Rosario Baca Valenzuela, concesionario de grúas D´Back, acusó que la Dirección de Tránsito de Ahome actúo de manera irregular a favor de un particular
La Dirección de Tránsito del Municipio de Ahome se prestó a un particular para despejar calles y agenciarse estacionamientos para su negocio, en Los Mochis.
De la acción fue objetivo un gruero que durante dos años ha sostenido una protesta en contra de la delegación administrativa local del Instituto Mexicano del Seguro Social, y cuyas unidades fueron vandalizadas después de un altercado con el particular.
Rosario Baca Valenzuela, concesionario de grúas D´Back, acusó al director de Tránsito, José Alfredo Gutiérrez Rivera, de prestarse a los intereses del yerno de una regenteadora de alcohol para afectarlo, después de haber sostenido una discusión con este sobre el uso de espacios públicos.
El funcionario vial reconoció que la emprendió en contra de Baca por petición de un civil que le pidió despejar un barrio completo de unidades en abandono en las calles, las cuales ocupaban cajones de estacionamiento que podrían ser ocupados por sus clientes, además de que afeaban el sector.
El caso, expuso, Gutiérrez, le fue reportado por el particular en la primera semana de febrero, y a partir de entonces emplazó al dueño de las grúas, a un taller de diésel y a un carrocero para que quitaran la chatarra de calles y banquetas. Incluso, reconoció, se sirvió de Inspección y Normatividad, otra dependencia municipal, para sacar del polígono al taller mecánico de una línea de transporte local.
El sector lo ubicó entre las calles Bienestar, Ignacio Zaragoza, Nezahualcóyotl y Santos Degollado, y en donde se encuentra la subdelegación del IMSS y el negocio del particular.
A todos se les dio tiempo para que sacaran las chatarras y quien no accedió a hacerlo voluntariamente se les remolcó con grúa, elaborándose una infracción y generando gastos.
“No fue en ese lugar solamente, llevamos muchos talleres mecánicos, de carrocería, yunkes, y negocios que ocupan las calles como estacionamientos privados, siendo estos públicos. Nadie tiene derecho sobre las calles y banquetas, son espacios públicos para uso y disfrute de todas las personas”, dijo Gutiérrez Rivera.
Aseguró que no afectó ningún derecho del gruero, porque mantiene una protesta contra el IMSS, porque éste, dejó los vehículos sobre cajones de estacionamientos públicos y sobre área de minusválidos, además de que, en algunos casos, los camiones ya tenían tiempo parados y se tomaron como abandonados.
Mientras que Baca Valenzuela sostuvo que la campaña emprendida fue una venganza por negarse a mover sus unidades y producto de acuerdos en lo oscuro entre la Dirección de Tránsito y el particular. “Supongo que es un caso de corrupción que se denunciará ante las instancias correspondientes, pues ninguna dependencia debe ser patente de particulares”. Esta inició cuando el civil le reclamó el retiro de sus grúas de las protestas.
Al encararse, el particular le aseguró que, si se negaba a quitarlas del frente de su negocio, las quemaría y emprendería acciones personales. El gruero respondió en el mismo tono de las amenazas, pero recurriendo a instancias legales para denunciar el hecho, ya que días después recibió llamadas intimidantes al celular de su hijo, ya fallecido.
Al mantener su inconformidad con el movimiento de protesta contra el IMSS, que es producto de una retención de pagos por el arrastre de camionetas y tractores embargados desde 2022, las grúas que utilizó para protestar comenzaron a ser vandalizadas. A una la tomaron como basurero e incluso, los cristales le fueron rotos y a otra le cortaron todo el cableado eléctrico, y cuando decidió cambiarlas de lugar, le robaron el acumulador.
Baca sostuvo que sus unidades no estaban abandonadas, sino colocadas para protestar por abuso de autoridad de la subdelegación del IMSS, cuyos administradores podrían estar involucrados en la serie de incidentes en su contra, pues la Secretaría de la Función Pública está interviniendo en la indagatoria en donde él denunció el salto a los protocolos de contratación de servicios, y con los que fue engañado.
El lunes 19 de febrero, poco antes de las 12:00 horas, cuando hacía maniobras para cambiar de lugar los vehículos, pues reconoció que sus choferes los dejaron en lugar indebido, bloqueando cajones de estacionamientos y de minusválidos, llegó un remolcador más grande, las enganchó y las retiró.
En el estado es ilegal que se muevan vehículos particulares con grúas privadas si no existe un contrato de servicios escrito. “Y aquí me sucedió a mí, así es que me defenderé de lo que considero un exceso de la autoridad, y un caso de supuesta corrupción porque el particular se sirvió de violencias para exigir un derecho y la autoridad se prestó en el trabajo sucio”.
Baca Valenzuela aseguró que no claudicará en su afán de someter a juicio a los administradores del IMSS, iniciará acciones en contra del particular y hasta del director de Tránsito, por ordenar el robo de su grúa.
Mientras Baca Valenzuela acusaba los hechos, un mecánico, a una cuadra de distancia, acusó a los elementos de Tránsito de haberse robado la camioneta de un cliente, remolcándola a un lugar desconocido por haberse tardado en encenderla, además de que le cobraban 700 pesos por desengancharla y dejarla en el mismo lugar, lo que se negó a pagar.
Artículo publicado el 25 de febrero de 2024 en la edición 1100 del semanario Ríodoce.