Reclamo a Malova: “Paga lo que debes”

 

 

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Esta semana, protestas de constructores, burócratas de confianza y empleados de salud

 

 

 

A pocos días de dejar la gubernatura, el nombre de Mario López Valdez ha acumulado más repudio que nunca antes en su administración. Las protestas llegaron desde diversos frentes pero con la misma exigencia: que paguen lo que deben.

En un solo día, un desfile de maquinaria pesada, revolvedoras y camionetas de trabajo, le recordaron al mandatario estatal que una de sus obras emblemáticas, el estadio de béisbol de Culiacán, aún tiene adeudos. Pocas horas después, los trabajadores de confianza del aparato gubernamental estallaron en una serie de paros laborales por todo el estado ante el aviso de que su aguinaldo sería recortado.

En medio de las protestas, la Cámara de la Industria de la Construcción (CMIC) alzó la voz para recordar que con los constructores también hay recursos pendientes de pagar.

Para cada frente, el gobierno de Mario López Valdez tiene respuestas diferentes. A los proveedores y constructores del estadio de beisbol no se les reconoce el adeudo. A los trabajadores de confianza se les ha pedido esperar hasta el 20 de diciembre, mientras que a la CMIC se les ha contestado como aquel popular refrán que reza “debo no niego, pago no tengo”.

 

Una deuda de mitad de sexenio

A los más de 150 constructores que han recurrido a su cámara para ejercer presión ante una deuda de 47 millones de pesos que se arrastra desde 2013, el gobierno de Sinaloa les habría pagado en diciembre de 2015, pero los cheques fueron cancelados de último momento.

Que las órdenes de pago se hayan entregado y después cancelado por falta de dinero, genera dudas y desconfianza de parte de la cámara. Incluso, Ricardo Borboa Quintero, líder de la CMIC zona Centro, cuestionó que esta acción pudiera tratarse de un desvío de recursos.

“En otros sexenios ha habido adeudos pero nunca por tanto tiempo. Esto no puede ser normal porque existió el dinero y las obras ahí están, no puede ser que haya pasado tanto año y siga esa deuda”, señaló.

Borboa Quintero explicó que una parte del adeudo del gobierno de López Valdez se trae desde 2013, cuando el huracán Manuel impactó el centro y norte de Sinaloa.

Por la reparación de caminos, limpieza y reconstrucción de accesos ante la emergencia de Manuel, el gobierno estatal les debe casi 5 millones de pesos, pero a otro grupo de constructores les adeuda 15 millones de pesos por trabajos realizados para rehabilitar los servicios de agua, drenaje y líneas eléctricas después del huracán.

El dirigente empresarial detalló que además de los recursos pendientes por Manuel, la administración estatal adeuda las obras que se realizaron para que los Centros de Salud se certificaran y se pudiera acceder al programa de Seguro Popular. Por estos trabajos se les deben 8 millones de pesos.

En la categoría de “otros rubros”, la CMIC enlista obras diversas que van desde el relleno de un túnel por el que se fugó un reo del penal de Aguaruto, hasta un parque público en Los Mochis, obras que suman en total una deuda de 18.6 millones de pesos.

“Lo que si veo es que el constructor ya está cansado, nosotros hemos colaborado, deseamos que el gobierno salga bien, que no tenga tanto problema como el que se está viendo, pero vemos una dispersión en los funcionarios, un relajamiento de la disciplina y eso nos preocupa y no queremos que el otro gobierno venga en las situaciones en la que le están dejando esto”, criticó Borboa Quintero.

 

El Estadio que nadie quiere pagar

 

Pero a diferencia de los constructores de la CMIC que sí cuentan con una deuda debidamente registrada, un grupo de constructores y proveedores que edificaron el estadio de béisbol de Culiacán reclaman el pago de 110 millones de pesos que fueron prometidos pero no contratados debidamente.

En la semana que transcurrió, el grupo de empresarios anunció que presentarían una demanda  para exigir el pago y un día después salieron a las calles armados con su equipo de trabajo. Sobre las principales vías de Culiacán, los constructores desfilaron en sus maquinarias pesadas, revolvedoras y hasta en un trascabo.

Con enormes mantas que ventilaban el adeudo de López Valdez hacia el sector constructor, los vehículos desfilaron a lo largo del Par Vial y después llegaron a Palacio de Gobierno, en donde dieron varias vueltas alrededor del recinto administrativo al tiempo que hacían sonar incesantemente sus cláxones.

