María Inés aseguró que el canto de su madre, seguiría acompañando las luchas sociales

Las voces valientes como la de Amparo Ochoa, siempre serán necesarias para acompañar las luchas sociales de campesinos, estudiantes, obreros.

De esto está segura su hija María Inés Ochoa, quien ha mantenido vigente las letras que la cantante enarboló por el mundo y que ha 29 años de su partida siguen siendo un emblema.

Canciones como El barzón, La maldición de la Malinche, Jacinto Cenobio, La calaca, ¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?, Canciones de la Revolución Mexicana, retrataron muchas de las injusticias que siguen floreciendo.

La cantante nacida en Costa Rica, Sinaloa, fue maestra rural y una intérprete que enarboló los ideales de izquierda. Murió a los 47 años, el 8 de febrero de 1994.

“Ella seguiría acompañando las luchas de la gente, porque así lo hizo hasta el final, no tengo duda de eso”, dijo María Inés Ochoa.

Una voz necesaria

Amparo Ochoa, consideró que transmitió su visión de la vida a través de su canto. Su vocación de maestra la llevó a eso.

“Las voces valientes siempre serán necesarias, algo importante que es el legado de mi madre es que fue gracias a su voz y con ella enseñar”, comentó.

“A la hora de presentarse, de decir las cosas, al hablar ella estaba enseñando, como una forma de transmisión de conocimientos, esa era su vida”.

María Inés añadió que su cantar, ser madre, mujer, fue para ella también una forma de luchar y de visibilizar.

“Todas estas cosas, ella las transmitía de una forma impresionante, que ahora con más fuerza están volviendo a ella, a su canto”.

“Ahora que hay una propuesta de ley para buscar la igualdad de género en festivales, en la política, me hace pensar que la voz de mi mamá ha traspasado los años”.

Un festival para Amparo Ochoa

Junto a artistas como Óscar Chávez, Gabino Palomares y Mercedes Sosa, Amparo Ochoa idealizó un mundo justo, que de acuerdo a su hija ella seguiría cantando con el mismo ímpetu.

“Creo que en este momento de traer al presente a mi madre. Su canto ha sido una necesidad, debido al movimiento que se lleva ahora de parte de los jóvenes que han logrado cosas tan interesantes en América entera”, recordó.

“Siempre la música de mi mamá ha sido eso, acompañar esa conciencia social colectiva, que ha hecho de nuestro país más fuerte”.

El año pasado el Congreso del Estado de Sinaloa inscribió su nombre con letras doradas en el muro de honor del Salón de Sesiones, y este año se pretende instaurar un festival en su honor.

Será en septiembre, cuando se materialice este proyecto, que pretende quedarse de manera permanente, para seguir recordando su canto.

Artículo publicado el 11 de febrero de 2024 en la edición 1098 del semanario Ríodoce.