A pesar de que el ciclo escolar inició hace casi dos meses, estudiantes de nivel secundaria en Culiacán comenzaron a recibir los libros de texto gratuitos apenas este lunes. Directoras y maestras comentaron que hasta el pasado viernes no los habían recibido y tampoco tenían una respuesta concreta por parte de la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC).
Graciela Domínguez Nava, secretaria de Educación Pública y Cultura (SEPyC), señaló que el retraso en la distribución se debió a una impugnación a nivel nacional, pero la entrega de estos se hará luego de que la Secretaría de Educación Pública tenga el cien por ciento.
“Lo que sucede es que los libros en secundaria, todavía no están distribuidos, los vamos a distribuir a partir de la semana que entra. El ofrecimiento de la SEP es que ya tendremos al cien por ciento de los libros, entonces vamos a iniciar”, menciona.
Y el pasado fin de semana, comenzó a circular en grupos de Whatsap escolares, que la entrega de libros comenzaría este lunes, lo cual se constató que ocurrió en planteles como la ETI 92, del fraccionamiento Santa Anita, pero no en centros escolaes como la ETI 72 y ETI 79 de Loma Linda y fraccionamiento Florida, respectivamente.
Ante la falta de los textos educativos, durante los dos meses previos, en la secundarias de Sinaloa los docentes y alumnos trabajaron con material digital y con la creatividad de los maestros y maestras pero que los estudiantes, en muchos de los casos, no tienen acceso a estos en sus casas porque no todos cuentan con Internet, algunas secundarias tampoco cuentan con aulas de computación, por lo que se complica la enseñanza.
Cinthia Corrales, subdirectora de la secundaria Antonio Rosales, comenta que en su escuela, aunque los maestros han hecho uso de los libros digitalizados, no cuentan con aula de medios ni los alumnos cuentan con los recursos para poder acceder a estos.
“No tenemos una fecha exacta todavía nada más de conocimiento apenas hace unos días nos avisaron que ya estaban aquí en una bodega de Culiacán y estaban organizando el calendario de fechas para avisarnos.
(Los profesores) sí tienen los libros digitalizados, pero en nuestra escuela los alumnos no tienen los recursos necesarios para que todos tengan internet”, indica.
Tareas
La falta de libros de texto afecta la educación de los estudiantes al no tener un seguimiento completo sobre alguna actividad escolar por las condiciones sociales de cada alumno.
Madres de familia comentan que, a diferencia del año pasado, las tareas a los estudiantes ha disminuido ante la falta de libros y estas consisten nada más en trabajos en equipo y algunas investigaciones.
Tal es el caso de Amalia que dijo que, a diferencia de años anteriores, su hija Magali, quien cursa el tercer año en secundaria, lleva menos tarea a su casa, la cual consiste en actividades de dibujo y trabajos en equipo que pocas veces se cumplen por no poderse reunir con sus compañeros para realizar las actividades.
“No llevan tarea a casa. Solo algunos trabajos y dibujos, muy poca a comparación del año anterior”, comenta.
La directora de la secundaria Emilia Obeso, Anahí Zavala, explica que los maestros han tenido que compartir los recursos digitales por los grupos de WhatsApp, pero están conscientes de aquellos estudiantes que no cuentan con los recursos para realizarlos.
“En esos casos, pues siempre se hablan y puede que el docente le traiga la copia del alumno, a veces de su propio dinero o a veces vienen aquí nos piden el favor algunos docentes”, indicó.
Amparos promovidos
Al cuestionar sobre la reacción de las madres sobre la polémica alrededor de los libros de texto, una profesora de la secundaria Judith Gaxiola, quien prefirió el anonimato, señaló que la ausencia de quejas se debe, probablemente, a que aún no se ha dado la distribución o porque las familias no han revisado el contenido de los libros.
A pesar de los amparos promovidos en contra de la distribución, Domínguez Nava explica que en el estado sólo hay alrededor de 60 niños amparados, y que eso solo protege al tutor o padre de familia, pero en tanto se resuelve a esos niños no se les obligará a usar los libros.
“Hay amparos, los amparos solamente protegen al tutor al padre de familia que dijo yo no quiero que mi hijo reciba los libros de texto; entonces, en tanto se resuelven esos amparos de manera definitiva y haya una suspensión para que a esos niños no se les obligue a usar los libros, estamos hablando de alrededor de unos 60 niños en todo el estado”, dijo.
Artículo publicado el 15 de octubre de 2023 en la edición 1081 del semanario Ríodoce.
