Acompañado de un nutrido grupo de sus compañeros senadores, entre ellos su contendiente electoral Mario Zamora, el gobernador Rubén Rocha Moya, rompió el protocolo de la formalidad de una sesión solemne de toma de protesta en recinto del Poder Legislativo.

Tras levantar la mano para el “Sí, protesto”. El nuevo gobernador inició su mensaje en tribuna en un tono coloquial, sin lectura de discursos o frases hechas para dar paso al saludo fresco, para saludar a sus amigos que asistieron a la ceremonia. Presentó a senadores, diputados, presidentes municipales, y a su familia completa, incluyendo sus nietos más pequeños, uno por uno.

En la ceremonia estuvieron presentes los exgobernadores Mario López Valdez, Juan Millán Lizárraga, Jesús Aguilar Padilla, pero estuvo ausente, Francisco Labastida Ochoa. No se logró la asistencia de los 40 integrantes de la legislatura, no asistieron por razones de contagio de Covid, los diputados de Morena Alma Rosa Garzón y José Manuel Luque Rojas, ni del PRI, Sergio Mario Arredondo.

Entre los principales agradecimientos a sus invitados por la asistencia figuró el dirigido a Mario Delgado, dirigente nacional de Morena; la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, quien acudió con la representación personal del presidente Andrés Manuel López Obrador, y a quien llamó su líder del Senado, Ricardo Monreal.

En su lista estuvo también también Ignacio Mier, coordinador de los diputados federales de Morena, así como a sus amigos gobernadores presentes de Nayarit, Michoacán y Durango.

En su mensaje expontáneo, lejos de la lectura, destacó la presencia del gobernador Quirino Ordaz Coppel junto a su familia que muestra cómo ha sido la transición de los gobiernos, como un acto de civilidad, en contraste en otras entidades en las que el mandatario saliente acude a la ceremonia.

“Creo haber recibido bien las cosas. Me he enterado de los que hay. A lo mejor hay muchas otras cosas que no sé”, expresó.

Rocha Moya comentó que esencialmente el gobierno se le ha entregado con orden, lo cual lo valora mucho y sostuvo que Quirino Ordaz Coppel había actuado con institucionalidad y una actitud amistosa.

Frente a preguntas específicas sobre la actuación del gobierno saliente. “Yo no vengo a perseguir a nadie, yo quiero ver para adelante”.

Serán las instituciones las hagan las revisiones, no será empezar con “bravuconerías de que vamos a ver lo que te encuentro, nada de eso, solo lo que los proceso de ley indiquen”.