La Secretaría de Administración y Finanzas recortó el pronóstico de crecimiento para 2019. El factor principal son las variaciones sobre los indicadores y perspectivas nacionales.
Sin embargo, Sinaloa podría ser uno de los estados con mayor crecimiento económico en el país.
El Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) reportó que en el primer trimestre de este año, Sinaloa fue la entidad que tuvo mayor crecimiento, con el 6.1 por ciento más en su variación con respecto al mismo trimestre del 2018.
Carlos Ortega Carricarte, secretario de Administración y Finanzas, dijo que prefiere ser cauto y no crear una expectativa superior, por lo que ve necesario calcularla en un promedio similar al del año pasado, que cerró con 4.8 de crecimiento.
“Depende de cómo nos va en la agricultura, si los precios subieron o no, la derrama y ahora dependerá mucho de la inversión que se haga, de las obras que se vayan a hacer, hay muchos factores, la economía es mucho más amplia y más diversa”, dijo.
“Si el turismo sigue creciendo, como ha venido creciendo, como se ha tenido en impacto y si tenemos un muy buen ciclo agrícola mejor. Mucho depende de la rama y se está buscando diversificar inversiones”.
Ortega Carricarte recordó que el crecimiento del Estado dependerá estrictamente de los factores de mercado y el desarrollo de las actividades económicas.
El ITAEE establece que el factor principal de crecimiento del Estado es el relacionado con las actividades primarias, que se centran, principalmente, en la agricultura y la minería. En el primer trimestre de este año, esa actividad significó el 18.86 por ciento.
Sobre las actividades secundarias, la entidad reportó un crecimiento del 6.85, mientras que sobre las actividades terciarias, centradas en el turismo estatal, el crecimiento fue de 3.53.
Ortega Carricarte estableció que el crecimiento para final de este año dependerá de la agricultura, la minería y las inversiones privadas y públicas anunciadas para este año.
Entre las privadas, recordó que está pendiente la finalización del proceso jurídico de la planta de producción de amoniaco en Topolobampo, así como la construcción de parques industriales en distintos municipios.
Además, se suman las inversiones públicas aprobadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Entre los proyectos aprobados están la carretera de San Ignacio a Tayoltita; la base militar en Escuinapa, que será construida por la Secretaría de la Defensa Nacional luego de un convenio que se firmó con la dependencia federal; el proyecto del metrobús en Culiacán y la modernización de la terminal de la Administración Portuaria Integral de Mazatlán.
Ortega Carricarte explicó que cada uno de los proyectos avanzará conforme se presenten los proyectos ejecutivos por cada una de las secretarías a las que corresponden.
“Realmente el Gobierno del Estado es una parte fundamental, pero no es el todo para el impulso del desarrollo económico, hay muchos factores para la diversificación de la actividad”, expresó.
La estimación de crecimiento económico nacional es de 1.13 por ciento, luego de los datos revelados por el Banco de México en su último reporte.
Esa estimación contrasta con la meta que se impuso el Gobierno federal de un crecimiento de al menos 2 por ciento para el cierre del 2019.
Ortega Carricarte insistió que aunque se ha tenido un rendimiento fuerte en la economía estatal, y podría pensarse que se terminará con un crecimiento por encima del crecimiento nacional, no puede estimarse aún que será mayor al del año pasado.
“La economía nacional está complicada en estos momentos, no pudiera dar ahorita una proyección, pero debe ser por lo menos del 2 por ciento promedio a nivel nacional, y el estado no es independiente del tema nacional”, mencionó.
“Si seguimos teniendo el ritmo que tenemos ahorita, podría ser un crecimiento del 4 por ciento, manteniéndolo. Es lo que se está buscando, pero todo está cambiando, tanto el entorno nacional como el internacional”.
Para Javier Lizárraga Mercado, secretario de Economía de Sinaloa, esa cautela que refiere Ortega Carricarte es porque hay reserva de parte de la iniciativa privada para la inversión.
Refirió que esa desconfianza es por las decisiones federales y la falta de inversión pública para la aceleración económica.
“Yo siento que también tiene mucho que ver con la inversión de obra pública, que la ha retenido el Gobierno federal, yo creo que es importante que ya empiecen a soltar recursos, hay que recordar que la construcción es sin duda uno de los grandes temas, un gran termómetro de dinamismo en todas las entidades federativas y lógicamente en las ciudades y municipios”, dijo.
Artículo publicado el 18 de agosto de 2019 en la edición 864 del semanario Ríodoce.
