‘Otis’, el desastroso huracán que sorprendió a Acapulco

‘Otis’, el desastroso huracán que sorprendió a Acapulco

Las alertas sobre la peligrosidad del fenómeno que en 10 horas se convirtió en un superhuracán, comenzaron a llegar desde la tarde del martes de EU y del gobierno federal, sin que eso evitara la pérdida de 45 vidas y la devastación del puerto

Las imágenes de la devastación ocasionada por el huracán “Otis” en el puerto de Acapulco llegaron la mañana del miércoles 25 de octubre. Hoteles en ruinas, calles y carreteras destrozadas, postes de energía eléctrica, espectaculares y la red eléctrica caídos; viviendas y comercios destruidos e inundaciones por doquier. Más tarde a cuentagotas fueron llegando las cifras negras oficiales: 45 personas fallecidas y 47 desaparecidas, además de decenas de heridos.

La noche previa, antes del azote del ciclón categoría 5, 25 minutos después de la medianoche, los vientos de 260 km/h y rachas de hasta 315 km/h quebraron cristales de ventanas y puertas de lujosos hoteles, desprendieron techos, palmeras y árboles de zonas de albercas, jardines y vialidades, mientras turistas se resguardaban en las habitaciones, lobbies o en los centros de convenciones donde se celebraban congresos. Las escenas fueron captadas en videos por los propios huéspedes, quienes reclamaban la falta de información y de alertas.

“Otis”, uno de los huracanes más fuertes que ha tocado tierra en las costas mexicanas del Pacífico, sorprendió no solo a turistas y habitantes de Acapulco, sino a las autoridades, pues su evolución de huracán categoría 1 a 5 ocurrió en alrededor de 10 horas, y al igual que “Norma” que azotó en el poblado Todos Santos, Baja California Sur y en Altata, Navolato, en Sinaloa, rompió todos los pronósticos y proyecciones.

Juan Espinosa Luna, doctor en Geofísica Aplicada, métodos eléctricos, electromagnéticos, magnéticos terrestres y aéreos, señaló que aun cuando el fenómeno fue de muy rápida formación, en los días previos a que impactara, los modelos numéricos mostraban que tenía una probabilidad “muy alta de desarrollo… de un ciclón de gran magnitud”.

“No sé si Conagua tenga sus radares activos o no, porque en esa parte se supone que con un radar puedes estar viendo que tanta agua se está formando, que tanta agua está acumulando y velocidades que trae, de tal forma que si bien no se tuvo mucho tiempo, porque si fue muy rápido, pero creo, desde mi forma muy particular de ver las cosas, sí por lo menos se pudo haber visto la evolución, porque estaban todas la características dadas para ello, porque en los modelos numéricos se miraba que iba a ser algo muy grande con antelación…, que se iba a presentar algo muy fuerte”, dijo.

“Creo que se pudo dar información un poquito más con antelación, en el sentido de que había la probabilidad muy alta de un desarrollo del impacto de un ciclón de gran magnitud, no se pudo determinar mejor porque no sé qué tantos datos pudieron haber tenido y por ende los cálculos que pudieran haber hecho”.

En la primera proyección de “Otis”, difundida el domingo 22 de octubre por el Servicio Meteorológico Nacional de la Conagua se señalaba que el fenómeno se mantendría como tormenta tropical y tocaría tierra como depresión tropical entre Oaxaca y Guerrero el viernes 27 de octubre.

En el reporte de las 12:00 horas del martes 24, “Otis” alcanzó la categoría 1 y se estimaba que tocaría tierra la mañana del miércoles en las inmediaciones de Acapulco. A las 13:00 horas se informó que había aumentado a categoría 2, y se esperaba que alcanzara la 3 en las próximas horas. Un comentario en el tuit publicado por la Conagua por Fernando Peraza Mar, aconsejaba a las autoridades: “Si llega a intensificarse a categoría 3, tomando en cuenta la velocidad y dirección de sus vientos contrarios a las manecillas de reloj y que avanzará en horas nocturna hay una ligera posibilidad de que vire muy cerca del pto. de Acapulco, evacuen a la gente de la zona serrana”.

JUAN ESPINOSA LUNA. Los huracanes serán más frecuentes.

Dos horas más tarde, a las 15:00 horas, tiempo del centro, el SMN confirmó que el fenómeno había alcanzado la categoría 3, y que podría aumentar su fuerza antes de tocar tierra en las inmediaciones de Acapulco.

“El cuadrante peligroso del sistema afectará los municipios de Acapulco, Coyuca de Benítez y Benito Juárez, entre otros”, indicó la dependencia.

La alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez dijo en conferencia de prensa que el puerto se encontraba en alerta máxima y pidió a las 5 mil familias que se encontraban en zonas de riesgo acudir a los 25 refugios que se instalaron, y que de no hacerlo utilizarían la fuerza para evacuarlas.

A los hoteleros les pidió guardar el mobiliario de la playa y a la población le aconsejó no salir de sus viviendas. Los perifoneos alertando a la población de colonias de mayor riesgo también implementaron.

