La esgrimista mexicana Paola Pliego Lara dio a conocer que ya no representará a México en esta disciplina debido a presuntos actos de corrupción, así como “atropellos e infamias” por parte de directivos de este país.
A través de Twitter la deportista se dijo víctima de la corrupción de las autoridades deportivas mexicanas “que se han empeñado en afectar” su carrera, por lo que decidió competir por otra nacionalidad, informó Animal Político.
“Desafortunadamente, no podré hacerlo (competir) por el país que más tanto quiero y por el que tanto he luchado. Ante los atropellos e infamias de los que he sido víctima por las autoridades deportivas mexicanas, he decidido aceptar representar a otro país que generosamente me ha abierto sus puertas; me ha ofrecido la oportunidad de luchar por mis sueños y objetivos, y vistiendo sus colores con orgullo, como agradecimiento al haberme tendido la mano en un momento en el que veía todo perdido. Espero poder corresponder a tanta generosidad y poner su nombre y el mío en lo más alto de los podios”, expuso en una carta.
No hay peor despedida, que la que nunca planeaste hacer, pero recuerda que para empezar una nueva etapa tienes que cerrar otra, el final es de donde empezamos. pic.twitter.com/XH8q1oBiRr
— Paola Pliego (@PaolaPliego) July 3, 2019
De acuerdo con un reporte del diario Cancha, la esgrimista representará a Uzbekistán para el Campeonato del Mundo de Budapest.
Pliego Lara acusó a dirigentes y exdirectivos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) de obstruir su carrera en competiciones internacionales.
Al excomisionado Alfredo Castillo lo acusó de ser “la cabeza de la corrupción en el deporte mexicano junto con sus federaciones”; mientras que a la actual titular, la exatleta Ana Gabriela Guevara, le recriminó haberse quedado en el discurso a favor de los deportistas.
“Pensamos que querías dirigir y cambiar el deporte, no utilizarnos para buscar una mayor proyección política”, señaló.
La esgrimista mexicana quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Río 2016, por un presunto doping por consumo de modafinil, sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).
En su momento, la deportista acusó irregularidades en el caso por no permitirle presentar una segunda prueba.