Fuerzas federales y estatales desarmaron ayer a los 734 policías municipales de Tlaquepaque, Jalisco, incluido el comisario, Salvador Ruiz Ayala, ante la sospecha de que la corporación fue corrompida por la delincuencia.

El comisionado de Seguridad Pública de Jalisco, Raúl Alejandro Velázquez Ruiz, dijo que desde ayer la policía estatal y fuerzas federales (un total de 400 efectivos) vigilan el municipio, informó La Jornada.

Los elementos de la corporación municipal serán reevaluados ante la sospecha de infiltración del crimen organizado. El protocolo se apega estrictamente a los derechos humanos. Los elementos requeridos son el comisario, los mandos y los elementos activos, mencionó el fiscal general del estado, Raúl Sánchez Jiménez.

A los policías se les invitó a la Academia de Policía Estatal para revaluación y capacitación. Advirtió que se aplicarán acciones contundentes contra aquellos que no se presenten, y de ello dependerá que se abren otras líneas de investigación.

Ayer domingo elementos de Ejército Mexicano, la Policía Federal, la Procuraduría General de la República y la Fiscalía General del Estado (FGE) acudieron para intervenir la policía municipal.

La operación se inició poco después de las 7:00 horas. Una de las primeras acciones en todos los inmuebles de la Policía de Tlaquepaque fue tomar control de armamento, chalecos balísticos, cartuchos y radios de comunicación, equipo que quedó bajo resguardo de la FGE hasta que termine la capacitación de un mes a la que fueron llamados los policías. El comisario Ruiz Ayala, manifestó el fiscal, respondió en forma positiva a la convocatoria.

Ruiz Ayala es el cuarto comisario en la actual administración del ayuntamiento de Tlaquepaque. Llegó al puesto apenas en octubre pasado, en sustitución de Gustavo Adolfo Jiménez. Es un abogado sin experiencia en el servicio policiaco, quien fungía de asesor jurídico del gobierno encabezado por María Elena Limón.

El fiscal Sánchez dio a conocer que se determinó la intervención en Tlaquepaque por acciones de investigación, aunque rehusó dar detalles sobre las indagatorias que se realizan.

Esta es la séptima ocasión en el sexenio del gobernador priísta Aristóteles Sandoval que se interviene una corporación municipal de seguridad pública, y la segunda en la zona metropolitana de Guadalajara (el caso anterior fue el de Tlajomulco) y también la segunda en lo que va del año, después de que en febrero se desarmó a los policías de Tecalitlán por su presunta complicidad en el secuestro y entrega de tres ciudadanos italianos al crimen organizado en esa región del sur de Jalisco.

En lo que va del año se han reportado en Jalisco 378 asesinatos, según el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, 272 de ellos con arma de fuego, 54 por estrangulamiento, 28 por arma punzocortante y 24 por golpes. El promedio es de 5.4 crímenes al día, cifra sin precedente en el estado.