A las 18:00 horas, se dio a conocer que “Otis” era categoría 4, y que alcanzaría la categoría más alta en las siguientes horas. La zona de impacto seguía cerca de Acapulco. La categoría 5, el huracán la alcanzó tres horas después. A las 21:00 horas la información oficial señalaba que tocaría tierra entre las 4:00 y 6:00 horas del miércoles 24, entre Acapulco y Técpan de Galeana, Guerrero.

Las alertas por parte de la Coordinación Nacional de Protección Civil comenzaron a fluir desde la mañana del martes. A las 11:00 horas se informó sobre el cierre de puertos en Guerrero y Oaxaca. Para las 15:00 horas decretó alerta roja para Guerrero. A las 16:51 horas la coordinadora del SMN, Alejandra Méndez Girón, dijo que “Otis” impactaría como huracán categoría 4 entre los municipios de Técpan de Galeana y Acapulco, Guerrero, entre las 4:00 y 6:00 horas del miércoles. Como parte de la prevención se realizaron recorridos por zonas de riesgo para alertar a la población y se abrieron los refugios, a donde comenzaron a llegar personas desde las 22:00 horas, tiempo del centro.

Alrededor de las 19:00 horas, el presidente Andrés Manuel López Obrador, publicó un tuit alertando sobre el impacto previsto la mañana del miércoles, pero “Otis” impactó al menos cuatro horas antes. Veinticinco minutos después de la medianoche tocó tierra en las inmediaciones de Acapulco, arrasando con todo a su paso. El 80 por ciento de los hoteles resultaron afectados, y cientos de turistas quedaron varados.

Pese a que las autoridades tenían información previa del impacto del huracán, fue hasta dos días después, el viernes pasado, que la Sedena y Semar con apoyo de aerolíneas comerciales implementaron un puente para trasladar a las personas afectadas. El mismo miércoles se puso en marcha el PLAN DN-III para auxiliar a la población.

El jueves, López Obrador viajó a la zona afectada en una camioneta del Ejército, que quedó varada en el lodo, por lo que tuvo que terminar el recorrido a pie y en una camioneta de redilas, en cuya parte trasera viajaron los titulares de la Sedena, Semar y Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. Las críticas sobre por qué no se trasladó en un helicóptero, no faltaron.

Mientras en México las proyecciones sobre la evolución, trayectoria y hora de impacto de “Otis” no fueron precisas, el Centro Nacional de Huracanes de Miami preveía a las 12:00 horas del martes 24, cuando “Otis” alcanzó la categoría 1, que aumentaría su fuerza en las siguientes horas e impactaría en “la costa del sur México a primera hora del miércoles.”

En su reporte de las 16:00 horas, señala que tocaría tierra como huracán categoría 4, y para las 19:00 horas, estimaba que “‘Otis se fortalezca rápidamente hacia una categoría extremadamente peligrosa y que esté cerca de la intensidad de categoría 5 al tocar tierra”.

A las 22:00 horas, el NHC por sus siglas en inglés, alertó sobre los daños catastróficos que ocasionaría el huracán ya en categoría 5.

Pese a las alertas de las autoridades locales y federales, de acuerdo a videos de turistas, algunos hoteles continuaron con sus actividades, tal es el caso de la Expo Mundial Imperial, que no fue suspendida, ocasionando que los asistentes quedarán atrapados en el lugar.

Superhuracanes serán más frecuentes

Juan Espinoza Luna consideró que huracanes categoría 5, como “Otis”, serán cada vez más frecuentes, por lo que se deben mejorar los equipos para monitorearlos y que permitan alertas tempranas.

“Las autoridades deben de darse cuenta, no es que venga el cambio global, es que ya estamos en el cambio, y ya estamos en la etapa donde tenemos los efectos. Con ‘Norma’ nosotros estimábamos… que iba a llover como 120 mm, 130 mm, y nos quedamos cortísimos, pero es con las herramientas que tiene uno, por lo menos emitimos algo de información, pero si tuvieras datos en tiempo real, ya no digo un radar satelital, pero ya puede uno maniobrar un poquito más de información”, consideró.

“Insisto cuánto te cuesta tener un sistema que te alerte, viendo los daños que hace, después de que pasó ‘Norma’?”.

Además, dijo que las alertas se deben darse no cuando el “ojo” del huracán toque tierra, sino cuando ingresa el frente del fenómeno.

“Para mí a fin de alertar más a la gente, si lo fuerte es cuando entra el huracán, cuando empiezan a sentirse ya ráfagas de 100 km arriba o la cola del huracán es puro aire, toda el agua la trae el frente, el núcleo es un vacío y la cola es nada más viento… y eso fue algo que confundió mucho a la gente, porque realmente hubo un momento dado en que (‘Norma’) ya estaba prácticamente en Durango el frente, y el núcleo o zona de baja presión apenas venía por Navolato…, y la gente se confunde, y realmente lo que más daño hace es el frente, el golpe, el exceso de agua, la velocidad, es lo que te daña, no una baja presión”.

Artículo publicado el 29 de octubre de 2023 en la edición 1083 del semanario Ríodoce.

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