La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió, mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancario a un día, en 11.25 por ciento, tomando en cuenta la postura monetaria alcanzada en el ciclo alcista.
El organismo central ha tomado esta decisión de manera unánime y con arreglo al nivel de inflación en el país, que ha continuado descendiendo desde la última reunión. En concreto, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de México cayó seis décimas en abril respecto al mes anterior, hasta situarse en el 6.25 por ciento interanual.
Por su parte, la inflación subyacente también se redujo en cuatro décimas, hasta el 7.6 por ciento interanual. Desde la última decisión de política monetaria a finales de marzo, cuando el banco central subió los tipos en 25 puntos, se ha apreciado una caída “más marcada” de este indicador. A su vez, las expectativas de inflación han disminuido, aunque a largo plazo se mantienen las mismas previsiones, con cierta resistencia de la inflación subyacente a reducirse.
En este sentido, la entidad ha actualizado sus pronósticos de inflación, que presentan revisiones a la baja –pasando del 4.8 por ciento de la anterior previsión al 4.7 por ciento en el cuarto trimestre del año–, aunque mantiene la subyacente en el cinco por ciento.
Según dio a conocer Banxico, el panorama inflacionario “será complicado e incierto” a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza.
Ante este contexto, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta del tres por ciento, se considera que será necesario mantener los tipos de interés en su nivel actual durante un periodo prolongado.