La ASE encuentra evidencia de malos manejos en 10 municipios

La ASE encuentra evidencia de malos manejos en 10 municipios

 

La Auditoría Superior del Estado (ASE) reprobó las cuentas públicas de 10 gobiernos municipales debido a incumplimientos legales y normativos encontrados durante las auditorías practicadas al año fiscal de 2017.

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Los Ayuntamientos que no obtuvieron un dictamen favorable por parte de la ASE fueron Angostura, El Fuerte, Elota, Escuinapa, Mocorito, Navolato, Rosario, Sinaloa y Guasave, este último con el monto mayor de recursos afectados, al sumar un total de 75 millones 881 mil pesos.

En contraparte, los gobiernos municipales con el visto bueno están Ahome, Choix, Mazatlán, Salvador Alvarado, San Ignacio, Concordia, Cosalá y Culiacán, sin que ello signifique que fueron administraciones sin observaciones.

Los datos están consignados en los informes individuales emitidos por la ASE tras la revisión y fiscalización de las cuentas públicas de los 18 municipios de Sinaloa del 2017, el penúltimo año de las administraciones municipales anteriores.

En la mayoría de los municipios los alcaldes destinaron ilegalmente los recursos del Impuesto Predial Rústico al gasto corriente, en lugar de aplicarlo a la inversión pública de la zona rural; el pago de sueldos y prestaciones a personal comisionado a labores sindicales; la creación de pasivos sin fuente de pago; así como el pago de asesorías y honorarios con recursos de fondos, cuyas reglas de operación no contemplan estos conceptos de gastos.

Entre otras irregularidades, se encontró que se pagaron prerrogativas en exceso a los partidos políticos; pago de multas por no pagar contribuciones federales a tiempo; pago de obras no ejecutadas o de mala calidad; además de caer en insuficiencia financiera para pagar deuda a corto plazo.

En el Ayuntamiento de Guasave, el dictamen fue reprobatorio porque la ASE encontró que los recursos del Predial Rústico fueron orientados a la compra de diésel, llantas, refacciones, consumo de energía eléctrica, servicios de recolección de basura y compra de barredoras; y pago de recargos al IMSS por no hacerlo a tiempo.

La ASE también detectó que se realizaron pagos por concepto de arrendamiento financiero de lámparas LED, en los cuales se omitieron la impresión de los comprobantes fiscales digitales, así como el registro de deudores diversos cuyos gastos no han sido comprobados.

En la auditoría al Ayuntamiento de Badiraguato la ASE registró que se hicieron pagos de capacitación, adiestramiento, compra de materiales diversos para mantenimiento de alumbrado público y adquisición de uniformes, sin contar con evidencia de los trabajos realizados como fotografías, reportes o informes del servicio proporcionado y lista firmada por el personal que recibió los uniformes.

Tampoco el gobierno municipal de Badiraguato pudo validar ante la ASE que se habían entregado apoyos en especie, ya que no se contó con recibos de beneficiarios. En la auditoría se consignó además obra pagada en exceso y no ejecutada, así como obras no incluidas en el presupuesto autorizado; uso irregular del  FAISM (Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal) para pagar servicios de asesoría, difusión de obras, realización y evaluación de proyectos.

Se sumó el hecho de existir una insuficiencia de recursos financieros para pagar los pasivos a corto plazo, por un total de 9 millones 844 mil pesos.

En Angostura, la ASE encontró deficiencias importantes en la cuenta pública, al no encontrar lista de asistencia de los empleados ni los trabajos que realizan. El gobierno municipal pagó por la elaboración de proyectos de electrificación en las comunidades, pero omitió presentar a los auditores la evidencia de los trabajos realizados.

La ASE encontró en El Fuerte que el gobierno municipal compró equipo de cómputo y transporte con recursos del Impuesto Predial Rústico y dispuso también del FAISM para pagos por concepto de servicios profesionales de consultoría y asesoría técnica en revisión, evaluación y seguimiento al Ramo 33.

Indebidamente el gobierno de El Fuerte pagó servicios de energía eléctrica no vinculadas a la seguridad pública con recursos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios.

También detectó que se pagaron obras que no se habían iniciado, pagos en exceso, y otras ejecutadas con mala calidad, así como conceptos de obras presupuestadas, pero no ejecutadas.

Al hacer la revisión, se observó insuficiencia de recursos para pagar los pasivos de corto plazo, originando Pasivos Sin Fuente de Pago por un importe de 47 millones 214 mil pesos.

