Se extingue pandemia; en México deja más de 498 mil muertos

LA PANDEMIA. Estela de cruces.  Foto: Crisanta Espinosa Aguilar/Cuaroscuro.com

OMS declara el fin próximo de la pandemia; Comisión Lancet cuestiona estrategias para afrontarla; es “una tragedia profunda como un fracaso global enorme’, dice

A dos años y medio del primer caso registrado en Wuhan, China, la pandemia de COVID-19, a la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le ve un fin cercano y la Comisión Lancet la califica de “una tragedia profunda”, en México ha dejado más de 498 mil muertos, aún cuando las cifras oficiales las sitúan en cerca de 330 mil.

“Nunca hemos estado en mejor posición para acabar con la pandemia. Aún no ha terminado, pero su final está al alcance de la mano”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, el pasado miércoles.

“Alguien que corre un maratón no se detiene cuando ve la línea de meta. Corre más deprisa, con toda la energía que le queda. Y nosotros, también. Si no aprovechamos esta oportunidad, corremos el riesgo de tener más variantes, más muertos, más problemas y más incertidumbre”.

Para ayudar en esta “recta final”, la OMS publicó un plan de asesoramiento para políticas sanitarias nacionales, “basado en las evidencias de los últimos 32 meses sobre lo que funciona mejor para salvar vidas, proteger las redes de salud y evitar perturbaciones que afecten a la economía y la sociedad”, como invertir en la vacunación, sobre todo en grupos de riesgo, la continuidad de las pruebas de detección para controlar posibles nuevas variantes y mejoras en los sistemas sanitarios.

Pero un informe de la Comisión Lancet de Salud Global en Sistemas de Salud de Alta Calidad (HQSS Commission por sus siglas en inglés),publicado el mismo miércoles, echa por tierra la estrategia implementada por la OMS para afrontar la pandemia, así como las de diversos gobiernos, entre ellos el de México, al que cuestiona por las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en los primeros meses de la pandemia en 2020, cuando dijo que no era necesario el uso de cubrebocas, cuando llevó a la conferencia mañanera los amuletos que utilizaba para protegerse del Covid e instó a seguir dando abrazos.

“Varios líderes nacionales hicieron declaraciones muy irresponsables en los primeros meses del brote, descuidando la evidencia científica y arriesgando vidas innecesariamente con miras a mantener abierta la economía”, señala el informe de la Comisión Lancet, que hace alusión a notas periodísticas sobre las declaraciones de López Obrador.

En México, tanto López Obrador como Hugo López-Gatell, el zar del COVID-19, y en Sinaloa el entonces gobernador Quirino Ordaz Coppel, minimizaron el riesgo que representaba la pandemia. La Jornada Nacional de Sana Distancia, que implicó suspensión de actividades no esenciales y medidas de prevención, se implementó un mes después del primer caso registrado en el país el 28 de febrero de 2020, pero en esta nunca se hizo obligatorio el uso de cubrebocas.

“Agradeciendo a la gente porque se siguen cumpliendo las medidas al pie de la letra y esto nos ha ayudado mucho. Por eso no tenemos un desbordamiento, no se saturan los hospitales, tenemos una disponibilidad de hasta 70 por ciento de camas de terapia intensiva, con ventiladores, con especialistas. Vamos bien, se ha podido domar la epidemia, en vez de que se disparara, como ha sucedido desgraciadamente en otras partes”, indicó AMLO en un videomensaje el 26 de abril de 2020.

En septiembre de ese mismo año, luego de la primera ola, dio un mensaje similar: “Hemos tenido muy buena conducción para enfrentar esta pandemia. Vamos logrando domar esta pandemia, salvando vidas y que ya muy pronto pase esta pesadilla y regresemos a nuestra normalidad”.

GATELL Y LÓPEZ OBRADOR. El otro discurso. Foto: Rogelio Morales /Cuartoscuro.com.

Pero la pandemia no se estaba domando, sino todo lo contrario. Los casos y las muertes se multiplicaban, pero las cifrasllegaban a cuentagotas, incluso con meses de retraso.

Hoy se sabe que ese primer año fallecieron más de 214 mil personas, — tomando en cuenta el exceso de muertes publicado por la Secretaría de Salud Federal—. En diciembre de 2020 dio inicio la jornada nacional de vacunación, la cual no logró reducir los decesos. En 2021 sumaron más de 248 mil. En la cuarta y quinta ola, registradaseste 2022, hubo una caída significativa en las muertes, pero no cesaron: Más de 34 mil personas han perdido la vida debido a la infección.

En Sinaloa se estima que en casi dos años y medio de la pandemia han fallecido más de 13 mil 100 personas debido a complicaciones del COVI-19. Y al igual que la tendencia nacional el mayor porcentaje han sido adultos mayores. El 62 por ciento de los fallecidos fueron personas de entre 60 a 69 años.

A nivel mundial la cifra de decesosdejados por la pandemia que reporta la OMS son de más de 6.9 millones, pero las estimadas suman 17.2 millones.

Para la Comisión Lancet, integrada por un grupo de profesores, líderes de salud y políticos de más de 18 países, el “asombroso número de muertos es “una profunda tragedia” y “un fracaso global masivo en múltiples niveles”.

“Demasiados gobiernos no se han adherido a las normas básicas de racionalidad institucional y transparencia, demasiadas personas, a menudo influenciadas por la desinformación, han faltado al respeto y protestado contra las precauciones básicas de salud pública, y las principales potencias del mundo no han colaborado para controlar la pandemia”, señalan los investigadores en el informe.

El documento señala diez fallas en el manejo de la pandemia: la falta de una notificación oportuna sobre el brote inicial y “retrasos costosos” en reconocer la propagación del virus por el aire por parte de la OMS, la falta de coordinación entre los países en torno a las estrategias de supresión, el fracaso de los gobiernos para examinar la evidencia y adoptar mejores políticas de control y gestión de la pandemia, la escasez de fondos para los países de ingresos bajos y medios.

Además, la distribución inequitativa de productos básicos, la falta de datos, la implementación deficiente de las normas de bioseguridad en el periodo previo a la pandemia, el fracaso en la lucha contra la desinformación y falta de redes de seguridad para poblaciones vulnerables.
La Comisión Lancet considera que la OMS “actuó con demasiada cautela y lentitud” al advertir sobre la transmisibilidad humana del virus y la declaración de una emergencia de salud pública de interés internacional.

“Muchos gobiernos también se demoraron en reconocer la importancia del brote a medida que se conocía y en responder con urgencia”, menciona.

Otras fallas, agrega, son las organizativas y gubernamentales, la oposición pública a las medidas sociales y de salud que “obstaculizaron seriamente” el control de la epidemia.

Para poner fin a la pandemia, el informe recomienda una coordinación global de esfuerzos entre países que mantienen una estrategia de vacunación adicional, intensificar la investigación sobre los orígenes del virus, fortalecer a la OMS, estrategias de doble vía para prevenir futuras enfermedades infecciosas emergentes y fortalecer los sistemas nacionales de salud.

La Organización Mundial de la Salud aseguró que el informe de la Comisión Lancet sobre la pandemia de COVID-19, contiene “omisiones clave” y “malas interpretaciones” sobre la gestión realizada para afrontarla, especialmente en lo relativo a la emergencia de salud pública de importancia internacional y a la velocidad y el alcance de las acciones llevadas a cabo por el organismo.

Artículo publicado el 18 de septiembre de 2022 en la edición 1025 del semanario Ríodoce.

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