Con gritos de “¡fuera, fuera! se marchó el presidente de la JUCOPO, el priísta Víctor Godoy, de la Sala de Sesiones del Congreso del Estado, luego de entregar el informe de labores de la legislatura saliente a la entrante.
El salón estaba a su máxima capacidad, en la butacas de la parte superior los ánimos de los asistentes estaban envalentonados y gritaron al gobernador; “¡No se lleven el Fonden!. Luego se escucharon a lo largo de la mañana diversas consignas: “¡fuera corruptos!, ¡el pueblo manda!, ¡se le acabó el agua al bule!, ¡el pueblo unido, jamás será vencido!”
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En la zona baja de las butacas de la sala de sesiones estaban colocados los funcionarios, dirigentes de partidos, diputados federales, senadores, próximos funcionarios morenistas. Ahí el ánimo era más mesurado. No había consignas ni vitores de apoyo ni rechazo.
A medida que transcurría la sesión solemne, seguía en el graderío de la parte superior la euforia con gritos variados como “¡Es un honor estar con Obrador! ¡Ni PRI ni PAN gobierno popular! ¡Queremos que regrese Malova…lo que se llevó!”
Era la mañana en la que se abrió un nuevo capítulo en la historia parlamentaria de Sinaloa, el PRI ya no era mayoría. Ahora debutaba Morena como nueva mayoría, y el PRI se convertía en una minoría.
Pasado los honores de rigor y teniendo como testigo de honor al gobernador Qurino Ordaz Coppel, los seguidores de Morena seguían una y otra vez festinando la retirada del PRI como partido mayoritario.
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Desde antes de las 9:00 de la mañana un ciudadano se colocó en el acceso vehicular principal con una cartulina que decía: “Legislatura saliente: que bueno que ya se van, ratas asquerosas, mafiosos chafas de tercera jamás vuelvan (PRI, PAN, PRD, PAS) por traidores a Sinaloa. Quirino: Los ciudadanos te vamos a estar checando”.
A diferencia de otras legislaturas, la mayoría de los rostros ubicados en las curules eran nuevos. Pocos los conocidos en el escenario político: El ex alcalde de Navolato, Marcos Almaral (PT); José Manuel Valenzuela (PAS), alcalde con licencia de Angostura; los ex diputados federales Gloria Himelda Félix (PRI), Jorge Villalobos (PAN). Presentes también las tres diputadas que logran reelegirse, Ana Cecilia Moreno Romero (PRI), Angélica Díaz Quiñónez (PAS) y Guadalupe Iribe (PRI).
Presentes también los nuevos personajes como Karla Montero Alatorre (PES), quien llegó muy temprano a la sesión solemne para cumplir con la invitación que le habían hecho para tomarse una foto oficial. Había dejado su carro estacionado sobre el lodo afuera del edificio del Congreso del Estado. No usó el distintivo oficial para tener un lugar reservado en el estacionamiento.
“Si no están dejando entrar a la gente, de que pinche privilegio gozo yo”, expresó.
Presentes también los nuevos liderazgos parlamentarios. Graciela Domínguez Hernández a la cabeza de la diputación de Morena, que la convierte en el personaje de mayor peso en el Poder Legislativo; y Sergio Jacobo, líder de los diputados del PRI, pero al mismo tiempo el brazo interlocutor con el gobernador.
Desde lo alto, el activista social Gabriel Campos, quien está vez había llegado con invitación por escrito que recibió para estar presente, se levantó de su butaca para pedir, con voz potente, auditoría para el alcalde de Culiacán, Antonio Castañeda, el ex alcalde Jesús Valdés y el gobernador Quirino Ordaz.
Luego del protocolo, los honores, el himno nacional, llegó la primera dosis de mayoría que Morena aplicó al PRI. La propuesta de que la Mesa Directiva se iba al PT, una versión que una noche antes se cocinó, sin que los diputados del PRI pudieran hacer nada. El PRI por dignidad declinó participar en la Mesa Directiva.
Eran los tiempos de otra mayoría. Concluía así la sesión.
“¡No mentir, no robar y no traicionar al pueblo, recuérdenlo”, se escuchó desde lo alto de la tribuna.
