Indígenas de los campos Ohuira y Lázaro Cárdenas iniciaron los procedimientos para expulsar de sus comunidades a dos gobernadores tradicionales que fueron electos en procedimientos que consideraron tramposos.

Los promotores de la expulsión consideran que dichos gobernadores buscan conformar una red de comparsas del Grupo Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) que pretende construir en la bahía de Topolobampo una planta de amoniaco.

En Ohuira el impugnado y considerado como traidor a la etnia yoreme es Teodoro Castañeda Valenzuela, y en Lázaro Cárdenas, Librado Bacasegua Elenes, Presidente del Consejo Supremo de Kobanaros de Sinaloa, y considerado por los opositores como el artífice de la división interna.

Las asambleas para la expulsión de ambos “cobanaros” fueron simultáneas, a las 17:00 horas, según lo confirmó Felipe Montaño Valenzuela, Gobernador Tradicional en funciones en Ohuira.

Ni Castañeda ni Bacasegua se presentaron a los llamados vía citatorio que les hicieron llegar con los comisarios municipales.

Una semana antes, ambos “cobanaros” fuero encarados por Felipe Montaño Valenzuela, Gobernador Tradicional reconocido por la tribu y notificados de palabra que a ambos se les esperaba en el centro ceremonial para acabar la división.

Aunque en el momento aceptaron que se presentarían, llegado el momento estuvieron ausentes.

Por ello se les requirió por oficio, pero se negaron a recibirlo.

En respuesta, el Consejo Supremo de Kobanaros de Sinaloa citó a Montaño Valenzuela para dirmir las diferencias.
La etnia resolvió enviar a Felipe a esa asamblea y encare a los detractores y usurpadores.