La estrategia de Morena para lograr lo que llaman su “Plan C”, no es mala. Lo censurable y pernicioso puede ser, en muchos casos, sus acompañantes, un tema que se ha debatido desde que personajes del viejo PRI han andado al lado de Andrés Manuel López Obrador desde antes y luego ya como presidente de México. Podríamos llenar muchas alcantarillas con sus nombres.
Para conseguir más escaños en el Senado de la República –lo acaba de anunciar Mario Delgado—en varios estados Morena lanzará sus fórmulas, y los partidos aliados, PVEM y PT, las suyas, juntos o por separado. Así, lo que pretende el partido oficial es quedarse también con el senador que resulte de la primera minoría.
Hay muchas entidades –como Sinaloa, por ejemplo—donde el triunfo de Morena se puede adelantar sin tener enfrente una bola de cristal. Y podría anticiparse que la primera minoría sería para la alianza opositora, que lleva a Paloma Sánchez en el primer lugar de su fórmula, más ahora que se les ha sumado el Partido Sinaloense.
Se anunció el viernes que el defenestrado alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, va como candidato al Senado por el PT y este podría ser un ejemplo de esta estrategia de Morena. Los que agarraron pleito con Estrada son locales (Rubén Rocha, Feliciano Castro y Enrique Inzunza), pero eso no significa que las animadversiones hayan llegado a quienes toman las decisiones nacionales. Además, dirían los agachados, lo más importante es el “proyecto de transformación”. (Aquí el tema es cuál será el discurso de Estrada durante la campaña, porque en la estrategia de Morena se supone que el enemigo es la alianza opositora, pero el exalcalde tendrá enfrente nada más y nada menos que a Enrique Inzunza como contrincante, el hombre al que acusa de ser el autor intelectual de su desgracia) ¿Qué dirá de él y de la senadora Imelda Castro, primera en la fórmula morenista que no afecte la imagen del proyecto del cual el Partido del Trabajo forma parte?
También el viernes se anunció que el ex acalde de Culiacán y ex dirigente estatal del PRI, Jesús Valdés, va como candidato al Senado por el Verde, aliado de Morena y foco de aquella rechifla que sufrieron él y otros priistas que, en una visita de Claudia Sheinbaum a Culiacán, alguien cometió el error de subirlos al estrado.
Sobre las pasiones encontradas de las famosas listas de Morena, como la que soltó la semana pasada para diputaciones federales, quedó demostrado que el método de selección se ciñó a lo que podía preverse, más allá de narrativas “democráticas”, de “equidad”, de “reconocimiento a trayectorias” y de… Los espacios terminaron representando a grupos de poder al interior de Morena y, en algunos casos, a proyectos que miran no a las elecciones de este año, sino a las que vendrán en el 27, cuando deba renovarse la gubernatura.
El alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez, por ejemplo, ya anda haciendo amarres con esa proyección; hace unas semanas visitó a la diputada Felícita Pompa Robles y la invitó a sumarse a su proyecto. Tiene el apoyo del gobernador y debe pensarse que no se manda solo, que lo que hace en ese terreno lo hace con la venia de Rubén Rocha, incluso auspiciado por él. Cierta o no esa conjetura, el hecho es que la diputada local ahora será candidata a diputada federal del partido Verde, aliado de Morena, por el distrito 04, desplazando a José Manuel Luque, quien se había perfilado en la lista.
Otro “colado” de última hora fue el diputado local Jesús Ibarra, un político de poca monta que nada tiene que ver con la izquierda, con los ideales de la llamada cuarta transformación, pero ahijado político de Eustaquio de Nicolás, fundador de la empresa sinaloense Homex y recientemente liberado de prisión a donde cayó acusado de un presunto desfalco de 456 millones de pesos al Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext). Ibarra es también hermano de Jesús, uno de los hombres más cercanos al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.
Bola y cadena
FALTAN LAS LISTAS A LAS ALCALDÍAS Y diputaciones locales y con ellas se terminarían de prefigurar lo que se adelanta ya como las nuevas castas del poder en Sinaloa, conformadas por amigos, parientes, socios… ni siquiera grupos de poder guiados por ideologías, afinidades políticas, sino por intereses donde el dinero, los negocios, los tráficos de influencias, son el sol, las estrella guía, la razón de estar ahí, como en el pasado reciente, que tanto dijeron había que sepultar para siempre.
Sentido contrario
TAMBIÉN A NIVEL NACIONAL se van a aclarar los escenarios de Morena y con qué madera construirán el segundo piso de la cuarta transformación. No hay que adivinar mucho; vendrán expriistas de todos lados, personeros del narcotráfico —en cada región según los que controlen las plazas—, empresarios corruptos, arribistas y mostrencos levantadedos. Todo “por el proyecto”.
Humo negro
LO PUBLICAMOS EN RÍODOCE HACE algunos meses: desde el Partido Sinaloense se hizo el llamado a militantes y no militantes, pero funcionarios de la UAS, para una reunión que a la postre era una celada en la que los asistentes eran afiliados al PRI. Narramos con detalles los hechos y fueron negados por el PAS y por Héctor Melesio Cuen. Y ahora resulta que el propio líder y fundador del partido, guía moral, el demiurgo de los pasistas, ha renunciado al partido para afiliarse al PRI. A eso lo ha empujado su pleito con el gobernador; de eso se ha aprovechado el PRI. Y lo que falta por ver.
Artículo publicado el 18 de febrero de 2024 en la edición 1099 del semanario Ríodoce.
