Los niños pobres no están en la agenda del presidente

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En sus tres años, el gobierno del presidente López Obrador ha destinado cada vez menos presupuesto para los niños.

Los programas para atender la primera infancia, hasta los seis años de edad, tuvieron un presupuesto, en el último año de Peña Nieto, de 112 mil millones de pesos.

Por su parte, en el primer año del actual gobierno, solo tuvieron 82 mil millones; en el segundo, únicamente, 79 mil millones y en el tercero, 90 mil millones.

Pese al incremento en los recursos en 2021, es importante destacar que todavía persiste un contundente déficit presupuestal, como consecuencia de la drástica reducción en el periodo 2018-2020 que fue de más de 32 mil millones de pesos, lo que implica que para el 2021 se planea gastar apenas el 80 por ciento de lo aprobado en 2018, persistiendo una diferencia de más de 21 mil millones.

En pocas palabras, el incremento para el 2021 representa únicamente que se recupera sólo una tercera parte del presupuesto que se había reducido hasta el 2020, señala un estudio de la organización “Pacto por la primera infancia”.

Difícilmente alguien puede rebatir que no hay objetivo más importante que el que las niñas y niños mexicanos alcancen un desarrollo pleno e integral, mediante el disfrute efectivo de todos sus derechos.

Analicemos el caso de uno de los programas al que le han quitado presupuesto.

El programa “Educación Inicial y Básica Comunitaria” del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), cuyo propósito es dar educación a los niños que viven en zonas de pobreza, de aislamiento y alto rezago social del país. Bajo el gobierno de López Obrador acumula una disminución presupuestal del 57 por ciento.

A causa de su escaso presupuesto, este programa sólo atenderá al 17 por ciento de la población que debería atender.

Esto significa que de los 2 millones 279 mil 877 niños mexicanos menores de cuatro años que viven en localidades de alta y muy alta marginación sólo recibirán educación inicial 406 mil 903.

La decisión presupuestal del presidente y de la diputación de Morena deja sin educación a un millón 872 mil 974 de los niños más pobres y marginados del país.

Los datos usados son los oficiales, emitidos por el propio gobierno y la Cámara de Diputados.

La pobreza de los niños ha aumentado en el gobierno de López Obrador.

De 2018 a 2020 el porcentaje de niños menores de seis años en situación de pobreza subió de 52.5 a 54.3.

Hay 5 millones 800 mil pequeños en esa situación.

Para ellos no ha habido ninguna cuarta transformación, para ellos ha habido mayor pobreza.

Todavía peor.

La pobreza extrema de los niños ha aumentado en el gobierno de López Obrador.

De 2018 a 2020 el porcentaje de niños menores de seis años en situación de pobreza extrema subió de 9.9 a 11.8

Hay un millón 300 mil pequeños en esa situación.

El rezago educativo de estos mexicanos, los más dependientes, creció de 12.9 por ciento, en 2018, a 14.8 por ciento, en 2020.

Lo padecían, en 2020, un millón 600 mil criaturas y, como vimos, en 2021 se redujo más el presupuesto para ello.

No es verdad el supuesto de que “dedicaron menos dinero pero lo usaron honestamente y el problema abordado disminuyó”. El problema de rezago educativo de los más pobres y débiles aumentó.

La carencia por acceso a los servíos de salud de estos niños, bebecitos muchos, se elevó dramáticamente de afectar, en 2018, al 17.6 por ciento, a dañar, en 2020, al 31.1 por ciento. Casi creció al doble este problema. Perjudica a tres millones 300 mil de ellos.

También se incrementó 20 por ciento la cantidad de niños de primera infancia cuyas familias no tienen ingresos suficientes para adquirir una canasta alimentaria como la que consumimos los que no somos pobres.

Son dos millones y medio de niños con ingresos por debajo de la línea de pobreza extrema, 200 mil más de los que había antes del inicio del actual gobierno.

Los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto de los hogares, que preguntó directamente a las personas de las ciudades y poblaciones rurales cercanas y alejadas, indica que solo el 33 por ciento de los niños en situación de pobreza vive en una familia que recibe algún programa social.

Los datos, como siempre, son los oficiales, los del gobierno. Son el resultado de las visitas a las casas y las comunidades. Son los del CONEVAL, de la Secretaría de Bienestar, y del INEGI.

Usted ponga los calificativos.

¿Estamos bien en el país cuando está sucediendo esto con los mexicanos más dependientes y vulnerables, con los niños pequeños?

Usted responda.

También puede negar la realidad. Imaginar que existen “otros datos”. Buscar excusas.
Los niños no le reclamarán.

Si los pobres no tienen voz, los niños pobres, menos: ni siquiera votan.

Artículo publicado el 17 de octubre de 2021 en la edición 977 del semanario Ríodoce.

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