Cine: ‘La familia perfecta’

cine-la familia perfecta

El orden y la limpieza son fundamentales para Lucía (Belén Rueda), una mujer dedicada a su casa, a su marido Ernesto (Gonzalo de Castro) y a su hijo Pablo (Gonzalo Ramos). Sin embargo, cuando este presenta a su novia Sara (Carolina Yuste), quien no pertenece a su mismo nivel socioeconómico, y anuncia que se va a casar con ella, la fina señora descubre en la familia de su nuera un estilo menos sofisticado, metódico y pulcro de vivir, que al principio no le gusta, por lo que intenta evitar la boda, sin tomar en cuenta que, mientras eso sucede, podría ceder a los encantos de la sencillez y la modestia.

La esencia de La familia perfecta (España/2021) está en el clásico de la literatura Romeo y Julieta, de William Shakespeare, una historia replicada en innumerables ocasiones y formatos, de la cual, si bien se omite el trágico y triste final para los enamorados, se retoma la relación entre dos personas que pertenecen a familias que, comúnmente, no se emparentan.

La directora y guionista y de la cinta, Arantxa Echevarría, recupera lo anterior y entrega una trama que, en sus primeros minutos, no ofrece nada nuevo y solo se limita a contextualizar con base en temas que conectan sí o sí con el espectador: que los padres no estén de acuerdo con la persona que sale el hijo/hija; el matrimonio y lo que implica prepararlo.

La película disponible en Netflix recurre, además, a la comedia familiar, en la que no es necesario profundizar en las temáticas que se abordan y, en lugar de eso, se permite echar mano de estereotipos en las situaciones y los personajes, como las características que describen a cada familia, el área en el que están sus respectivas casas, el comportamiento con la pareja, los alimentos que consumen y cómo los ingieren.

No obstante, Echevarría hace bien en dar un giro a la historia, llevarla a otro rumbo y hacer que valga la pena detenerse a verla, que se sustenta en cómo se asume la vida y qué tanto la goza y tiene sentido para quien la vive, en que unos se preocupan por todo y otros no toman nada a pecho, por lo que, como era de esperarse, la estirada, cuadrada, reprimida, truncada, frustrada e invisible de Lucía, termina seducida, encantada y a los pies de una manera de hacer las cosas que, más allá de disfrutarla, le permite ser y, todavía más, existir y ser visible.

Ese es el discurso que le da valor a la película y no nada más porque muestra a una mujer que toma las riendas de su vida, decide continuar el desarrollo de lo que hizo a un lado para que otros sobresalieran, brillaran y triunfaran, sino que pone en mayúsculas, negritas y subrayado el mensaje que va directo a quienes miran y oyen, pero no ven ni escuchan lo que es urgente entender: las mujeres no son un objeto.

La familia perfecta deja en claro que ellas también sueñan, anhelan y quieren ser y hacer por y para sí mismas; que no son las únicas que pueden desarrollar habilidades de atención y cuidados a los demás; y no son las destinadas a quedarse en casa: su capacidad, competencia y destreza son muchísimo más que labores domésticas, ser esposa y madre. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.

Artículo publicado el 22 de mayo de 2022 en la edición 1008 del semanario Ríodoce.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1108
GALERÍA
Afecta la sequía a 13 municipios de Sinaloa; con 25 pipas llevan agua a 68 comunidades.
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.