El conflicto con los proveedores que fueron subcontratados por la empresa que ganó la licitación VIBOSA, comenzó desde finales de octubre pero hasta la fecha no se ha llegado a una solución.

Incluso, un día después de la protesta, Armando Villarreal Ibarra, secretario de Administración y Finanzas, rechazó definitivamente que el gobierno de López Valdez reconozca la deuda y señaló que la empresa VIBOSA debe hacerse cargo de solucionar el conflicto.

                                               

La indignación burocrática

Malova, sigues bailando a los trabajadores”, rezaba un improvisado cartel que se colgó con cinta adhesiva sobre las plumas de control de acceso al Centro Estatal de Seguridad Pública en donde casi 300 trabajadores de confianza suspendieron labores durante cuatro horas, al enterarse que su aguinaldo sería reducido a menos de la mitad.

El rumor comenzó desde el lunes 12 pero fue hasta el jueves 15 de diciembre, un día antes de que el aparato gubernamental saliera de vacaciones, que la indignación explotó.

Un comunicado que suspendía las vacaciones entre los trabajadores de confianza y la oficialización de que sólo se pagarían 15 días de aguinaldo en lugar de 60, sacó a los burócratas de sus oficinas en todo el estado.

De acuerdo con el artículo 49 de la ley de Trabajadores al Servicio del Estado, actualizada para el 2016, se establece que los trabajadores tendrán derecho a un aguinaldo anual de 60 días de salario que deberá pagarse antes del 20 de diciembre “sin deducción impositiva alguna”. Pero el gobierno de Mario López Valdez decidió de último momento que quería ser austero y “ajustarse el cinturón”. El argumento fue recibido con críticas y enojo por parte de los trabajadores.

La inconformidad no se detuvo y un día después, el último día antes de salir de vacaciones, los trabajadores de confianza llenaron los pasillos y la recepción que se ubica afuera del despacho de López Valdez y las oficinas del tesorero estatal, Villarreal Ibarra.

A gritos de “aguinaldo, aguinaldo”, los empleados presionaron durante horas. Al mismo tiempo, trabajadores de la Procuraduría General de Justicia del Estado hicieron lo mismo en Mazatlán y Los Mochis.

La respuesta vino a través de una rueda de prensa en donde estuvieron Gerardo Vargas Landeros, secretario de Gobierno; Marco Antonio Higuera Gómez, procurador de Justicia de Sinaloa y Villarreal Ibarra. Ahí se anunció que el recurso estaba asegurado para pagarse a más tardar el 20 de diciembre pero sólo entre el trabajador de menor nivel y hasta jefes de departamento. Los recursos para directores y secretarios de despacho seguían pendientes.

Se dijo que en aguinaldos para personal sindicalizado y trabajadores de confianza se erogarán mil 500 millones pesos y será entregado a más tardar el 20 de diciembre, luego de gestiones que se realizan con el gobierno federal.

“Tomamos esa decisión (recorte de aguinaldo) buscando ser más eficientes en el manejo de las finanzas, hoy en día la sociedad está reclamando que los gobiernos tenemos que ser más austeros y esta acción fue encaminada a ese principio. Entendemos que es un temporada complicada y por eso vamos a buscar hacer un esfuerzo en el tema financiero para poder cumplirles”, dijo Villarreal Ibarra al asegurar que el aguinaldo completo se pagará.

 

El bono prometido

Al mismo tiempo que los burócratas reclaman su aguinaldo, los trabajadores de los Servicios de Salud del Estado exigen que se les entregue los vales que año con año les envía el gobierno federal. Este recurso federal que se entrega etiquetado para cumplir con el apoyo a los trabajadores ahora es un faltante en el gobierno de López Valdez.

Luego de diversas protestas en todo el estado y hasta la suspensión de los servicios en los hospitales de los Servicios de la Salud de Sinaloa, el secretario Ernesto Echeverría Aispuro aseguró que se gestionan recursos para cumplir con la entrega de 59 millones de pesos en vales.

“Que no se desesperen vamos a estar al pendiente de este asunto. Pero sí decirles que no con marchas, bloqueando hospitales van a lograr esto, estamos totalmente conscientes de la necesidad de este recurso”, dijo.

Hasta el cierre de esta edición, ninguno de los pagos pendientes enlistados aquí se habían realizado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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