Mario Zamora se equivoca cuando quiere confrontar a Rocha Moya por un tema de edades; gobernar no es un problema de edades sino de compromiso con los ciudadanos, dice Graciela Domínguez; y vamos por las cuatro elecciones, gobernador, presidencias, diputados locales y federales: cuatro de cuatro

“Ahorita la estrategia es cómo ganas votos y cómo logras posicionarte sin ninguna duda en el triunfo electoral”, asegura la diputada Graciela Domínguez Nava, hasta hace algunas semanas coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso del Estado.

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La afirmación es expresada cuando se le cuestiona sobre las alianzas realizadas en la campaña del candidato de Morena-PAS, a la gubernatura, Rubén Rocha Moya, quien ya anunció públicamente que Domínguez Nava tendría un espacio destacado en su gabinete.

No hay que olvidar que en una campaña se busca cómo garantizar que tu proyecto se concrete pero advierte que el pragmatismo no debe llevarse al ejercicio del gobierno, afirma la hoy diputada y quien fuese aspirante a la postulación de Morena por la alcaldía de Culiacán.

—¿No se ha perdido identidad en la campaña, con la inclusión de personajes como Melesio Cuen, Alejandro Higuera y candidatos como Gerardo Vargas? Pareciera que lo importantes es llegar, sin importar cómo se llegue.

—Yo creo que sí importa cómo se llegue, yo no soy de la línea del pragmatismo puro, sin embargo, cuando se busca acabar con un sistema, con un régimen político, se requieren alianzas.

Considera que la valoración que hizo Morena en sus oficinas centrales a nivel nacional que requería un partido local como el PAS, fue justamente para garantizar que en este proceso Morena gane.

Evidentemente, expone, tiene que existir un plan rector, un mando porque no solamente se trata de una alianza pragmática, sino que tiene que existir un plan de cómo se va a gobernar.

Argumenta que en el proyecto de Morena está con la apertura a los liderazgos con presencia regional y antecedentes importantes como gobernantes, como es el caso de Alejandro Higuera, ahora enfundado como coordinador de campaña de Rocha Moya.

“Mientras no pierdas el timón del proyecto, el plan rector creo que Rocha lo tiene muy claro, es importante que liderazgos como los de Higuera estén en la campaña”.

Reconoce que a la hora de hacer alianzas no todas son buenas, pero comenta que el partido hizo sus valoraciones.

En la mente de la diputada que encabezó hasta hace algunas semanas la Junta de Coordinación Política en el Congreso del Estado, está la experiencia que se tuvo con “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES) que dio resultados en el proceso electoral, pero no se logró mantener en el trabajo legislativo.

Lo ideal, asegura, hubiese sido que en el Congreso del Estado se hubiese sostenido los 27 integrantes de la coalición que significaba la mayoría calificada para lograr grandes reformas en materia constitucional, aunque con la mayoría simple sí se lograron en algunos asuntos.

Observa que Morena requiere se mantenga la mayoría en el Congreso del Estado para que no haya obstáculos al próximo gobernador morenista, porque por el Poder Legislativo pasan la aprobación de presupuestos, leyes importantes, constitucionales para sentar las bases de este cambio de fondo que se requiere en Sinaloa.

Graciela Domínguez no tiene ninguna duda que si gana el PRIAN y recupera la mayoría en el Congreso del Estado se convertirían en un obstáculo para que el Gobierno del Estado encabezado por Rubén Rocha Moya no avance.

Reivindica la existencia de un Congreso del Estado que no esté subordinado, que siga dentro de una división de poderes, pero se pronuncia por un Poder Legislativo que no sea obstáculo para un gobernador morenista.

Para quien fuera compañera diputada de Mario Zamora, hoy candidato a la gubernatura por la alianza PRI-PAN-PRD, cuando ambos fueron legisladores del 2007 al 2010, todo indica que no es el mejor momento para que el PRI pueda ganar una elección.

El problema no es de Mario Zamora, sino que el PRI no tiene una alternativa de gobierno que esté apegada a principios de honestidad, transparencia y bienestar social, sostiene.

Los gobiernos del PRI han priorizado el respaldo a negocios privados, no a la clase empresarial. El problema ha sido, enfatiza, en que se han focalizado en poner el servicio de la política a unos cuantos que se han favorecido con los recursos públicos, incluso que no son de Sinaloa, como fue el caso del estadio de futbol de Mazatlán.

“Mario Zamora respalda esos proyectos y está de acuerdo con ese esquema de gobierno”, cuestiona la legisladora.

“Es muy complicado. que una persona con una visión así, la gente pueda tener credibilidad en el proyecto que él encabeza que es del PRI”, afirma.

Los proyectos del PRI como el del PRIAN estás agotados, incluso en la publicidad que están usando en la campaña hasta los colores perdieron, parece más candidato del PAN, porque las letras de su nombre están en azul, lo que es una pérdida de identidad. La marca del PRI está oculta.

Desestima que puedan existir logros colectivos del gobernador Quirino Ordaz Coppel que le puedan favorecer al candidato Mario Zamora, por ejemplo no hay solución a un problema de la red de agua potable.

Estuvieron respaldando proyectos privados más que sociales, por eso no es casual que la mayoría de las inversiones sean en Mazatlán porque buscan proyectar el turismo, en donde tiene los negocios el gobernador y él mismo, comenta.

—¿Puede repetirse el “tsunami” con Rocha Moya?

—Yo creo que sí puede repetirse, que ahora el cuatro de cuatro de cuatro ( elección de gobernador, diputados federales, diputados locales y alcaldes), no por la ola que se consideró en el 2018 con el tsunami del efecto López Obrador. Creo que la ciudadanía lo va hacer consciente porque conoce los resultados de una buena gestión del gobierno federal.

Sobre el señalamiento que hacen desde el PRI en el sentido de que su candidato sigue creciendo mientras Rocha Moya ya llegó a su tope, opina que Mario Zamora podrá crecer, pero no le será suficiente para alcanzar al candidato de Morena.

Y cuestiona que Mario Zamora se equivoca cuando quiere confrontar a Rocha Moya por un tema de edades, porque sería como menospreciar a la gente pensante y que la madurez que se alcanza con los años ya no sirve.

“Gobernar no es un problema de edades, sino de compromiso con los ciudadanos”.