Diputado pide sancionar al alcalde de Mazatlán por propiciar contagios de Covid-19

Luis Guillermo Benitez Torres (1)

En su denuncia presentada el 27 de mayo, ante la Comisión Federal de Riesgos Sanitarios, contra el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres,  el diputado local, Mario González Sánchez, pidió que se apliquen sanciones al denunciado.

“(Pido) se proceda a realizar las investigaciones correspondientes, aplicar sanciones a las que se haya hecho acreedor el denunciado, así como elevar las denuncias ante las instancias de la Representación Social, correspondiente”, enfatizó.

González Sánchez acusaba al Químico Benítez de no haber respetado a la Secretaría de Salud federal ni a su homóloga estatal, realizando eventos masivos a pesar de que supuestamente el alcalde sabía que estaba infectado.

El legislador alertaba que Mazatlán estaba alcanzando a Culiacán en el aumento de contagios de coronavirus, por la negligencia del presidente municipal que no había tomado medidas sanitarias para evitar aglomeraciones.

El 3 de junio, cuando el secretario de Salud estatal, Efrén Encinas Torres, advertía un aumento de casos de coronavirus para finales del mes en curso, el presidente municipal, Luis Guillermo Benítez Torres, anunciaba mediante un video su regreso a retomar las riendas del Gobierno municipal de Mazatlán.

“Amigas y amigos de Mazatlán, muy buenas tardes, me da muchísimo gusto saludarlos, para poder decirles que estoy listo para regresar, que me siento fuerte, me siento saludable”, aseguraba el Químico, en su breve mensaje de video  difundido en redes sociales.

Vehemente  y con lentes negros, agregó: “vamos a trabajar como nunca en estos seis meses que vienen, porque vengo recargado, remasterizado, con toda la fuerza del mundo, porque todo lo que prometimos lo vamos a cumplir”.

Ese 3 de junio, Salud estatal reportaba 122 casos nuevos de Covid-19, en Sinaloa, donde las frías estadísticas, arrojaban 74 pacientes activos, 429 recuperados y 56 finados en Mazatlán.

“(El Químico) hizo caso omiso y aún así, siguió haciendo eventos a sabiendas de que estaba infectado”, reprochó el diputado Mario González Sánchez.

 

El contagio de Bety y Tobi

Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta cómo se habrían contagiado la señora Bety y su esposo Tobi, aunque se conjetura que su cercanía con la pareja presidencial de Mazatlán, habría influido para contraer la  enfermedad.

Una fuente de Ríodoce que pidió omitir su nombre, así como el de las personas contagiadas con el coronavirus, relató la historia del club de Tobi, del que el Químico Benítez, era miembro, hasta antes del 13 de mayo pasado.

Para respetar por razones obvias el anonimato de la pareja contagiada por la enfermedad, se les llamará  Beatriz (Bety) y Tobías (Tobi)), respectivamente.

Bety nunca imaginó que la vieja amistad de su esposo Tobi con el presidente municipal de Mazatlán, la convertiría no sólo en la empleada doméstica de la cónyuge del primer edil, pero tampoco que sería víctima del contagio del coronavirus  que desde febrero azota a Sinaloa y México, sin misericordia.

Bety, indiscutible y excelente cocinera, preparaba con diligencia y rigurosa higiene deliciosos camarones al mojo de ajo, que el mismísimo alcalde de Mazatlán degustaba con su familia, como antes lo hacía en el club de Tobi.

También Bety era muy eficiente y disciplinada para trapear y limpiar la casa en un dos por tres, dejándola como una tacita de china, habilidad que le reconocía su patrona, a quien la unía una tierna amistad cultivada  por sus cónyuges.

Tobi, de oficio laminador y pintor, también destacaba en la preparación de sabrosos platillos con base en pescados y mariscos, talento que le había ganado las simpatías de sus clientes que acudían a solicitar sus servicios de carrocería y que, seducidos por la suculenta botana, combinaban con unas ambarinas.

En la clientela de Tobi, de todo tipo, que contaba con una antigüedad de 25 años, no faltaban los químicos farmacéuticos, abogados, ingenieros, diputados locales y/o federales, líderes sociales y alguno que otro funcionario público.

Dado que Tobi era conversador y muy buen anfitrión para atenderlos en su taller de laminación y pintura, con pescados y mariscos adquiridos a precios  de ganga con los pescadores de las pangas que atracan en la playa norte de Mazatlán, uno de los asistentes bautizó el lugar como el club de Tobi.

“Desde ahora este lugar lo vamos a bautizar como el club de Tobi, y nos vamos a reunir los sábados o en su defecto dos veces por semana”, dijo uno de los fundadores y desde entonces así es conocido entre los miembros del club.

En ese ambiente familiar, asistía a las tertulias, Luis Guillermo Benítez Torres desde antes de contender por la presidencia municipal, donde coincidía con algunos amigos que luego de llegar al poder los invitaría a integrar su gabinete.

Cuando en 2018, el Químico Benítez ganó la presidencia municipal, siguió asistiendo al club de Tobi, donde actualmente las puertas están cerradas y marcadas con la propaganda política de “Morena, Químico, presidente”.

“El señor Tobi no ha podido abrir el taller porque está enfermo de coronavirus”, informó a Ríodoce, la vecina del convaleciente.

Agregó que la señora Bety, también se encontraba sufriendo la misma enfermedad, aislada, estable y en recuperación, pues ella había trabajado de empleada doméstica de la pareja sentimental del gobernante de Mazatlán.

Aparentemente el destino de Bety y Tobi estaba engarzado con el del alcalde de Mazatlán, pues eran miembros del club de Tobi, mientras que Bety trabajaba como empleada doméstica de la pareja sentimental del primer edil.

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