El crecimiento del Puerto, ha dividido a la ciudad en dos: el de los grandes desarrollo inmobiliarios y los cinturones de pobreza
El crecimiento que Mazatlán ha tenido en los últimos años no solo se ve reflejado en las inversiones millonarias que la iniciativa privada ha hecho en desarrollos inmobiliarios que tienen como objetivo la renta vacacional más que satisfacer una necesidad de vivienda, y también atrae a más población que bien o mal, forman parte de esta expansión poblacional dispareja.
Tonatiu Guerra Martínez, director de Bienestar Social del Ayuntamiento de Mazatlán, detalla cómo ha ido creciendo la población, “en 2010 éramos 328 mil habitantes, para el censo de 2020, ya somos 501 mil habitantes, pero en cifras reales, andamos en 600 mil habitantes por la población flotante”.
Guerra Martínez observa que este crecimiento ha ocasionado que el puerto se parta en dos polos: el del norte, que es la zona residencial con asentamientos como Real del Valle, Hacienda del Seminario, Real Pacífico y La Marina, que son zonas exclusivas de alto nivel económico.
El otro polo está integrado por la zona sur y oriente, agregó, “aquí tenemos los asentamientos que estamos regularizando y el círculo de las colonias que empieza en la Lázaro Cárdenas y termina en Valles del Ejido, en El Venadillo; todas esas colonias de escasos recursos o de grupos vulnerables han tenido un crecimiento exponencial impresionante en los últimos 10 años”.
En esas colonias viven albañiles, comerciantes, jornaleros agrícolas, que se han venido a Mazatlán, dijo, porque a partir del cambio de clima, los agricultores del norte del estado se fueron a la zona de la sindicatura de Villa Unión, detonando una zona agrícola importante, “todo eso ocasionó que Villa Unión de 15 mil habitantes, tenga 35 mil, distribuidos en Villa Unión y sus comisarías, El Roble y sus comisarías y Siqueros”.
-¿Entonces está creciendo tanto para el norte como para el sur?
-Nada más que aquí es la zona de bajo nivel y la zona residencial; esto ha ocasionado que no se tengan los accesos ni las avenidas suficientes para la cuestión vial (…), el crecimiento en esta franja de la Lázaro Cárdenas a Valles del Ejido cuenta con alrededor de 250 mil personas, es un cinturón; yo le llamo el cinturón de la miseria, de la pobreza porque… parte de la gente de la Lázaro Cárdenas es gente pobre, y luego está la Ciudad Perdida, Hogar del Pescador, la Klein, todas esas, hasta allá llega (Valles del Ejido)”.
Esa población tiene en común ser trabajadores de servicios turísticos y de las zonas como el Parque Bonfil, sector pesquero, y de la zona agrícola de la zona sur.
Asentamientos irregulares, el otro problema
Guerra Martínez reveló que en Mazatlán ningún terreno campestre está regularizado.
“Hay 27 fraccionamientos campestres; éstos venden terrenos, lotifican en la zona rural, son 227 y ninguno está regularizado, esto está ocasionando que la gente esté comprando esos predios y no pueda ir a vivir ahí, por ejemplo en El Habal o La Noria, sobre la carretera hay campestres, se ven porque están desmontados, pero no están desincorporados de los ejidos, y aparte de eso, no tienen conexión de servicios”, explicó.
El funcionario consideró que este furor por los terrenos campestres ejidales es un efecto colateral por el boom inmobiliario que existe en la zona norte.
“La gente está pensando a futuro, que en cualquier momento va a llegar el municipio a introducir los servicios; no es cierto porque no tenemos la capacidad”, mencionó.
Ante este panorama, el Ayuntamiento enfrenta dos tipos de problemáticas muy diferentes, reconoció, toda vez que en la zona sur se trata de la introducción de los servicios y mejoramiento urbano, mientras que en la zona norte se trabaja en sostener los servicios públicos con la calidad que se les da.
Y las 70 invasiones
La ciudad cuenta con 70 asentamientos clasificados como invasiones que están en trámite de regularización o no regularizadas.
Con relación a la cobertura de servicios públicos, mencionó que en energía eléctrica se tiene una cobertura del 97 por ciento; en drenaje del 93 por ciento, y en agua potable del 95 por ciento en predios regulares, pero en los irregulares no hay servicios, como la San Antonio, La Canaco, Bugambilias y la Jaripillo, por lo que es parte de la tarea; regularizarlos y dotarlos de servicios.
“Se habla de que hay alrededor de 65 mil predios los que están en proceso de regularización y que tenemos que tratar de avanzar”, detalló.
En cuestión de gasto, es la zona sur la que más dinero le cuesta a la Comuna, explicó, por tener que mejorar los servicios e introducir donde no los hay, además por los tipos de accesos que son más caros.
-Entonces es una falacia política decir que hay un solo Mazatlán y que va a ser tratado de la misma manera, y que no hay distinciones?
-No se puede, se trata, pero no (no se puede) son dos Mazatlanes
“El Mazatlán en situación de pobreza y el Mazatlán rico…”.
La zona norte también se destaca por ser la que genera más dinero en el pago de impuestos, mencionó, porque en el sur los prediales son baratos.
El sur crece de manera más acelerada y desordenada, reiteró; “la gente en la zona sur tiene casas de 6 por 17, pero viven tres familias y en la zona norte vez residencias de 500-400 metros cuadrados, acá crece más, mientras que en la zona norte han de vivir unas 100 mil personas, y en el sur 250 mil más la zona del centro y otras áreas, sumas alrededor de 400 mil que tienen diferente nivel, por ejemplo el Centro no es zona pobre, pero tampoco es zona rica, digamos que las clases medias”.
Para poder llegar a un punto de equilibrio y mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la zona vulnerable de la ciudad, dijo, se requieren recursos por el orden de 2 mil 500 millones de pesos para atender principalmente el drenaje y agua potable.
Artículo publicado el 17 de septiembre de 2023 en la edición 1077 del semanario Ríodoce.