GUASAVE. El más opaco.

En Elota, la ASE observó que se hicieron pagos a los partidos políticos por concepto de prerrogativas; pago de honorarios profesionales por servicios de Jornada de Apoyo a la Economía Familiar, los cuales no fueron considerados no necesarios para las actividades propias del Municipio, además de no presentar documentación justificativa.

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En un programa de 200 acciones de ampliaciones de vivienda, se encontró que los pagos a la empresa Consultoría en Comunidades S.A. de C.V. se hicieron sin apegarse a las disposiciones establecidas en las Reglas de Operación del Programa Apoyo a la Vivienda para el Ejercicio 2017 y al Convenio de Ejecución de dicho programa, además por volúmenes de materiales pagados en exceso.

En el caso de Escuinapa, la ASE detectó la otorgación de préstamos a la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de ese municipio, sin tener recuperación. Otra situación irregular fue haber  realizado pagos por concepto de honorarios profesionales por asesoría jurídica y servicios de gestión por recuperación económica ante la Comisión Federal de Electricidad, sin contar con la evidencia justificativa de los trabajos realizados.

En la cuenta pública del mismo municipio la ASE registró que se pagaron obras que no cumplen con los objetivos del fondo federal por no beneficiar a la población, ya que no se encontraban concluidas ni operando; y volúmenes de conceptos de obra pagados y no ejecutados.

Las deficiencias en la cuenta pública de Mocorito obedecieron a que la ASE detectó la existencia de obras concluidas, pero que no se encuentran operando y por tanto no cumplen los objetivos previamente destinados.

Detectó también volúmenes de conceptos de obra pagados no ejecutados, en exceso, con mala calidad y conceptos de obra extraordinarios sin autorización para su ejecución; además registraron obras en las que aplicaron cargos adicionales en las tarjetas de precios unitarios, sin contar con fundamento legal que lo justifique, incrementando con esto el costo de la obra.

Al igual que otros municipios, Navolato incurrió en una deficiencia al desviar los recursos del Impuesto Predial Rústico para la adquisición de activos fijos, compra de material eléctrico a diversos proveedores y refacciones para mantenimiento de equipo de transporte.

Entre otras inconsistencias encontradas, la ASE reportó en la auditoría los pagos de arrendamiento de vehículos, los cuales fueron utilizados en otras áreas para las que fueron contratados; pagos por adquisición de vehículos usados, así como a personal en los que se omiten anexar Comprobantes Fiscales Digitales por Internet impresos y no se retuvieron impuestos.

La ASE observó además que se hicieron pagos por compra de uniformes para personal de Seguridad sin contar con la evidencia justificativa de la entrega al personal de Seguridad Pública; se suma además obras pagadas y estimadas no ejecutadas; volúmenes de conceptos de obra pagados y ejecutados con mala calidad; pagos sin contar con la evidencia comprobatoria y justificativa.

Al igual, que otros gobiernos municipales, incurrió en la insuficiencia de recursos financieros para pagar los pasivos a corto plazo, originando Pasivos sin Fuente de Pago por 58 millones 750 mil pesos.

En el Ayuntamiento de Rosario, la ASE señaló que se hicieron pagos de indemnizaciones que no se encuentran justificados, al haberse originado por no atender en tiempo y forma las obligaciones contractuales, derivado del convenio judicial de juicio ejecutivo mercantil, con motivo de la demanda promovida por el  contratista Carlos Maximiliano López Félix en contra del Municipio.

En lo que es una práctica frecuente en los municipios, se encontró también conceptos de obra pagada no ejecutada, y en el caso de Rosario, obra no considerada dentro del catálogo del FAIS.

Las deficiencias encontradas en el municipio de Sinaloa son comunes a otros gobiernos municipales que tienen dictámenes negativos de la ASE. Este gobierno municipal incurrió en una inconsistencia al otorgar préstamos a la Junta de Agua Potable, pero no recuperarlos. Hizo transferencias indebidas de los recursos provenientes del Impuesto Predial Rústico para ser usado al gasto corriente.

Pagó indebidamente servicios de asesoría, capacitación, supervisión y seguimiento del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal. Hay registros también de pagos de honorarios profesionales, cuya evidencia de trabajos realizados no existen.

A lo anterior se suma reparación a un vehículo, el cual no está registrado en el padrón vehicular oficial, pago de recargos y actualizaciones por no enterar en tiempo impuestos federales, entre otros.

Artículo publicado el 3 de marzo de 2019 en la edición 840 del semanario Ríodoce.

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