El 24 no será un día de campo para Morena

El 24 no será un día de campo para Morena

Primero había retado, desde su púlpito, que la dejaran participar, porque los que controlan la alianza opositora, dijo, la estaban excluyendo. Pero luego, cuando se empezó a perfilar, aseguró que ya había sido ungida por Claudio X. González. Y días más tarde, que la derecha se había equivocado al elegirla a ella: Xóchitl Gálvez.

Desde entonces, hace tres semanas, el presidente ha estado impulsando a la hidalguense todos los días, al hablar de ella, al denostarla, al tratar de ridiculizarla. De respuestas rápidas, la senadora no se ha quedado con una y hasta lo demandó ante el INE para que cesara sus ataques (mal de su parte porque hasta ahora es el propio AMLO quien la ha puesto en los ojos de todo el país).

Hasta hace unas semanas, Xóchitl Gálvez era solo una senadora contestataria, exfuncionaria en la administración de Vicente Fox, exdelegada en CDMX, simpática por malhablada, pero sin mayor brillo: una política de ocurrencias.

El Día del Padre, en una reunión familiar, alguien dijo que podía ser buena candidata porque era ingeniera, empresaria exitosa, con experiencia política… Yo preparaba una barbacoa de borrego, al estilo yoreme y, con sobrado envanecimiento, le dije “no empobrezcas la conversación”. Tres semanas después es la única esperanza del PRIANPRD para arrebatarle el poder a la 4T y detener los proyectos de AMLO.
Xóchitl no sostiene una bandera ideológica –eso puede ser bueno o malo–, pero su historia personal la ubica en la derecha, eso es inobjetable. Luego, entonces, aunque cuente que militó en movimientos de izquierda y se considera de centro o centro-izquierda, representa el proyecto de la derecha. Como lo representan Jesús Zambrano desde el PRD, aunque parezca un despropósito—fue jefe de campaña de Xóchitl cuando esta fue candidata a gobernadora de Hidalgo, en 2010. Y, obviamente, Marko Cortés, dirigente nacional del PAN. Y Alejandro Moreno, Alito, que no representa ni siquiera las viejas banderas del PRI, sino a una voraz y minúscula camarilla de rufianes –ya ni partido tienen– que pretende seguir saqueando al país. ¿Les crees a los que manejan los partidos? Le preguntan a Xóchitl Gálvez… a lo que responde: “Pues mira, yo a Alito no lo conozco mucho… pero es un animal político, se chinga a todos, alguna habilidad debía tener”. Y suelta la risa.

Todos ellos andan eufóricos. Claudio X. González también. Y sus intelectuales, Nexos y Cía. Piensan que tendrán una candidata competitiva y la posibilidad real de regresar al poder, algo que no veían hace apenas un mes. Incluso algunos adelantados, como Jorge Castañeda, ya se preguntan si AMLO aceptará la derrota de Morena frente a la hidalguense; y si echará mano de las fuerzas armadas para sostenerse en el poder. En Morena y en el presidente, por el contrario, hay desconcierto. Esperaban que el 2024 fuera un día de campo, una especie de confirmación “patriótica”, “popular” y hasta “revolucionaria” de la Cuarta Transformación, pero están viendo que habrá competencia.

Morena tiene el control de 22 entidades y estas significarán estructura, recursos económicos, capacidad de movilización el día “D”, –piénsese en los viejos estilos priistas, algo que ya se está viendo en los recorridos de las corcholatas; el del viernes de Claudia Sheinbaum por Los Mochis y Culiacán, un ejemplo. Y quien quede de candidato o candidata, tendrá todo el apoyo del gobierno federal. Y no se dude que en torno a la elección gravitará la influencia y operación del crimen organizado. Con muchos recursos, entre ellos el económico. Y entre más competida sea la elección, más presencia del narcotráfico tendremos en el proceso, en algunos estados, distritos y municipios, definitiva –quién sabe si en la elección presidencial. ¿De qué lado jugarán? No es necesario tener una bola de cristal para saberlo: de quienes tienen el poder, de Morena.

Bola y cadena
NO SE SABE HASTA AHORA por dónde va a jugar Movimiento Ciudadano. Hay al interior voces muy fuertes, como la del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, que proponen unirse al PRIANPRD en la elección presidencial, a lo que su líder nacional, Dante Delgado, se ha opuesto… hasta ahora. El viernes pasado, el consejo directivo del partido acordó formar una comisión para discutir el tema de las alianzas. Dante ha estado muy cercano a AMLO aunque por debajo de la mesa, así que no será fácil que se una a Xóchitl. Él no, los que proponen la alianza, quién sabe. MC podría estarse enfrentando a su primera división.

Sentido contrario
DECIR QUE MORENA ESTÁ REEDITANDO las prácticas del PRI tal vez sea poco. Su discurso se basa en “no volver a los tiempos de antes”, en que “no somos iguales”, pero el paso de algunas de las corcholatas por Sinaloa evidencia que tal vez sean peores que el PRI. Los mismos contingentes corporativos que han estado en los eventos de Adán Augusto López, se han hecho presentes en los eventos de Claudia Sheinbaum: taxistas, trabajadores del gobierno estatal, burócratas, sindicatos de maestros. Bloques corporativos. Y muchos acarreados. El derroche de las precampañas –porque eso son, aunque sean ilegales—es otro elemento. Tuvo que decirles AMLO, desde su púlpito, que ya quitaran los anuncios espectaculares, para que empezaran a desmantelarlos. El abuso, la burla, la Ley por el sobaco.

Humo negro
¿DE QUÉ ESTÁ SIRVIENDO LA MESA DE SEGURIDAD capítulo Sinaloa? ¿En qué ayuda que todos los días se sienten a tomar café representantes estatales, municipales y federales para ver temas de seguridad, si pasa durante meses, casi un año, algo como lo recién descubierto en Angostura, donde decenas de jornaleros son secuestrados y explotados por el crimen organizado sin que nadie se diera cuenta? ¿No hay autoridades allá? ¿Y el alcalde? ¿Y la policía municipal? ¿Y la Ministerial? ¿Y el trabajo de inteligencia de la Sedena? Ah, bien, vigilando políticos y periodistas.

Artículo publicado el 16 de julio de 2023 en la edición 1068 del semanario Ríodoce.

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