenses, el número de muertes a causa de enfermedades coronarias era 2.5 veces menor que en los Estados Unidos. La posible causa: el consumo de vino.
Al principio asociaban sólo el contenido alcohólico del vino con el beneficio en la sangre, ya que de cierta forma la adelgaza y permite una mejor fluidez. Sin embargo, estudios posteriores indicaron que el consumo de vino, en comparación con la ingesta proporcional de cualquier otro tipo de alcohol, trae consecuencias positivas debido a que en su estructura existen sustancias con propiedades antioxidantes, lo que lleva a una reducción en niveles de presión sistólica y diastólica, triglicéridos y colesterol perjudicial (LDL).
Además ayuda a mantener el equilibrio en la flora intestinal y conduce a la proliferación de colonias bacterianas saludables.
La variedad tinta es la que contiene mayor cantidad de propiedades benéficas, pues contiene más antioxidantes que los blancos o rosados, por lo que recomiendan su consumo moderado de uno a dos vasos de vino al día, según sea el peso y sexo de cada persona.
