A casi dos años de que se detectara oficialmente el primer caso de COVID-19 en México, la pandemia lejos de terminar registra una nueva ola de contagios, provocada por la variante Delta y la recién descubierta Ómicron.

La escalada de casos que apenas fue reconocida por las autoridades de Salud federal, inició en noviembre del año pasado, concentrándose principalmente en estados fronterizos, y en los primeros días de este año se extendió rápidamente a 25 estados, entre ellos Sinaloa.

Pese a la alerta que ya sonaba en noviembre, principalmente en las Baja California, Sonora y Chihuahua, donde los contagios se duplicaron o triplicaron, como el caso de BC, no se tomaron medidas preventivas, y las fiestas decembrinas han ocasionado que para los primeros días de 2022, las cifras se dispararan en prácticamente todo el país.

Los brotes de noviembre no impactaron en la estadística nacional. Ese mes se registraron 74 mil 139 nuevos casos, para diciembre el registro fue de 116 mil 737, lo que significó un incremento de 57.46 por ciento.

Hasta la semana del 2 de enero, van cerca de 61 mil nuevos casos, es decir casi el 50 por ciento de los que se registraron durante todo diciembre.

Actualmente Baja California Sur, Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Nayarit, Colima, Guanajuato, Querétaro, Ciudad de México, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo son las entidades más afectadas por el alza de contagios de esta cuarta ola.

Ante el acelerado número de contagios, que hasta el viernes sumaron poco más de 4 millones y más de 300 mil muertes, las autoridades elevaron los colores del semáforo epidemiológico a Baja California Sur, Chihuahua y Tamaulipas, que ahora están en color naranja, de riesgo alto.

Sinaloa, Baja California, Sonora, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Coahuila, Colima, Yucatán y Quintana Roo pasaron a color amarillo, de riesgo medio.

En color verde se mantendrá la Ciudad de México, pese a ser el segundo estado con mayor número de casos activos por 100 mil habitantes y de que entre la semana 50 y 51 tuvo un aumento en el número de contagios de 176.08 por ciento.

Campeche, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz se mantendrán también en el color más bajo del semáforo de riesgo.

Las autoridades federales reportaron el jueves a nivel nacional más de 25 mil nuevos casos, para el viernes fueron más de 28 mil, pese a que no todos corresponden a ese día.

Contrario a las olas anteriores, las muertes por COVID-19 no presentan un repunte en la estadística nacional, aún cuando algunos estados han comenzado a registrar mesetas e incluso ligeros incrementos, como Durango.

Hasta el viernes, en el país se habían detectado 648 casos de la variante Ómicron, la cual además está llevando a brotes entre el personal de hospitales, empresas y gobierno, así como a la sobredemanda de pruebas diagnósticas para detectar la infección, que científicos señalan que presenta síntomas similares a un resfriado, pero es menos mortal que Delta.

Baja California Sur, el foco de infección

Cuando Baja California padecía una escalada de casos en noviembre del año pasado, su estado vecino, Baja California Sur mantenía una tendencia descendente. En diciembre el panorama cambió, luego de la apertura de la frontera con Estados Unidos a viajes no esenciales y de que en Sudáfrica se detectara la variante Ómicron.

De 1 mil 135 contagios reportados por Salud Federal en noviembre, registró 7 mil 144 en diciembre, cifra cercana a los más de 8 mil casos que ocurrieron en agosto. En lo que va de enero la estadística es de 2 mil 830 casos.

La entidad tiene una tasa de 843.3 casos activos por 100 mil habitantes, y es la más alta a nivel nacional, muy por encima de la tasa de 390.62 casos por 100 mil habitantes, de la Ciudad de México, que ocupa la segunda posición.

Un tsunami azota Estados Unidos

En Estados Unidos, donde se han confirmado más de 60 mil casos de Ómicron, la nueva ola, más bien parece un tsunami. La Universidad Johns Hopkins reportó más de 4.2 millones de nuevos contagios en la última semana, de los cuales poco más de 1.1 millón se registraron el pasado lunes, siendo la cifra máxima diaria más alta de toda la pandemia.

En Nueva York, de acuerdo al diario New York Times, se han incrementado las hospitalizaciones, pero a diferencia de otras olas, son menos los pacientes que ingresan a unidades de cuidados intensivos o requieren ser intubados.

La estadística, de acuerdo a especialistas es que los contagios por Ómicron tienen 60 por ciento menos probabilidades de terminar en el hospital que un caso promedio de Delta.

