Bloqueos carreteros, insultos y amenazas de violar la veda al camarón
El grupo madrugó para tomar la cartera Los Mochis-Topolobampo y bloquear la circulación en ambos sentidos.
Ellos, no más de cien pescadores, tenían una causa para su brote de cólera e indignación: el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) los obligaban a zarpar hacia el naufragio en la temporada de captura de camarón 2020 al fijarles una fecha tardía para tender chinchorros, atarrayas y suriperas en el mar, mientras que los furtivos y “guateros” hacen su agosto, entrado al mar como les plazca capturando y vendiendo e crustáceo en esquinas y hasta en redes sociales.
Conapesca y la Armada de México sólo son floreros que nada hacen para detener el saqueo indiscriminado.
Pero a los pescadores del sector social, a los cooperativistas, se les reprime de ese autoempleo pues están obligados a la tramitología para comercializar el volumen capturado.
Por eso, ellos se hartaron y colocaron dos bloqueos sobre la carretera.
El primer cierre a la circulación ocurrió el lunes 31 de agosto y el segundo el jueves 3 de septiembre.
En ambos reclamaron la rectificación de la fecha del fin de la veda a camarón que se les fijó para el 26 de septiembre, mientras que a Sonora el 14 del mismo mes. Pretenden zarpar el 14 de septiembre.
El primero bloqueo duró 12 horas. Concluyó cuando el delegado de programas Bienestar, José Jaime Montes Salas acordó interceder por ellos ante el gobierno federal. Los pescadores lo emplazaron a una respuesta satisfactoria para las 10:00 horas del miércoles 3 de septiembre, y advirtieron que de ser negativa, el bloqueo carretero sería más intenso.
El plazo se cumplió y la respuesta fue adversa a los pescadores.
Entonces, a las 10:30 horas de este jueves el segundo corte a la circulación fue perpetrado, y levantado en la madrugada del viernes. La negativa continúa. Los pescadores se han replegado, pero la amenaza de meterse a la bahía para pescar camarón continúa.
Alfonso Chaparro Bojórquez, líder de la Federación de Cooperativas Pesqueras Ribereñas “Siglo XXI”, reconoció que Conapesca e Inapesca tienen facultades autónomas para fijar las fechas de apertura a la temporada de pesca de camarón, pero criticó que las decisiones con base a estudios de biomasa irreales y alterados siempre han afectado a los pescadores de bahía y beneficiado a la industria de altamar y a los sonorenses.
La bahía de Topolobampo y sus alrededores son de las más productivas en el país, pero a los pescadores nativos se les reprime explotarlas y se autoriza a los fuereños, que nada aportar para la reproducción natural de las especies comerciales.
Las fechas permiten que el camarón emigre hacia aguas profundas, en donde los ribereños no tienen fuerza laboral ni capital para mallas de arrastre.
Por ello y ante la adversidad, la base de las cooperativas, los pescadores, se hartaron y se lanzaron a las carreteras y de no ocurrir una reconsideración lo harán a la mar, aunque se ponga en riesgo los permisos de explotación y comercialización, “porque el hambre es más canija, y no hay pescador que observe paciente cómo los furtivos pescan en total impunidad sin ningún freno institucional por falta de presupuesto, porque los diputados siguiendo al ejecutivo eliminaron las asignaciones para vigilancia de los litorales y de las bahías en donde se reproducen las especies comerciales”.
Leonel Sánchez Cota, Presidente de la Federación de Cooperativas Ribereñas del Norte de Sinaloa y Sur de Sonora afirmó que las decisiones de escritorios siempre han afectado a los pescadores y en el gobierno federal actual existe una política de su desaparición vía estudios amañados y ficticios para retrasar una de las actividades pesqueras que han dado sustento a miles de familias locales durante décadas.
“El neoliberalismo de la 4T está manifestándose con los pescadores de camarón, porque desde que los armadores compraron la flota pesquera mayor, las decisiones son en su beneficio”, dijo.
Consideró que al gremio no le queda otra lucha más que la de resistir vía la movilización y confrontación, porque nadie los escucha. “Los diputados son meros mandaderos del Presidente y no moverán un dedo en beneficio de los trabajadores del mar. Ni modo, hay que resistir”.
Bernabé Osuna Sánchez, pescador socio de la cooperativa San Carlos, aseguró que las políticas del nuevo gobierno son desastrosas porque a los pescadores ilegales les da todas las facultades y oportunidades de saquear una especie en veda y a los concesionados los reprime con fechas de apertura de capturas retrasadas.
Aseguró que ante esa política, la resistencia social es el arma para vencerla.
Artículo publicado el 06 de septiembre de 2020 en la edición 919 del semanario Ríodoce.
