Este lunes, Estados Unidos reabrió sus fronteras terrestres y aéreas a viajes no esenciales, después de haber permanecido cerradas desde marzo de 2020.
Para ingresar a suelo estadounidense, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que los pasajeros deberán presentar impreso su esquema de vacunación completo, pasaporte y visa, y declarar de manera verbal su estatus de vacunación y motivo de viaje.
Los menores de edad provenientes de países donde no exista aún disponibilidad de vacunas por su criterio de edad, quedan exentos a los requerimientos de vacunación.
La Casa Blanca detalló que la apertura de fronteras es para el turismo, encuentros familiares.
También podrán hacerlo los viajeros internacionales que estén vacunados y que vuelen desde los países sometidos hasta ahora a restricciones de viaje por la pandemia, una lista que incluía a los 26 Estados europeos del espacio Schengen, además de Reino Unido, Irlanda, Brasil, China, Irán, Sudáfrica e India.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) ha advertido ya que prevé que ante “el mayor volumen de viajeros, los tiempos de espera en las aduanas se prolonguen” por lo que recomienda contar con los documentos a mano y mostrar “paciencia”, según indicó en un comunicado divulgado la semana pasada.