Sin embargo, lo que si se ha incrementado en el país vecino, son las hospitalizaciones de niños. El miércoles pasado alrededor de mil menores fueron internados. La cifra es la más alta de ingresos diarios de toda la pandemia.

“Las hospitalizaciones están aumentando para todos los grupos de edad y, aunque los niños tienen las tasas de hospitalización más bajas, tenemos los mayores ingresos de menores de edad en lo que va de pandemia”, dijo el viernes Rochelle Walensky, directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).

Europa y Ómicron

Un escenario similar atraviesan los países europeos. Después de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, países como Italia, Francia, España, Israel padecen fuertes incrementos de contagios.

En Italia, con 1.4 millones de personas infectadas, el pasado 6 de enero registró un incremento de 153 por ciento de casos de COVID-19.

En Francia, la quinta ola ocasionó que el martes se registraran 332 mil positivos, mientras una semana antes el promedio diario fue de 200 mil, por lo que el gobierno de Emmanuel Macron se lanzó nuevamente contra los antivacunas. Para tratar de frenar los contagios en las escuelas se optó por entregar cubrebocas quirúrgicos a los profesores durante todo el mes.

Ahí, en la primera semana de regreso a clases hubo más de 47 mil casos entre estudiantes y más de 5 mil entre el personal educativo.

Israel atraviesa por una quinta ola de contagios. El 6 de enero registró nuevo récord de casos diarios, con más de 16 mil.

El primer ministro, Naftali Benet, señaló que Israel podría alcanzar unos 20 mil casos diarios este fin de semana, e incluso 50 mil, lo que podría aumentar la demanda hospitalaria.

América Latina también sufre una embestida

Aún cuando Estados Unidos y Canadá presentan las mayores cifras de contagios diarios, en América Latina los casos positivos de COVID-19 se han incrementado durante enero.

Argentina registró el viernes más de 110 mil nuevos positivos en un solo día, para llegar a más de 6 millones de contagios desde el inicio de la pandemia, y de los cuales 547 mil están activos.

Brasil, el viernes pasado también marcó un record de casos diarios con más de 63 mil, la cifra más alta desde julio de 2021, para superar los 22.4 millones de casos.

Las autoridades sanitarias de Chile reportaron el pasado jueves más de 3 mil nuevos casos, la cifra más alta desde principios de julio. El país acumula 1.8 millones de infecciones.

OMS alerta que Ómicron sí está incrementando hospitalizaciones

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró el pasado 6 de enero, que la variante Ómicron del virus SARS-CoV-2 está hospitalizando y matando personas, y ocasionando un tsunami de casos en todo el mundo.

En conferencia de prensa, alertó que los sistemas sanitarios se están viendo comprometidos a causa de esta nueva variante puesto que si bien, parece ser menos grave que Delta, especialmente para las personas que ya están vacunadas, no significa que deba clasificarse como “leve”.

“Al igual que las variantes anteriores, Ómicron está hospitalizando y matando gente. De hecho, el tsunami de casos es tan grande y rápido, que está desbordando los sistemas sanitarios de todo el mundo”, dijo. “Los hospitales están saturados y faltos de personal, lo que se traduce además en muertes evitables no sólo por COVID-19”.

Dijo que las vacunas de primera generación no detienen todas las infecciones y transmisiones pero aún son muy eficaces para reducir las hospitalizaciones y las muertes por este virus, por ello llamó a vacunarse y mantener el uso de cubrebocas, el distanciamiento social, evitar aglomeraciones y ventilar espacios.

El titular de la OMS mencionó que la semana pasada se registró el mayor número de casos de COVID-19 en lo que va de pandemia, con 95 millones en todo el mundo, cifra que se trata de una subestimación porque no reflejan el impacto de las festividades decembrinas, el número de autopruebas positivas no registradas y los sistemas de vigilancia sobrecargados.

“La esencia de la disparidad es que algunos países están avanzando hacia la vacunación de los ciudadanos por cuarta vez, mientras que otros ni siquiera han tenido un suministro regular suficiente para vacunar a sus trabajadores sanitarios y a las personas de mayor riesgo”, cuestionó.

“Un refuerzo tras otro en un pequeño número de países no acabará con una pandemia mientras miles de millones sigan completamente desprotegidos. Necesitamos equidad en las vacunas, equidad en los tratamientos, equidad en las pruebas y equidad en la salud, y necesitamos sus voces para impulsar ese cambio. Equidad, equidad, equidad”.

Artículo publicado el 09 de enero de 2022 en la edición 989 del semanario Ríodoce.