Un hombre lidera una fila de personas. Lleva una carpeta en su mano derecha y dirige al grupo. La mayoría son mujeres. Vienen desde el Campo el Diez a la ceremonia del Grito de Independencia.

Acomoda a su grupo en algunas de las 500 sillas dispuestas para los invitados, quienes pertenecen a una agrupación civil. La presunción es que no fueron obligados, sino invitados.

La ceremonia se pactó a dar inicio poco antes de las 23:00 horas. En otras épocas el sitio habría estado abarrotado. El derroche del gobernador en eventos de este tipo ha sido oneroso, hasta más de 10 millones por el festejo que ha incluido a bandas y agrupaciones.

Pero el Covid-19 no permitió al gobernador Quirino Ordaz Coppel un evento así. Aunque sí realizó su festejo. 500 personas en sillas separadas entre sí fueron trasladadas.

Un hombre con su playera con el logo “Puro Sinaloa” ingresa. Una valla dispuesta. Toman la temperatura en el brazo y colocan gel antibacterial. Otro los guía a su lugar. A los costados hieleras con aguas y sueros. Pronto se terminaron.

Otro grupo de jóvenes voluntarias de la Secretaría de Desarrollo Social también tuvieron sus “invitados”. Todos de colonias populares mientras que la Jorge Almada, en donde el Palacio está situado, lucía en soledad.

Acceder al sitio no era cosa sencilla sin formar parte de alguno de los “contingentes” que arribaron al lugar. En cada esquina aledaña al sitio filtros con elementos de protección civil y de las policías municipales y estatales.

Y en un lapso de alrededor de una hora, la soledad de la explanada dejó de ser. Las 500 sillas dispuestas fueron ocupadas todas y cada una de ellas. Personas de la tercera edad, niños, jóvenes, no hubo discriminación. Solo temperatura y el gel antibacterial el requisito… y la invitación.

En el selecto grupo de invitados políticos como Mario Zamora y funcionarios del gabinete de Ordaz Coppel estaban remolinados en un ala del segundo piso de la Unidad Administrativa. Incluso niños asistieron. La sana distancia no apareció. Todos buscando el mejor ángulo, la mejor selfie.

En punto de las 23:00 horas el gobernador inició el evento. La escolta del Ejército Mexicano le entregó la bandera e inmediatamente el discurso enalteciendo a los héroes patrios: Hidalgo, Morelos, la Corregidora y agregó a los trabajadores médicos de Sinaloa.

Mientras el gobernador ondeaba la bandera, Sinaloa se acerca a los 3 mil decesos por el Covid-19, según las cifras que maneja la Secretaría de Salud.

Luego los fuegos artificiales. Los 500 asistentes no vinieron en vano. Incluso un logo de su “Puro Sinaloa” ardió vuelto fuegos artificiales.