Amparados en el marco legal, el grupo parlamentario de Morena le apuesta a sostener a Marco César Almaral Rodríguez en la presidencia de la Mesa Directiva en el segundo año de la actual Legislatura, mientras que la bancada del PRI sostiene que esta posición le corresponde a su partido como primera fuerza minoritaria.

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La Ley Orgánica del Congreso del Estado señala que cada año debe elegirse un nuevo presidente y que es posible la reelección en el cargo, aunque en las legislaturas recientes no se ha visto que un presidente de la Mesa Directiva repita.

Durante la presente Legislatura, el primer encono entre los grupos parlamentarios de Morena y PRI fue precisamente la disputa de la Mesa Directiva del Congreso del Estado de Sinaloa.

De acuerdo con el marco legal, Morena está imposibilitada para presidir la Mesa Directiva porque como bancada mayoritaria preside la Junta de Coordinación Política (JUCOPO). La ley señala que el grupo mayoritario no puede presidir simultáneamente la Mesa Directiva y la JUCOPO. Había sido práctica legislativa que la primera minoría ocupara la presidencia de la Mesa Directiva, aunque la Ley Orgánica del Congreso del Estado no señala que sea un requisito, sino solamente que deba ser electa mediante las dos terceras partes de diputados que integran la Legislatura.

Existe otra condición legal que aplica para todos los integrantes de la Mesa Directiva, incluyendo al presidente: Ningún integrante debe al mismo tiempo ser coordinador de un grupo parlamentario.

Con los anteriores requisitos, el PRI tenía como candidata, desde el inicio de la legislatura, a Gloria Himelda Félix Niebla, pero no contó con que Morena impulsaría con su mayoría y aliados al ex alcalde Marco César Almaral, quien reunía los requisitos legales: No es de Morena —pertenece al grupo parlamentario del PT— y no es coordinador de un Grupo Parlamentario.

Graciela Domínguez Nava, presidenta de la Junta de Coordinación Política, reconoce que existen varios diputados interesados en ocupar ese puesto, entre ellos la panista, Roxana Rubio, aunque admite la posibilidad de que Marco César Almaral pueda ser reelecto.

“Necesitamos que las minorías se conduzcan con mucha inteligencia porque no es un problema solamente de la Mesa Directiva, sino también de cuál es la conducta del resto de diputados que han actuado en muchas ocasiones boicoteando las mismas sesiones”, destaca la diputada en clara referencia a las bancadas del PRI y del PAN.

En voz del coordinador de los priistas, Sergio Jacobo, los diputados del tricolor lamentan la experiencia del primer año como presidente de la Mesa Directiva de Marco César Almaral, a quien acusan de haber caído en una reiterada violación a la legalidad,  por lo que se oponen a su reelección. Y se pronuncian para que el segundo año de la Legislatura, la presidencia recaiga en un diputado priista.

El Grupo Parlamentario del PRI presentó una iniciativa de reforma que propone que la presidencia de la Mesa Directiva sea otorgada de manera rotativa en orden decreciente a la primera, segunda y tercera fuerza de minoría representada en la Legislatura en turno.

Si esta propuesta fuese aplicada a la actual Legislatura, implicaría que en el primer año la presidencia de la Mesa Directiva hubiese correspondido a un diputado del PRI por ser la primera minoría con ocho diputados, el segundo año al PT con tres diputados y el tercero al PAN con dos.

Desde su actual posición como grupo minoritario, el líder de la bancada del PRI defiende el derecho de ocupar espacios de conducción en el Congreso del Estado. “Hemos visto una concentración de los cargos de conducción del Congreso prácticamente en un sola expresión política. La misma coalición ganadora preside la Junta de Coordinación Política, la Diputación Permanente y ha presidido durante el primer año la Mesa Directiva del Congreso. El control, el poder es absoluto de estas instancias de conducción de los trabajos legislativos”.

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Jacobo Gutiérrez acusa que no hay congruencia democrática, ya que pese a que el PRI tiene ocho diputados y el PT  tres legisladores, sea éste último quien preside la Mesa Directiva.

Asegura que lo que ha ocurrido en el Congreso del Estado de Sinaloa implica una regresión de buenas prácticas parlamentarias que se habían establecido anteriormente. Pone como ejemplo que en la anterior Legislatura, el PRI tenía aliados en los partidos Verde y Nueva Alianza, pero que su partido no incurrió en esa intención autoritaria de querer monopolizar los espacios de conducción y darle a un aliado la Mesa Directiva.

El PRI, afirma, respetó el peso específico, la jerarquía de cada grupo parlamentario, y permitió que el PAN y el PAS presidieran la Mesa Directiva del Congreso del Estado.

“Es una vergüenza que una sola expresión política monopolice los espacios de conducción del Congreso”, enfatiza.

Leobardo Alcántara, líder del PT en Sinaloa, dijo respaldar que Marco César Almaral Rodríguez continúe en la presidencia de la Mesa Directiva.

Por su parte Almaral Rodríguez no se declara a favor o en contra de la posibilidad de continuar como presidente de la Mesa Directiva, la cual, afirma, ha conducido con estricto respeto a lo señalado en la Ley Orgánica del Congreso del Estado.

“Soy democrático, me sujetaré a la decisión de la mayoría”, responde cuando se le pregunta sobre su posible reelección al frente del Poder Legislativo.

La negociación, los consensos y la discusión de la Mesa Directiva, coincide con otra elección, la del nuevo comisionado de la CEAIP. Ambas elecciones y votaciones no podrán pasar más allá del próximo 1 de octubre.

Artículo publicado el 15 de septiembre de 2019 en la edición 868 del semanario Ríodoce.