El empleado fue despedido y acusa a la JCA de arruinarle por descuido las fiestas de diciembre en Mazatlán
“¡Qué infamia, veinte años, como quien dice ‘correteando’ el pavo, para diciembre y sus posadas y ahora voy a cenar puro camote”, lamenta el trabajador damnificado.
Después de ganar el conflicto laboral contra su patrón que lo despidió “injustamente”, desde hace veinte años, el trabajador Javier Pérez Sosa, soñaba con celebrar, la noche buena con una fiesta navideña, pero sus sueños de bonanza económica se frustraron, cuando se enteró que la Junta de Conciliación y Arbitraje (JCA) había extraviado su expediente 259/2002.
El técnico en refrigeración, Javier Pérez Sosa, ya se relamía los labios imaginando el banquete que se daría junto con familiares y amigos en esta noche buena, símbolo del nacimiento del niño Jesús, príncipe de la paz.
Durante veinte años ha luchado a brazo partido junto con su asesor jurídico, contra su patrón, la empresa “Islas del Sol” que mediante su abogado Clicerio Díaz Guzmán, escamoteaba la liquidación y/o finiquito conforme a Derecho.
Despedido de su trabajo “injustamente” desde 2002, Pérez Sosa, estaba consciente que mientras gobernara el PRIAN, aún teniendo la razón jurídica, con dinero su patrón ganaría, y nunca sus ojos verían brillar la justicia.
Por ello, asegura, que desde 2006, sintió empatía con el otrora opositor del PRIAN y hoy presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien fue bautizado, desde su primer intento fallido a la presidencia de la república, como el “mesías tropical” por el historiador Enrique Krauze.
“Por el bien de México, primero los pobres y la paz es fruto de la justicia”, pregonaba AMLO.
Adiós al pavo navideño
El 1 de noviembre de 2021, arribó a la gubernatura del estado de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, casi enarbolando la “Guía Ética para la Transformación de México”, cuyo punto 14 reza al final: “Si la justicia depende de ti, procura ponerte en el lugar de quienes la reclaman y de actuar apegado a leyes y reglamentos y de acuerdo con tu conciencia”.
Desde 2002, aparentemente el trabajador había ganado dos demandas, pero rebotaban como pelotas de ping pong entre la JCA, y un Juzgado de Distrito, hasta que el caso se fue a revisión ante un Tribunal Colegiado y éste emitió un laudo a favor de Pérez Sosa, cerrándose un ciclo de 20 años de lucha jurídica.
En agosto de 2022, llegó a la JCA formando con sus dedos medio e índice de su mano izquierda la “V” de la victoria y cuando estaba a punto de gritar de alegría “¡qué viva la Cuarta Transformación!”, fue informado que su expediente 259/2002 se había “extraviado” y el proceso legal quedaba en suspenso.
“Qué infamia, veinte años como quien dice ‘correteando’ el pavo para diciembre y sus posadas, y ahora voy a cenar puro camote”, dijo.
Pérez Sosa acudió a la oficina de Atención Ciudadana del gobierno del estado, para denunciar la “negligencia” de la JCA, pero ignoraron la “Guía Ética”.
En busca del expediente “perdido”
José Heredia Olivas, presidente de la junta de arbitraje número 4, descubrió el 30 de agosto de 2022 que el expediente 259/2002 formado con motivo del juicio promovido por Javier Pérez Sosa, contra “Islas del Sol” no se encontraba en su escritorio donde lo había dejado, y pidió mediante el grupo de
Whatsapp a sus 26 subordinados (as) que integran la JCA que cooperaran para localizar el documento.
“El expediente 259/2002, formado con motivo del juicio promovido por Javier Pérez Sosa Vs Islas del Sol, no se encuentra y estaba sobre mi escritorio; requiero la colaboración de todos para su localización, para ello debemos de quedarnos un rato después de las 15:00 horas el día de mañana”, urgió.
El 2 de septiembre, Heredia, formalmente insistió con otro mensaje a su equipo de trabajo.
“El expediente 259 /2002, no aparece todavía, el lunes sin falta nos vamos a quedar a buscarlo”, enfatizó.
El 5 de septiembre., el funcionario estatal, con todo y pena apeló a la lógica y la lealtad de sus subordinados a las instituciones.
“Sé que muchos pueden sentirse ofendidos y con razón, que todos tienen mi confianza, pero ese expediente creo que al que lo tomó… no existe lógica para que no aparezca; nada más hay que recordar que la lealtad debe ser con la institución y no con los litigantes!”, comentó.
Los días siguientes de septiembre, Heredia Olivas, angustiado, porque el tiempo pasaba y no aparecía el expediente, intensificaba su “búsqueda”.
“La búsqueda del expediente la vamos a hacer mañana, tengo compromiso por la tarde con gente (sus superiores jerárquico) de Culiacán!”, advertía.
Y el presidente de la JCA, remataba: “Se está acabando el plazo para que aparezca el expediente, me está llegando información de quién pudo haberlo tomado; debe de aparecer para evitar el cese inmediato del o la responsable”.
“Se extravió momentáneamente”
Ríodoce entrevistó a José Heredia Olivas, titular de la JCA, en Mazatlán, sobre la desaparición del expediente 259/2002, y argumentó: “Bueno el expediente más que nada estaba extraviado, el segundo tomo, pero ya se localizó, estaba en el escritorio y entre todo el mundo de documentos , pues se extravió momentáneamente”.
—¿Cuánto duró perdido el expediente?- se le cuestionó.
—Aproximadamente como mes y medio. Cuando sucede ese percance, también la ley establece una reposición de autos, eso no significa que si un expediente no aparece, el asunto ya no va a continuar, hay un procedimiento que la ley establece que es la reposición de actuaciones. Pero el asunto ya está caminando, te lo aclaro que es un asunto que salió favorable al trabajador.
El trabajador afectado reprochó a Heredia Olivas: “sí, cómo no, ´se extravió momentáneamente, mes y medio´, con su negligencia me humilló y me arruinó la Noche Buena, la Navidad y hasta el Día de Reyes, ¿para que se hace?”.
Artículo publicado el 18 de diciembre de 2022 en la edición 1038 del semanario Ríodoce.
