Denunciar penalmente a quien obligue a pagar cuotas en escuela públicas: investigador de la UNAM
Si algún maestro o directivo de una escuela pública condiciona u obliga a un padre de familia a pagar una cuota que se dice voluntaria a cambio de permitir el acceso de su hijo al plantel, los padres están en su derecho de denunciarlo y penalmente, no hay de otra, porque es una contravención a lo que la Constitución y la propia ley establece”, afirma el catedrático e investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, Ángel Díaz Barriga.
Explícitamente, recalca, queda claro que ningún alumno puede estar impedido de entrar a clase por motivo de cuotas escolares en las escuelas públicas, procedan de donde sea. Hasta donde se sabe, la propia legislación establece e incluso prohíbe a las sociedades de padres de familia establecer algún pago y menos condicionar la asistencia de un alumno a cambio de cubrir una cuota.
“No conozco ningún caso de presión ejercida contra padres condicionándoles el acceso de sus hijos a las escuelas a cambio de cubrir cuotas, pero si hubiera un caso de este tipo hay que denunciarlo penalmente”.
Si una sociedad de padres de familia llegare a establecer alguna cuota voluntaria, tampoco está impedida de hacerlo. Pero lo que hay que tener claro es que esta práctica es inducida por los maestros o directivos de las escuelas para mejorar algún elemento de infraestructura escolar, pero aunque no es adecuado, tampoco es una práctica de privatización.
Señala que el artículo Tercero Constitucional es muy claro en el sentido de que la educación básica que ofrece el Estado es gratuita, laica y obligatoria y por tanto es una garantía constitucional.
Al referirse a la Reforma Educativa, dijo que es una reforma constitucional más de carácter laboral que educativo. Para nada se toca un sistema de cuotas. No le ve por ningún lado ese sesgo privatizador. Solo se ha dicho esto sin analizar prudentemente su contenido. ¿Usted se imagina a la Coca-Cola comprando el sistema educativo?, eso sí es privatizar.
Considera que hablar de una posible privatización de la educación “es un absurdo, eso no existe en México. Es como engañar a la sociedad. Ni la Ford Motor Company ni cualquier otra empresa transnacional que me nombre está interesada en comprar la educación”, puntualiza.
Otra cosa totalmente distinta es que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) haya impuesto al Gobierno mexicano un sistema educativo subordinando la política educativa del país a este organismo económico internacional, que a su vez está presionado por el capital financiero internacional para adaptarlo al modelo económico neoliberal. Pero no es privatizar, diría que en todo caso es entregar el gobierno de la educación a un organismo extranjero.
Lo preocupante para el catedrático autor de libros y artículos sobre educación, es que este organismo busca que toda la educación del mundo sea homogénea y México —como muchas otras Naciones— tiene características económicas muy particulares que impiden que el sistema educativo nacional sea homogéneo. En la misma zona rural hay comunidades campesinas, grupos indígenas y con asimetrías económicas muy marcadas y con estas diferencias no puede haber el mismo rendimiento escolar, que es el supuesto de la OCDE.
La OCDE, dice, está basándose en los niños de Suiza, no en la realidad mexicana. Pero insisto, eso es un error de política. En ningún momento la OCDE, con todo y que es un organismo internacional, va a comprar el sistema educativo mexicano.
Ciertamente con esta imposición del modelo educativo extranjero a México, el país está perdiendo autonomía y lo que está pasando es un gran desconcierto entre el mismo sistema educativo y el funcionamiento del trabajo en el aula. Hay una disfuncionalidad que tampoco se puede mostrar porque los exámenes que aplica la OCDE demuestran que los alumnos mexicanos tienen malos aprendizajes.
