Mazatlán está lejos de ser el paraíso de garantía de los derechos humanos como pretenden hacer ver las autoridades con la entrega del reconocimiento de Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, expuso la presidenta del colectivo “No se Metan con Nuestras Hijas”, Priscila Rebeca Salas.

Señaló que sería bueno que Rigoberta Menchú y el Gobierno Municipal dieran conocer cuál fue el criterio que utilizaron para determinar que una ciudad como Mazatlán es acreedora a la distinción.

La activista cuestionó que, de un manotazo, Rigoberta, quiera acabar con la realidad. “Va y le da una validez social a algo y esfuma todo; hay gente que está poniendo el cuerpo, que está poniendo la vida, y esta mujer llega de manera tan práctica y dice ‘no, aquí no pasa nada, todo está muy bien, les damos un premio porque resguardan los derechos humanos’, cuando sabemos que hay colectivas que están reclamando porque no hay transparencia, que no hay seguridad, porque se está dañando el ambiente, porque no hay acceso a la información, porque hay crisis de desaparecidas y desaparecidos”.

Y es que el pasado 18 de julio, el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres recibió el reconocimiento para el puerto como “Destino Garante de la Paz, los Derechos Humanos y la Inclusión”.

La entrega del reconocimiento, según expuso el Ayuntamiento en un comunicado, confirmó que en esta ciudad “se realizan acciones que promueven valores para la inclusión y el respeto”.

El “Químico” Benítez dijo que “tiene el firme propósito que Mazatlán continúe siendo reconocido como un destino turístico seguro y amable con los mazatlecos y los visitantes”.

Unas horas después, a unas cuatro cuadras del teatro Ángela Peralta, donde se realizó el evento, un taxista fue asesinado. Al día siguiente el alcalde Benítez Torres justificó que en todas partes hay violencia.

“Aquí el Premio de la Paz no significa que no haya delincuencia, en todo mundo hay delincuencia, significa que se dio un caso, que no es todos los días, pero afortunadamente traen al presunto responsable y se va hacer justicia”, expuso ante los medios.

Pero para la activista Priscila Rebeca Salas no es tan simple como eso, pues considera que esa distinción manda un mensaje equivocado, pues se podría pensar que no pasa nada, cuando en realidad el Gobierno Municipal ha enfrentado reclamos de feministas por actos de represión en manifestaciones públicas, feminicidios y desaparición de mujeres (22 de 2019 a la fecha) que mantienen a familias y amigos en busca de justicia.

“Yo no sé en qué están basados, si estos premios se compran o si tienen un precio, yo no sé basado en qué criterio, normativa o qué situación o contexto se otorga este premio, conocer esto nos aclararía mucho el por qué se le otorga a Mazatlán”, dijo.

-¿Considera que Rigoberta, al entregar esta distinción, podría o no causar un daño al (contribuir) a dar una falsa imagen de lo que en realidad se vive en Mazatlán?

-Yo creo Rigoberta se convierte en una cortina de humo para invisibilizar todas las luchas y las causas sociales que se reclaman por diferentes colectivas de derechos humanos que están ahí, y que están viendo en primera persona, están encarando al estado y al municipio en todas las violaciones a los derechos humanos que se están haciendo; yo creo que Rigoberta se convierte en una cómplice del Estado e invisibiliza a todas estas personas, yo creo que eso es poco ético y muy lamentable, la verdad.

Para Ana Auzeta, integrante de las colectivas Perlas de Pacífico de Mazatlán y Periferia Subversiva, el reconocimiento parece una burla.

“Parece un mal chiste porque (…) en Mazatlán sobre todo son focos rojos de desapariciones, de inseguridad, justo el día de la entrega del reconocimiento pasó lo de los asaltos a dos taxistas, donde uno de ellos perdió la vida, entonces la inseguridad está a tope”, señaló.

Tampoco hay seguridad para los turistas, agregó.

La activista puso de ejemplo el caso de Suggey Parra, joven proveniente de Torreón, Coahuila, desaparecida desde el 4 de septiembre de 2021, en esta ciudad.

“Estos son los casos que nos deberían de estar llamando la atención en cuanto a turistas, así como los tres turistas de Monterrey que desaparecieron de un condominio que habían rentado, entonces, ¿dónde está la garantía a los derechos humanos, si el gobierno del ‘Químico’ igual ha tenido acusaciones por violencia de género, ha sido un gobierno intolerante y represivo con las manifestaciones”, expuso.

Marsol Quiñonez, exdirectora del Instituto de Cultura, difundió en sus redes sociales un testimonio en el que describe que la primera visita de Rigoberta al puerto (2019) fue durante el Foro de Empoderamiento de La Mujer Rural, en el Teatro Ángela Peralta.

Cuestiona el nombramiento pese a las más de mil personas desaparecidas y 48 fosas clandestinas que hay.

“Tenemos un alcalde que ha ejercido violencia política de genero contra diferentes compañeras, activistas de colectivos en Mazatlán también han sido víctimas de abusos en diferentes ámbitos en la administración del ‘Químico’ Benítez, la que fue síndico procuradora en su pasada gestión y muchas otras compañeras y compañeros violentados, un alcalde que viaja en vehículos de lujo y aviones privados, un alcalde al que se le ha comprobado corrupción, aquel al que se le han encontrado desvíos de cientos de millones de pesos, es el mismo que recibió el pasado lunes este reconocimiento de las manos de la mujer que fue Nobel de la Paz hace dos décadas”, señala.

Recientemente la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación al alcalde para resarcir el daño que se ocasionó a dos periodistas de Mazatlán y surfistas que fueron golpeados por policías municipales, criticó.

Artículo publicado el 24 de julio de 2022 en la edición 1017 del semanario Ríodoce.