El periodista guerrerense desplazado, Omar Bello Pineda, quien tiene 40 días en un plantón afuera de la Secretaría de Gobernación (Segob) en la Ciudad de México, amenazó con prenderse fuego la mañana de este miércoles, esto debido a la falta de respuesta de las autoridades a sus demandas.
El comunicador realizó la advertencia la tarde de ayer martes a través de redes sociales.
“Presidente Andrés Manuel López Obrador, mañana a las 9:00 am realizaré una protesta rociándome gasolina y prendiéndome fuego, sus funcionarios solo juegan con la confianza de nosotros las víctimas, veremos qué le responden a la comunidad internacional, los derechos humanos no les importan…”, escribió Bello Pineda en Twitter.
Presidente @lopezobrador_ mañana a las 9:00 am realizaré una protesta rociandome gasolina y prendiendome fuego, sus funcionarios solo juegan con la confianza de nosotros las víctimas, veremos qué le responden a la comunidad internacional, los derechos humanos no les importan… pic.twitter.com/iIvBLwVut1
— Omar Bello Pineda (@OmarBelloZihua) December 29, 2020
Este día, en otro tuit, dio a conocer que fue recibido en la Segob.
“Les informarles que la anoche de ayer fuimos atendidos por personal de la @SEGOB_mx y después de más de cuatro de diálogo se llegó a un acuerdo, y de manera inmediata se están atendiendo algunos puntos del pliego petitorio que tenemos desde hace 40 días, según el lunes queda”, dijo.
Representantes de Colectivos de búsqueda de desaparición forzada, que se manifiestan también en el sitio junto con familiares de las víctimas de la Guardería ABC, señalaron este miércoles que disuadieron a Bello Pineda para que no se prendiera fuego.
Los inconformes iniciaron la manifestación debido a la extinción de 109 fideicomisos y fondos públicos, para exigir atención a sus demandas y mayor transparencia en el manejo de los recursos que fueron eliminados.
De acuerdo a medios nacionales, Bello Pineda, quien es reportero del diario ABC de Zihuatanejo en Guerrero, abandonó el estado en agosto de 2017, cuando dos grupos del crimen organizado comenzaron a hostigarlo para que escribiera lo que ellos decían, con la amenaza directa de matarlo si no los obedecía.
En septiembre pasado, el periodista denunció que el Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas le negó colocarle escoltas, pese a que podría ser blanco de una agresión.
