Finalmente, la Liga Mexicana de Beisbol tuvo que ceder ante la fuerza de Probeis y no le quedó de otra más que doblegarse so pena de no recibir recursos de un presupuesto que contempla Édgar González para el añejo circuito.
La LMB ya se había apropiado de la selección nacional para los eventos internacionales, pero el Director de Probeis le puso un “estate quieto” a Javier Salinas y así es como la liga de verano comparte ahora el armado de las selecciones nacionales con la Liga Mexicana del Pacífico.
De hecho ya se formó un comité de selecciones para el Premier 12 a celebrarse del 2 al 5 de noviembre en el Estadio Charros, donde será la competencia del Grupo A.
El comité deportivo lo integran Ray Padilla (Charros de Jalisco), Jesús El Chino Valdez (Venados de Mazatlán), José Meléndez (Acereros de Monclova), Miguel Ojeda (Diablos Rojos) y David Cortés (Leones de Yucatán).
#PROMESAS… El otro caso donde Probeis le “dobló las manos” a la LMB es en el tema de los prospectos, un asunto que se les salió de control desde hace más de un año cuando se confrontaron y se pusieron con sansón a las patadas, es decir con MLB.
Inmersos en una crisis de la que no han podido salir, la Liga Mexicana no quiso pleito con Probeis y mejor optó por atender la orden que trae el VOBO de la Presidencia de la República: Cada uno de los 16 clubes deberá aportar a sus mejores seis prospectos de 14-17 años para concentrarlos en Jalisco con una Liga Nacional de cuatro equipos que iniciará en julio y de paso incluirá un Showcase con la presencia de los equipos de Grandes Ligas.
Algunos equipos de la LMB se reportaron ayer a Puro Beisbol para quejarse de que no les habían avisado y apenas ayer les llegó el memorándum de la Liga como una orden.
Y es que esos clubes tienen temor de que Probeis se quede con ellos y los negocie a MLB sin que les toque un peso.
“De por si ahorita no podemos vender jugadores a Grandes Ligas porque no nos fijamos bien en las cláusulas y nos estafaron”, me comentó uno de los ejecutivos, quien, desde luego, pidió no se mencione su nombre.
Y es que ya sabe usted: Las multas están a la orden del día en la LMB, donde no existe libertad de expresión.
ROLETAZOS:
*AHORA BIEN, dentro de la fuerza que pierde la LMB, lo bueno es que ya se alinearon para recibir un beneficio económico de Probeis y ojalá éste se vea reflejado para cada uno de los 16 clubes como la empresa que son constituida por 14 socios (por aquello de las dos multipropiedades). No vaya a ser que les vuelvan a ver la cara, como ocurrió con el ex Director de la CONADE, Alfredo Castillo, quien les quedó debiendo 15 millones de pesos en publicidad y jamás volvieron a saber de él.
*FERNANDO SALAS es apenas el sexto lanzador mexicano de la historia que retorna a las Grandes Ligas, luego de haber regresado a la LMB. Le antecedieron Vicente Romo, Horacio Piña, Salomé Barojas, Fernando Valenzuela y Vicente Palacios, destacando los casos de El Huevo y El Toro. Romo lanzó de 1968 a 1974 en MLB y para 1975 ya estaba con los Cafeteros de Córdoba antes de regresar en 1982 al equipo grande de los Dodgers.
*FERNANDO VALENUELA retornó en par de ocasiones. En 1992, luego de lanzar un año anterior con los Serafines de California, el sonorense hizo su aparición con los Charros de Jalisco y para 1993 regresó a la gran carpa con los Orioles de Baltimore. Al año siguiente volvió al equipo tapatío y para 1995 ya estaba de vuelta con los Padres de San Diego, donde se mantuvo tres temporadas aún y cuando la de 1997 compartió su labor con los Cardenales de San Luis, su último equipo en el Bisghow.
*EL COLEGA Horacio Ibarra se reporta desde Monterrey para abundar sobre Héctor Espino y la temporada que utilizó el número 46 en su espalda: “Cuando él decidió reportar a los Sultanes después del fallecimiento de Anuar Canavati, y ser convencido por Cono Canavati (primo de Anuar y posteriormente dueño de Alijadores en los primeros años de los 70) para que retornara al club, se encontró con que el número 21 ya era usado por Willie Tasby, ex ligamayorista que había sido cuarto bate con los Medias Rojas de Boston e incluso llegó a alinear después de Ted Williams, causando que Espino usara otro número, siendo este el 46, en honor a los jonrones bateados el año anterior”.
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Columna publicada el 30 de junio de 2019 en la edición 857 del semanario Ríodoce.
