Japón levantó este lunes el estado de emergencia en Tokio, las prefecturas vecinas de Kanagawa, Chiba y Saitama, así como en Hokkaido, al norte, con lo que finalizan las restricciones en todo el país.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dio a conocer el fin de la situación de emergencia aprobada por un comité de expertos.
En el resto del país las restricciones se había suspendido este mes al reducirse la propagación del Covid-19.
Abe señaló que el cambio no suponía el final del brote. El objetivo, indicó, es equilibrar las medidas preventivas y la economía hasta que haya vacunas y medicamentos eficaces disponibles, publicó Ap.
En Japón se han confirmado 16 mil 600 casos y 850 muertes, luego de la imposición de restricciones más suaves que en países con estadísticas más elevadas.
Abe declaró el estado de emergencia el 7 de abril en varias partes de Japón, incluido Tokio, la amplió a todo el país ese mes y después la extendió hasta finales de mayo.
Durante el estado de emergencia se pidió a la gente que permaneciera en casa y se solicitó a los negocios no esenciales que cerrasen o redujeran su actividad, aunque no había imposiciones.
Datos recientes apuntan a que la tasa de infección ha bajado lo suficiente, y la presión sobre el sistema de salud ha remitido como para permitir la reanudación de la actividad económica y social, según el ministro de Economía, Yasutoshi Nishimura. Tokio, Kanagawa y Hokkaido, donde el número de infecciones sigue fluctuando, necesitan supervisión estrecha, advirtió.
Los grandes almacenes Matsuya, un establecimiento emblemático del lujoso distrito comercial de Ginza, en Tokio, volvieron a abrir sus puertas. El personal de ventas, con escudos faciales, recibía a los clientes con reverencias pero sin saludos verbales, siguiendo sus nuevos protocolos.
Las prefecturas tienen competencias para imponer sus propias medidas. La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, indicó la semana pasada que la capital reabriría en tres fases, empezando por escuelas, bibliotecas, museos y ampliación de horario en los restaurantes.
Seguirían teatros, instalaciones deportivas y otros establecimientos comerciales, y en último lugar volverían los clubes nocturnos, karaokes y locales de música en vivo.
