NoticiaSin subsidios y entrampados en redes oficiales de complicidad con barqueros

La indignación del sector pesquero ribereño contra el gobierno es evidente, pues los están convirtiendo en proscritos por dedicarse a la captura artesanal de camarón con la clara intención de hundir la actividad en la insolvencia.

Ellos observan un desplazamiento sistemático para entregar la actividad a industriales y … al narco.
Un destierro a través de políticas públicas al que se niegan, aferrándose con todo para sostenerse en una actividad que se abandona para forzar el fracaso comercial y llevarla a pique, al fondo del mar.

Contra esa política gubernamental de erradicación, unos 20 directivos cooperativistas ribereños se alzaron exigiendo el inminente final de la veda de camarón en el Pacífico para el 10 de septiembre, habiendo desechado de plano una anterior, la del 20 de agosto, pues las mejores mareas se presentarían en esa fecha, y posterior a ella, llegarían las malas y con ello la emigración de la especie a aguas profundas en donde los pescadores de altamar llevan mano, y las de perder, los de bahía.

Pocos días después del posicionamiento que se perdió entre la defensa de funcionarios menores acusados de corrupción y otros temas, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) les dio un remazo y fijo el arranque para el 18 de septiembre a las 00:00 horas, por acuerdo del Comité de Veda.

se día se tendrán mareas de baja intensidad, y por tanto, malas para los pescadores ribereños. Un arranque, por demás, malo por condiciones naturales del movimiento del océano a reacción del posicionamiento lunar, sin influir ninguna otra razón.

Lo que los pescadores ribereños no querían que sucediera, Conapesca lo ordenó desde el escritorio, y con ello los condenó a una temporada mala, y a sus familias a la miseria, subsistiendo de las ayudas gubernamentales.

Los dirigentes de las federaciones de pescadores ribereños Siglo XXI y del Norte de Sinaloa y Sur de Sonora, José Alfonso Chaparro Bojórquez y José Leonel Sánchez Cota coincidieron en que tendrán un arranque de malo a malísimo, lo que podría generar confrontación con los vigilantes de la bahía para impedir la invasión de zonas exclusivas de captura para los barqueros.

“El camarón ya habrá salido de la bahía, porque la marea más grande del año ocurrió el 31 de agosto. La mayoría del camarón se va a aguas marinas, y entonces sucede la segunda generación de camarón, con menor tamaño y menos volumen. Los ribereños lo van a ir a buscar en donde esté, y en ello va implícita la invasión de zonas de 5 brazas en donde los armadores tienen su concesión. Esa invasión de áreas se da porque hay prisa por los pescadores de pagar sus préstamos para redes, gasolina y hielo que hicieron algunos particulares y empresas, porque el gobierno, hace bastantes años que ya no subsidia la actividad”, opinó Chaparro Bojórquez.

La política federal no ha beneficiado a la pesca, porque las bolsas para los subsidios se han eliminado por los diputados federales, que ni ellos saben lo que aprueban, pero reconocemos que la Conapesca ha hecho por cuidar el recurso, pero es insuficiente, consideró el líder.

Esto ha provocado que el camarón se lo lleven los furtivos desordenados.

Chaparro consideró que la política de diferenciar las fechas de arranque de la temporada es excluyente, porque las condiciones en el Pacífico son similares y no distintas ni diversas en el alto Golfo, en Sonora, en donde se aprueba un inicio simultáneo, pero en Sinaloa es diferida entre ribereños y altamar.

Luis Ángel Montoya Montoya, presidente de la Federación de la Ribera de Sinaloa, dijo que la temporada que está por arrancar está difícil, porque procede de una mala temporada de jaiba. “Estamos viviendo de préstamos, avituallando con particulares y sacando a crédito las artes de pesca a pagar con las capturas de camarón, queremos una temporada regular que pueda salir para pagar y dejar un remanente para imprevistos”, consideró.

Agustín Jaime Salazar de la Cerda, de Angostura, Ernesto Parra Leyva, Guasave, Rosario Martínez Santos, de Sinaloa, y Jesús Antonio Pérez López, respaldaron a los federativos y reiteraron que la situación en los campos pesqueros está difícil y el nivel de subsistencia va decreciendo.

Alfonso Basópoli, pescador indígena, dijo que, aunado al abandono del gobierno, ahora, los grupos criminales regentean a las cooperativas exigiéndoles la venta del producto y a los pescadores les fijan los tiempos en que trabajaran en la bahía, cuándo salen, cuánto pescan y hasta a quien deben vender.

Dijo que muchos pescadores indígenas aceptaron las condiciones porque en Bacorehuis no hay gobierno que defienda al pueblo, y sí criminales que lo explotan.

Demandó al gobierno para que envíe ayuda a los campos pesqueros.

Artículo publicado el 10 de septiembre en la edición 1076 del semanario Ríodoce.