Quirino Ordaz Coppel, el ex gobernador de Sinaloa, pasó la prueba de fuego en las comisiones de Relaciones Internaciones y Relaciones Internacionales para Europa del Senado de la República y sólo falta que pase por el pleno del Senado de la República para convertirse en el nuevo embajador de México en España.
No es poca cosa, luego del largo silencio para que el país del jamón serrano le diera el beneplácito diplomático y la postura irreductible del PRI de expulsarlo de sus filas por deslealtad partidaria.
La ausencia del beneplácito a todas luces fue una reacción del Palacio de la Moncloa por los señalamientos poco diplomáticos del presidente López Obrador y, en especial, por la “imprudencia” de pedir a la Corona española que Felipe VI, ofreciera un perdón a los pueblos originarios por la explotación y muerte ocurrida durante los tres siglos de colonización.
El PRI metido en su peor crisis de poder y sufriendo la embestida de López Obrador de llevarse a sus exgobernadores y hacerlos embajadores ha decidido expulsar, al menos, a Quirino Ordaz, porque sotto vocé se le acusa de la derrota de Mario Zamora en las pasadas elecciones estatales.
Pero Quirino Ordaz cuenta con la mayoría morenista en el Senado de la República y su habilitación no tendrá mayor problema para legitimarlo, aunque con el encargo morenista de que “ayude” al proyecto de la 4T.
Se va Quirino Ordaz a Madrid a ocupar la residencia oficial de la embajada ubicada cerca de La Castellana y el Parque del Retiro, por donde han pasado distinguidos diplomáticos y políticos.
Llevará en su alforja diplomática el pedido de perdón del presidente que deberá administralo para dar viabilidad a una agenda más amplia en las relaciones entre ambos países, especialmente, las más escabrosas que tienen que ver con las fuertes inversiones españolas que existen en México y que han estado en el pandero mediático sobre todo aquellas que tienen que ver con el sector eléctrico.
Las mismas que han disparado varias veces los precios de la electricidad en España y que para el gobierno ha representado una alerta del quehacer de Iberdrola en nuestro país, incluso motiva la tan llevada y traída reforma eléctrica. La CFE, esta semana, para no ir muy lejos, reconoció una nueva pérdida de casi mil millones de pesos.
Es decir, Quirino Ordaz, una vez que sea recibido por el rey Felipe VI en su calidad de jefe de Estado y se formalice protocolariamente el beneplácito, tendrá la ardua tarea de distender las relaciones con los poderosos inversionistas españoles.
Incluso con el poderoso grupo periodístico de El País, que tiene una postura crítica frente a López Obrador desde 2006, cuando fue por primera vez candidato presidencial.
La embajada de México en España es quizá la más importante en Europa por razones históricas, económicas y culturales, no es casual, que por ella hayan pasado dos ilustres mazatlecos: el diplomático Genaro Estrada y el político Rodolfo González Guevara.
Quirino Ordaz, cómo es sabido, no es diplomático de carrera y eso explica que le hayan aplicado, los que sí lo son, una campaña de descalificación por su eventual nominación, de la que salió bien librado pese a los denuestos y que en estos días clave, se intensifican a través de las redes sociales con la divulgación de una entrevista dura de Elisa Alaníz a la también periodista Anabel Hernández.
En ella se dicen cosas fuertes sobre el poder que tiene el narcotraficante Ismael, el Mayo Zambada sobre los gobernadores del estado, con especial énfasis en el ex gobernador, al que Hernández califica de “administrador del territorio”.
Dura la crítica, pero finalmente interesada y solo genera una turbulencia mediática, que en términos de decisión política, no tiene la contundencia anímica, que representa la que levantan los familiares de los niños quemados de la guardería ABC, y piden al gobierno español que no sea aceptada la ex gobernadora Claudia Pavlovich como nueva cónsul de México en Barcelona, por su papel en ese entonces como diputada federal.
Quirino, será el tercer embajador sinaloense en España y representa un desafío mayor en un momento crítico de las relaciones diplomáticas y quienes lo conocemos sabemos que como buen pragmático hará lo necesario para ayudar a mejorar lo existente en el ámbito diplomático.
Y, sólo por último, que Sinaloa tenga a Quirino como embajador en la península ibérica es una buena noticia para un estado productor de alimentos y una infraestructura turística que tiene años esperando al turismo español, que, en el Pacífico mexicano, solo parece tener destino en Puerto Vallarta y Los Cabos, lo que representa un desafío prioritario considerando que España es un gran generador de turistas para la región latinoamericana.
¡Enhorabuena!
Artículo publicado el 06 de marzo de 2022 en la edición 997 del semanario Ríodoce.