Removerán a consejeros electos de Morena que no se separen de sus cargos públicos y puestos de elección popular
Los órganos de dirección ejecutiva de Morena no deberán incluir autoridades, funcionarios o integrantes de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial de los municipios, estados y la federación. La letra es clara. No advierte ambigüedades. Sin embargo, en Sinaloa es letra muerta.
El viernes 7 de octubre, la Comisión Nacional de Honor y Justicia del partido Morena publicó un oficio mediante el cual advierte a aquellos que resultaron electos como integrantes de órganos ejecutivos y que actualmente fungen como autoridades, funcionarios o integrantes de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, se separen del mismo.
El problema permea a nivel nacional y en Sinaloa hay ejemplos muy particulares como el de la diputada local Almendra Ernestina Negrete Sánchez, electa Secretaria de Diversidad Sexual del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.
El estatuto de Morena señala que la funcionaria electa debería renunciar a su cargo si quiere formar parte, primero, como consejera estatal y, segundo, como secretaria en el CEN.
Junto a Negrete Sánchez aparecen en el CEN de Morena Andrea Chávez Treviño, secretaria de comunicación y quien es diputada federal plurinominal por Chihuahua; y la misma secretaria general, Citlalli Hernández, senadora y todas ellas en funciones.
Respecto al caso de Almendra Negrete, este fue expuesto por Ambrosio Chávez, presidente de la diputación permanente del Congreso del Estado. La respuesta de Negrete Sánchez fue renunciar al salario del CEN por más de 67 mil pesos mensuales y mantener su estatus de legisladora en Sinaloa. Eso le permite conservar uno de esos dos salarios.
Según la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), la legisladora por Morena percibe un salario mensual neto por 105 mil 899 pesos, además de su salario en la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC) como maestra de enseñanzas especiales que oscila de los 2 mil 373 a los 7 mil 119 pesos mensuales.
Los datos de la PNT suman 241 mil 169 pesos cobrados por la funcionaria entre sus labores legislativas y docentes durante el primer semestre de 2022.
Pero el caso de Negrete Sánchez no es de alarma. Al menos así lo consignó Feliciano Castro Meléndrez, presidente de la Junta de Coordinación Política y líder del partido al interior del Congreso del Estado.
“Que Almendra esté en el CEN va a generar mejores condiciones para que el desempeño que tengamos al interior del Congreso sea mejor en correspondencia a dos líneas, uno a los principios del programa y dos, al programa de Morena a nivel nacional, porque nosotros no somos una isla, somos parte de Morena Nacional”, dijo a medios.
Sin embargo, hay molestia. En los grupos de Morena comenzó a circular una carta. En ella se lee la incomodidad que existe al respecto, habiendo muchas mujeres y hombres del partido que no solamente fueron hechos a un lado por “nuevos morenistas” sino por otros que ya ocupan cargo en la administración pública.
“Es necesario y urgente que den la cara ante el morenismo, que opten por pedir licencia o renunciar, no basta con dejar de ejercer ‘presupuesto’ partidario, porque eso no es verdad, es obligación ir en congruencia con nuestros estatutos y mostrar probidad y ética que les permita trabajar sin contrapunteos en la agenta que eligieron y las eligió”, señala el documento.
“La militancia de Morena existe y exige respeto. Recuerden muy bien, estamos por el encargo no por el cargo”, concluye.
Árbol que nace torcido
Pero el caso de Almendra Negrete no es el único. El proceso interno de Morena para elegir a las delegadas y delegados desde un inicio estuvo marcado de irregularidades y de “oportunistas” como sentenciaron militantes de a pie.
Desde la inscripción al proceso las irregularidades y nula observancia a los estatutos comenzaron.
Al proceso se filtraron militantes activos del Partido Sinaloense (PAS), ex aliado de Morena, que logró al menos un par de consejeros por cada distrito (hombre y mujer) resultando inhabilitados 14 de ellos.
También hubo militantes priistas que tomaron parte del mismo sin embargo estos no fueron expulsados, solamente los “pasistas”. La hoz tampoco se activó en contra de morenistas con cargo en la función pública, a pesar de que el estatuto lo prohíbe. Para ellos sí hubo espacio.
El primer ejemplo lo ocupa la ahora dirigente estatal de Morena, Merary Villegas Sánchez, que aunque solicitó licencia indefinida de su cargo como diputada federal quedando en su curul su suplente, Marina Valdez Bojórquez, no debió participar en un inicio de acuerdo a lo dictado en el estatuto del partido.
Pero la lista es larga. Los cargos que supuestamente estaban reservados a la militancia fueron acaparados por los morenistas que ya ostentan cargo público.
Por ejemplo, en el Distrito 01, la funcionaria del Ayuntamiento de Mazatlán Nayla Velarde resultó electa junto al regidor Juan Carlos Patrón Rosales. También el alcalde de ese municipio, Luis Guillermo Benítez Torres resultó electo por el Distrito 06 al igual que la alcaldesa de Cosalá, Carla Úrsula Corrales Corrales, quien además fue militante del PAS.
En Culiacán funcionarios como Pedro Alonso Villegas Lobo, diputado local también formó parte del proceso y electo consejero y el mismo Ambrosio Chávez también ocupa una silla y ninguno dejó su cargo público.
Al menos el 65 por ciento de los consejeros en Sinaloa ocupan un cargo público y al respecto, la dirigencia de Merary Villegas, no atendió el llamado de este semanario.
Artículo publicado el 16 de octubre de 2022 en la edición 1029 del semanario Ríodoce.
