Lo más desagradable que he presenciado en un juego de beisbol

tomateros

¡Tenía 13 años de edad!

Era el jueves 29 de diciembre de 1988 en el viejo Estadio “Gral Ángel Flores”, donde estaba presente apoyando a los Tomateros en el último de la serie contra los Naranjeros de Hermosillo (ya les conté una vez, cómo miraba los juegos, sentado en una cubeta desde el techo de un local comercial, detrás de la barda del jardín derecho porque no tenía para comprar un boleto).

Resulta y resalta que el estelar Jaime Orozco estaba lanzando Juego Perfecto para los Tomateros y se encontraba a un strike de la hazaña, algo que solo había conseguido ‘El Huevo’ Romo en 1971 para los Ostioneros de Guaymas.

Ya eran 26 outs en línea y entonces el manager Tim Johnson metió a batear de emergente al zurdo Rosario Zambrano, quien sacó una rola lenta por el medio que tapó a Orozco y todos envueltos en el drama vimos cómo el segunda base, Adulfo Camacho, la atrapó, pero su tiro fue desviado a la inicial y Lorenzo Bundy tuvo que despegarse de la primera base en un claro safe.

El anotador oficial marcó error para proteger todavía el Sin Hit Ni Carrera, pero ayer me comentó Jesús Sommers: “Esa rola era muy complicada para Adulfo, creo que era más para el short Jaime Guerrero (Sommers había entrado a batear de emergente en la octava por ‘El Pimienta’ Morales y luego entró el novato Guerrero a la defensiva para ir por la gloria).

Sin embargo, lo peor vino enseguida: Cornelio García recibió base y Sergio Hugo Vizcarra, entonces un jovencito nativo de Culiacán y sin ningún jonrón en toda la temporada, conectó cuadrangular de tres carreras por el jardín izquierdo.

¡Increíble! De estar a un strike de la hazaña, Jaime Orozco perdió en un suspiro el perfecto, el sin hit ni carrera y se llevó la derrota.

¡Lo recuerdo como si hubiera sido ayer!

Orozco salió del juego y en su frustración aventó su guante hacia la tribuna del jardín derecho, mientras Adulfo Camacho ya era en ese momento el hombre más odiado de todo Culiacán, lo cual era injusto.
Cientos de fanáticos querían lincharlo y lo esperaron por la puerta donde salían los peloteros hacia el estacionamiento, pero NUNCA se apareció.

Al segunda base lo sacaron escoltado por la policía y en un carro para ponerlo a salvo en el hotel, además de brindarle seguridad las 24 horas.

El beisbol se vivía intensamente y con más corazón.

Recuerdo a muchos fanáticos que salieron llorando del estadio y fue tan traumático que la directiva guinda cambió de equipo a Adulfo Camacho al terminar la temporada.

¿Y a dónde lo enviaron? A los Naranjeros, con quienes finalizó su carrera y ha sido su eterno coach de primera o tercera base.

Este hecho, del juego no perfecto de Jaime Orozco, ha sido lo más cruel que he visto en mi vida en el beisbol.

Este era Dennys Reyes a los 20 años de edad, no Fernando Valenzuela.

El clon de Fernando Valenzuela

En 1997, los Dodgers pensaron que habían descubierto al nuevo Fernando Valenzuela.

Zurdo. Mexicano. Con un enorme parecido físico y con movimientos similares hasta para caminar.

Era un chico mochitense de 19 años de edad, quien como ‘El Toro’ Valenzuela en 1980, había quemado la sucursal Doble A en San Antonio para luego ser ascendido: récord de 14-4 y 111 ponches en 137 innings.

¿Su nombre? Dennys Reyes, a quien su papá Juan –un ex toletero zurdo de la LMP y LMB–, le amarraba la mano derecha de niño en el rancho en Ahome hasta que se hizo zurdo, como su ídolo Valenzuela.

Sin embargo, los Dodgers erraron en esta ocasión y Reyes solo estuvo en 1997 y 1998 con el equipo antes de cambiarlo a los Rojos de Cincinnati, donde tuvo sus mejores años como relevista.

Dennys siempre tuvo problemas de sobrepeso y descontrol, aunque se mantuvo 15 años en MLB y es segundo en apariciones entre los zurdos mexicanos (673), solo superado por Óliver Pérez (703).

Otro dato: Ningún pelotero mexicano ha vestido más camisetas en la historia de MLB, como Reyes (11).
Una más: El sinaloense fue quien permitió el jonrón 60 de Mark McGwire el 5 de septiembre de 1998, lo cual convirtió a ‘Big Mag’ en el tercer bateador de la historia con dicha cifra en una temporada.

Y, por último: un juego muy especial fue cuando Dennys se enfrentó a su papá como lanzador en un juego oficial (Juan venía de conectar 6 jonrones para los Sultanes de Monterrey en la serie final de la LMB frente a los Diablos Rojos).

Dennys se retiró en el año 2017 con los Tomateros y tres años después falleció su padre en medio de la pandemia.

Artículo publicado el 09 de julio de 2023 en la edición 1067 del semanario Ríodoce.

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