Al menos 150 familias separadas por las políticas migratorias de Estados Unidos y México se reencontraron este sábado para poder abrazarse en la frontera en un acto llamado “Abrazos, no muros”.
Las familias, de ambos lados de la frontera, se reunieron en la línea entre Ciudad Juárez-El Paso, al borde del río Bravo para abrazar sentidamente a sus seres queridos, que por su condición de ilegales en EU, no los podían ver, ni tocar.
La Red en Defensa de los Derechos de los Migrantes se encargó de este evento en su décima edición y cuyo principal objetivo es unir a las familias como una forma de protesta contra las políticas migratorias de ambos países.
En esta zona fronteriza miles de migrantes de Ciudad Juárez y El Paso (EU) viven en las calles o en edificios abandonados, además de que los albergues están saturados y los gobiernos de ambas ciudades no les ofrecen espacios.
Aristegui noticias