El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este jueves que el decreto que impone un arancel del 50 por ciento sobre las importaciones de maíz blanco transgénico, busca beneficiar a productores locales.
“Con este decreto vamos a garantizar también que se adquiera el maíz que están cosechando, que están produciendo los agricultores de México”, dijo durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
El jefe del Ejecutivo Federal insistió en que no se aceptará que en las tortillerías se ocupe maíz blanco transgénico, ya que advirtió que este tiene impactos negativos para la salud.
“No se acepta para la harina de maíz que sea blanco pero transgénico”, señaló.
Sostuvo también que al país se importa maíz blanco transgénico desde países como Sudáfrica.
“Tiene que ser blanco que no sea transgénico y que se pueda adquirir en México porque tenemos producción suficiente, tenemos autosuficiencia”, precisó.
Por otro lado señaló que Estados Unidos se niega a realizar investigaciones sobre los granos ya que saben que son transgénicos. Sin embargo, reiteró que una indagación sobre el tema beneficiaría a consumidores mexicanos y estadounidenses.
“Se presume que es transgénico porque se niegan a que hagamos una investigación conjunta y con eso se resolvería el problema”, subrayó.
El presidente recalcó que su gobierno está llevando a cabo análisis e investigaciones sobre los impactos a la salud del consumo de este tipo de productos.
“Lo ideal es que no haya transgénico y que no se dañe la salud”, expresó.
Por último, reiteró que defenderá la prohibición del grano transgénico a pesar de los roces dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Están en su derecho, de acuerdo al Tratado pueden haber consultas, pueden haber paneles, pero tenemos que poner por delante la salud del pueblo y es lo que estamos haciendo”, declaró.
El viernes pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto por el que se impuso desde el sábado un arancel del 50 por ciento sobre las importaciones de maíz blanco transgénico, luego de una exención de aranceles de seis meses y con la intención de mantener los granos genéticamente modificados fuera de las tortillas.