Hasta este momento no hay ninguna evidencia ya compilada, ya depurada, que sea robusta, que convenza que se necesita una segunda dosis de vacuna CanSino como refuerzo, expuso el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell.

En la conferencia de este martes fue cuestionado respecto a que CanSino hace la recomendación de la aplicación de la segunda dosis como refuerzo, biológico aplicado en su mayoría a maestros, López-Gatell fijó la postura del gobierno federal.

“Hoy no existe evidencia científica publicada, robusta, consistente que demuestre que ninguna de las vacunas contra COVID, contra el virus SARS-CoV-2 pierde su capacidad protectora contra los desenlaces que interesa evitar: la muerte, la hospitalización, la enfermedad grave u otras complicaciones”, dijo.

Siempre se busca tener la evidencia científica más sólida, más consistente, más actualizada que permita tomar decisiones técnicas correctas y es muy importante visualizar que la evidencia científica va cambiando a lo largo del tiempo, agregó.

En algunos casos, algunas compañías farmacéuticas que producen vacunas han contribuido a que se elaboren algunas investigaciones sobre los anticuerpos, la concentración de anticuerpos en sangre, dijo.
“Referencia genérica para todo el pueblo, los anticuerpos son las sustancias que están en la sangre que fabrican los glóbulos blancos y forman parte del mecanismo de defensa contra las infecciones.
Sí se conoce que las infecciones naturales y también las vacunas tienen como propósito fundamental provocar que el cuerpo reaccione ante las sustancias que se ponen en las vacunas, que son distintas modalidades de la que simula la infección natural, no son capaces por supuesto de causar infección, pero estimulan al sistema de defensas, y uno de los indicadores para demostrar que produjeron su efecto es la concentración de anticuerpos en sangre”, detalló.
Ahora, tanto para las vacunas de cualquier tipo de vacuna como para las infecciones naturales se conoce que ciertas semanas o meses después de la respuesta original el sistema de defensas, el sistema inmune, pasa a un estado de relativo reposo, de estabilidad, de quietud, pero guarda memoria inmunológica, explicó.
¿Cómo la guarda?
“Se fabricaron, se multiplicaron una serie de células que se llaman precisamente así, células de memoria, y ahí están listas para responder ante el reto de una exposición al agente infeccioso.
Por lo tanto, la medida de anticuerpos en sangre, la concentración de anticuerpos no necesariamente es una representación de toda la capacidad que tiene el sistema de defensas”.
Se ha observado en algunas de las vacunas que seis, ocho meses después de aplicadas los anticuerpos reducen con respecto a la cantidad máxima que se logró a las pocas semanas de la inyección, pero, insistió, eso no es una demostración de que han perdido su efecto, es esperable que el sistema inmune pase a un estado de reposo.
Al finalizar su intervención, expuso que las decisiones específicas, como ya comentaba el presidente, hasta hoy, 17 de agosto de 2021, seguimos monitoreando y seguiremos monitoreando. Si apareciera evidencia científica, clara, robusta, consistente, que mostrara que se redujera la potencia protectora de las vacunas, eso podría llevar a otra decisión, pero hasta hoy eso no ha ocurrido.

Agregó que el Grupo Asesor Estratégico de Inmunizaciones de la Organización Mundial de la Salud, va presentando evidencia sobre la capacidad protectora en los desenlaces importantes: el riesgo de muerte, el riesgo de hospitalización, el riesgo de enfermedad grave.
“Si esa evidencia fuera consistente, fuera clara, estuviera robusta, podría hacer pensar que se requiriera una dosis de refuerzo, tercera para los esquemas de dos dosis, segunda para los esquemas de una dosis como la vacuna CanSino, la vacuna Johnson; pero insisto, hasta este momento no hay ninguna evidencia ya compilada, ya depurada, que sea robusta, que convenza que se necesita esto”, reiteró.
Y en cambio lo que sí se ve, y por eso se ha declarado aquí, subrayó, es una gran cantidad de información que viene de las secciones de mercadotecnia de las casas farmacéuticas o de sus propios gerentes generales que hacen declaraciones que se sugieren que se necesita eso como si fuera algo demostrado científicamente, y causan una reacción en las personas.

Señaló que muchos medios de comunicación en México y en otros países estimulan esta idea para inducir a que se crea que se necesita ya esta segunda dosis, por ejemplo, para la vacuna CanSino.
“En el caso de la vacuna CanSino, la propia representación comercial de la empresa en México, que es la responsable de haber solicitado y recibido la autorización de uso de emergencia a nombre de CanSino, indicó que presentaría un expediente técnico para solicitar un cambio en el registro sanitario sobre la segunda dosis. Hasta este momento no ha presentado ese expediente técnico y entonces por lo tanto no hay ni siquiera elementos de juicio en ese sentido y, en cambio, los aspectos de publicidad en la casa comercial han promocionado que se necesita una segunda dosis”, explicó.