Una perra Pit Bull Terrier adulta, fue atada del cuello a un árbol y amartillada hasta la muerte por un vecino que se encolerizó, porque el animal llegó hasta su cerco y ladró.
Ahora, el agresor Manuel de Jesús “N”, un hombre mayor que se dice religioso y que según los vecinos es agresivo, sería el primer civil multado por crueldad animal en el municipio de Ahome y uno de los primeros casos en llegar a tribunales por asesinar a sangre fría a un animal doméstico.
Yahaira y su madre Martina López, denunciaron el caso en las redes sociales y de inmediato fueron respaldas por asociaciones de protección de mascotas y rescatistas de perros callejeros.
Ambas contaron que el domingo 25 de marzo recibieron el aviso de sus vecinos de que Manuel de Jesús tenía atada a “Shasta” del cuello al tronco de un olivo negro y le golpeaba la cabeza con un martillo.
El sacrificio de la mascota ocurrió en la calle Águila Azteca entre Ejido Mochis y Ejido México, en la colonia Tabachines Dos.
Ese día, “Shasta” se había escapado del patio de la casa, subiendo una escalera y saltando desde el techo hasta la calle. Después vagó por la colonia, sin atacar a nadie.
La perra era conocida en el barrio por su docilidad. En la casa acostumbraba a convivir con dos niños, Carlos y Alexa, ambos de no más de 3 años de edad. Sólo salía de la casa atada con correa y pechera, pero ese día se escapó y anduvo libre. Breves minutos que para ella resultaron mortales.
Aunque el sector el populoso, nadie se percató de que Manuel de Jesús mató a “Shasta”.
Sólo se dieron cuenta del ataque cuando “Shasta” comenzó a llorar cuando recibió los martillazos en la cabeza, pecho y patas. En esos momentos llamaron a los dueños de la perra y estos se trasladaron al lugar, llegando cuando la perra sangraba en abundancia.
El animal murió en los brazos de sus dueños, Javier y Helmer, quienes durante cinco años la cuidaron, vacunaron para que no enfermase, la alimentaron con croquetas, y limpiaban su echadero en el patio.
Tras el sacrificio, la familia encaró al perpetrador y éste no dio argumentos para la barbarie.
Un primer capítulo de la discusión terminó abruptamente, cuando la esposa del agresor lo encaminó para que tomara la pistola que resguardaba en la casa.
Ante los hechos, Yaharia llamó al 911 y denunció el caso. La llamada quedó grabada a las 17:39 horas. Pero pasaron 90 minutos, y los policías nunca aparecieron.
Estos se apersonaron al sitio sólo cuando la regidora, Julia Pérez Carrizoza fue enterada del sacrificio de “Shasta” y llamó al jefe del cuadrante.
Entonces, la policía se movilizó. Llegó al lugar, detuvo al sujeto, lo esposaron y abordaron a la patrulla, pero minutos después lo bajaron y liberaron. El argumento: era un anciano y enfermo.
Pero la familia y la regidora presionaron al presidente del Tribunal de Barandilla del Municipio de Ahome y este accedió a aplicar el nuevo reglamento de mascotas que la regidora Pérez había modificado para que se considerara como maltrato animal toda agresión a mascotas.
Así, Manuel de Jesús fue conminado a comparecer ante el Tribunal de Barandilla para que responda por el sacrificio de “Shasta”. Y no sólo eso, el caso será llevado a la Fiscalía General de Justicia del Estado.
“Queremos un precedente para las personas crueles con los animales. Para aquellas que causen lesiones severas o graves, y con mayor castigo para quienes las sacrifiquen”.
“El llevar a los tribunales a tales sujetos, es un acto de amor hacia las mascotas”, dijo Pérez.
Martina López dijo que entablará cuanta demanda sea necesaria para que el sacrificio de “Shasta” sea castigado.
“Era parte de nosotros, y ya no está”, sollozó Yaharia, mientras sus hijos, Carlos y Alexa acomodan el bebedero y la colcha en el echadero de “Shasta”.
