El gobierno de EU anunció que el juicio por la muerte de Enrique Kiki Camarena, exagente de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), será reabierto debido a que un juez federal dijo que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) presentó pruebas falsas que afectaron el proceso.
De acuerdo a Milenio, ahora se tendrán que volver a recabar evidencias, así como a los testigos que participaron anteriormente.
Raúl López Álvarez, ex policía judicial de Guadalajara, demostró que su proceso no fue realizado con apego a la ley, debido a una serie de irregularidades cometidas por personal técnico del FBI, señala el medio.
El juez John A. Kronstadt resaltó que a pesar de que las imputaciones han quedado anuladas, López Álvarez no podrá obtener la libertad bajo fianza y tendrá que llevar este nuevo juicio desde una celda de prisión.
Según cita Milenio las sentencias dictadas por la justicia estadounidense contra los acusados por el asesinato de Kiki, se sustentaron en evidencias que hoy se conoce fueron defectuosas, las cuales presentó un agente insecrupuloso, inexacto y corrupto del FBI, Michael Malone, entonces jefe de la Unidad de Pelos y Fibras del Laboratorio de esa entidad de investigación.